Calidad De La Leche En Mono Araña

INTRODUCCION

La lactancia, constituye una característica esencial del proceso reproductivo de los mamíferos, además, es una función extremadamente antigua y compleja, gracias a ella alrededor de 4.000 especies actuales han logrado adaptarse y sobrevivir (Muñoz, 2001).

En otras palabras la característica principal de los mamíferos es la dependencia vital que las crías tienen de la alimentación de su madre; las hembras de cada especie secretan leche (especie – especifica), con las concentraciones de proteínas, carbohidratos, grasas y aminoácidos, necesarios para su desarrollo particular (Peña, s.a.); Por lo tanto es un alimento de gran valor capaz de asegurar la nutrición de los individuos recién nacidos durante un tiempo bastante largo, y que contiene todos los principios nutritivos esenciales en cantidades suficientes (Frutos, 2011).

Si bien las proporciones de los compuestos de la leche pueden variar, determinadas proteínas o azúcares dan identidad a la leche de cada especie. Entre los azúcares principales que tiene la leche se encuentra la Lactosa, la principal función es la de proporcionar energía. Las proteínas que la componen son específicas y las principales se denominan Caseinas que pueden ser de varios tipos, las cuales son esenciales para el crecimiento, finalmente, las grasas aportan nutrientes a largo plazo para el neonato. Asimismo, podemos encontrar distintos tipos de iones y anticuerpos que ayudan tanto al normal funcionamiento metabólico como a la creación de defensas (Garcia-Lopez, 2005)

Sin embargo la duración de la lactancia está relacionada con el grado de madurez de los infantes altriciales y semi-altriciales larga y precociales corta (Hood et al., 2001).

De ahí que en los primates incluyendo chimpancés, gorilas y los humanos, el éxito de la lactancia es un arte práctico que depende de la conducta refleja instintiva por parte del lactante, combinada con la conducta materna iniciada por instinto, estimulada por el apoyo social y guiada por el apoyo emocional, (Muñoz, 2001).

ANTECEDENTES

La lactancia tiene tres funciones esenciales: protección, nutrición y fortalecimiento del vínculo madre-cría. Es la primera inmunización que reciben los infantes, que los protege contra enfermedades respiratorias, digestivas y otras infecciones a través de la transferencia de anticuerpos, moléculas específicas y células que participan en los mecanismos de defensa. Por lo tanto, la composición de la leche y la duración de la lactancia en las diferentes especies de mamíferos se encuentra adaptada a las necesidades particulares de cada neonato (Muñoz, 2001).

Se ha reportado que la leche materna tiene un rico contenido nutricional cuyos compontes son agua (para su hidratación), carbohidratos (principalmente lactosa, brinda aporte de energía e influye en el crecimiento del infante) proteínas (principalmente caseína para las funciones inmunomoduladoras, de protección y mejor digestión) lípidos (fuente importante de energía y desarrollo del sistema nervioso), vitaminas y minerales (mantenimiento celular y protección - Sabillón y Abdu 1997)

En particular la investigación de los componentes de la leche de primates ha atraído un gran interés en los últimos años, una de las razones principales es garantizar la sobrevivencia de las crías, en particular para aquellas que se encuencuentran en condiciones de cautiverio. Los estudios comparativos del contenido de la leche de diferentes especies de primates aportan información

importante sobre al concentración de los diferentes macronutrientes y la nutrición de las madres (Osthoff, et al, 2009).

En comparación con otros mamíferos, en general se sostiene que las leches de primates son diluidas, con bajos niveles de grasa y proteína (Osthoff, et al, 2009). Sin embargo, grandes diferencias en la composición de la leche entre los primates han sido observadas, y se atribuyen a la duración de la lactancia, los cuidados y la cantidad de leche producida (Osthoff, et al, 2009).

Por esta razón, se realizó una comparación en el contenido de nutrientes y la composición de acidos grasos, en leches de cuatro especies de primates en condiciones de cautiverio: mono verde (Chlorocebus pygerythrus), el macaco Rhesus (Macaca mulatta), el gibón de manos blancas (Hylobates lar) y el gorila (Gorilla gorilla gorilla). Con 15.7 ±4.1 g de proteínas, 33.1 ± 9.4 g de grasa y 85.1 ± 7.5 g de lactosa por kg de leche, leche de mono verde no difieren de los de macaco rhesus, y está dentro de la gama de otros primates. Pequeñas cantidades (>1g kg-1) de oligosacáridos, observandose glucosa, galactosa y fucosa. En comparación, la leche del gorila que tiene un bajo contenido de grasa de 13.8 g kg-1, pero altos niveles de oligosacáridos de 7.0 g kg-1 (Osthoff, et al, 2009).

Otros estudios reportan que los primates del Nuevo Mundo como; capuchino (Cebus apella), mono ardilla boliviano (Saimiri boliviensis) y mono aullador de manto (Alouatta palliata) presentan menor concentración de oligosacaridos como lactosa con respecto a macacos (Macaca mulatta, Macaca sinica) y babuinos (Papio hamadryas) primates

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