Ciencia Y Tecnologia ¿angel O Demonio?
lilianarndon26 de Noviembre de 2012
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La Tecnología: ¿Ángel o Demonio?
Hace poco a un hijo mío adolescente le dieron como tarea escribir un ensayo sobre el progreso de la ciencia y la tecnología, analizando si era bueno o malo para el futuro de la humanidad. Estuvimos discutiendo un rato sobre el tema y me sorprendieron varios de sus argumentos. Obviamente, para un tecnólogo recalcitrante como yo resulta difícil no tomar partido desde el comienzo, y uno tiende a asignarle valor absoluto al conocimiento en sí mismo, independiente de sus posibles aplicaciones o usos concretos.
Sin embargo, desde el punto de vista de un ciudadano común, resulta difícil aceptar que el conocimiento asociado a la energía nuclear no esté asociado a su uso militar o que la investigación en biotecnología no sea culpable de su aplicación en la manipulación genética. Algunos incluso llegan a pedir detener la investigación y el avance tecnológico para evitar daños mayores en el futuro.
Un ejemplo muy cercano es Internet: lo podemos ver como la gran herramienta de operación cotidiana, de la democratización total de los contenidos y del acceso inmediato al conocimiento completo de la humanidad. Pero también como el mundo ideal del espionaje, del fin de la privacidad (ver columna de A. Hevia), de las redes de terrorismo, una nueva fuente de ataques militares y de información peligrosa para hacer bombas, atentados, etc.
Al final, la tecnología no es la culpable. Todo conocimiento será usado y abusado por la humanidad para diversos fines. Aunque parezca sorprendente, mucha tecnología ha sido inventada sin pensar en sus aplicaciones prácticas o pensando en aplicaciones totalmente distintas a las que finalmente aparecieron. Por ejemplo, el rayo láser durante un tiempo fue la solución de la búsqueda de un problema; sus inventores estaban fascinados con poder alinear los rayos de luz, pero no tenían idea para qué podía servir. Hoy en día se usa para leer los códigos de barra en los supermercados, los CD, para medir distancias, transmitir datos en fibras ópticas a través del océano y… para fijar la mira de rifles militares y guiar misiles a su objetivo.
Entender el mundo que nos rodea, plantearnos preguntas difíciles y buscar respuestas por curiosidad son motores esenciales del desarrollo humano. Nada peor que dejar de buscar sólo por miedo a lo que podemos encontrar, o inventar respuestas fáciles para evitar aceptar que el problema es realmente difícil (lo más fácil es la teoría del complot: que las grandes empresas, los grandes gobiernos o la iglesia de turno controlan el planeta y las tecnologías para garantizar su supervivencia).
Tratar de detener el conocimiento científico o el avance tecnológico no es sólo una mala idea, es también un crimen contra la humanidad. Nuestra única chance de sobrevivir como especie es seguir buscando soluciones creativas a los problemas que nosotros mismos hemos creado. La misma ciencia y tecnología que hemos usado para vivir mejor y para destruirnos es la que nos permitirá construir un futuro viable, claro, si tomamos la decisión de usarla para ello.
En este camino, Internet es un eslabón crucial de comunicación global, para acercarnos a esos otros seres humanos que parecían tan lejanos, para encontrar los elementos comunes que unen a las culturas y romper las fronteras que nos aíslan y hacen percibir al resto como enemigos. Y, por tanto, en aceptar que este planeta y esta vida son únicos y más vale que los usemos bien.
CIENCIA Y TECNOLOGIA
¿ANGEL O DEMONIO?
El extraordinario avance experimentador por las diferentes tecnologías y su introducción en casi todos los sectores de la sociedad ha revolucionado la mayor parte de las actividades, tanto a nivel macro como micro-económico, lo que trae como consecuencia, la “Era del conocimiento” de un mundo globalizado que exige una alta preparación profesional,
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