Culto a la delgadez y su implicancia el la salud

Culto Moderno a la delgadez

Hoy en día vivimos en una sociedad en la cual el aspecto físico está muy valorado y juzgado, lamentablemente el culto a la delgadez; es una manifestación de la ideología corporal que nos lleva a conseguir  “aquel cuerpo” socialmente aceptado sin importar si ese cuerpo es sano, pues la delgadez  que hoy tanto nos enaltece no corresponde con el cuerpo vital y sabio con el que fuimos concebidos ; mejorar la apariencia física no tiene porque salirse de la tendencia evolutiva que tiene todo ser viviente a mejorar sus condiciones, ni prevalecer sobre la salud.

Los medios de comunicación desempeñan una influencia masiva en la Sociedad, en ocasiones funcionan como un poder más del país,  difunden estereotipos que inciden en cánones erróneos de belleza,  son culpables de promocionar en la población trastornos como la anorexia, la bulimia. Tanto la televisión,  prensa escrita, publicidad, cine, nos “bombardean” en todo momento con imágenes que evocan la delgadez como atributo de belleza, lamentablemente influye en personas vulnerables,  con baja  autoestima, o en quienes no tienen aún una personalidad sólida, tal es el caso de los adolescentes, es abrumador el  mensaje que transmiten que genera que muchos quieran estar en el cuerpo de otro.

La OMS clasifica a la anorexia y bulimia (F50.1 y F50.2) como las 2 principales enfermedades  asociadas a trastornos de la conducta alimentaria. La incidencia en nuestro país  cada vez se ve incrementada, en un 95% de los afectados se trata de mujeres, estos trastornos no miden estatus social, cultural, económico, ni la edad , incluso se está manifestando en niñas desde los 7 años, datos  que hace pensar que estamos haciendo mal en nuestra sociedad; sabemos que nuestro mundo es muy competitivo,  donde el rol de la perfección de la mujer por ser destacada trabajadora, o estudiante, madre de familia, o ama de casa  se condiciona a modelos de belleza impuestos por la sociedad en el que prevalece la delgadez como símbolo de perfección y poder. El año pasado se dieron 100 muertes  y 80000 casos de anorexia con casi quinientos ingresos hospitalarios, hace diez años estos datos eran improbables, y a nivel de la Comunidad Europea  para desgracia estamos a la cabeza en casos de anorexia y bulimia, es lamentable contrastar esta realidad,  pues mientras que en otros países del mundo  muere tanta gente de hambre, a diario 1000 millones de personas pasan hambre todos los días,  aquí se pierdan vidas de tantos jóvenes con todo un futuro por delante a causa de estas enfermedades, fundamentalmente son las víctimas, los jóvenes quienes tienen problemas personales que no saben resolverlos , en lugar de enfrentarlos a ellos , deciden adelgazar como mecanismo  para ser  aceptados, queridos o admirados por los demás.

Cada vez  que pasamos frente a una imagen publicitaria,  u observamos una revista , nos encontramos con innumerables productos light que nos inducen a cuidar la imagen , evitando el engordar no tanto por tema de salud para prever la obesidad sino por estar  delgados por moda, además de ver siempre modelos delgados , somos víctimas de engaños al mostrarnos cuerpos retocados por las tecnologías informáticas que buscan ofrecernos  imágenes estilizadas y perfectas, que muchas veces no corresponden a la realidad, basta tan sólo recordar las fechas electorales en las que incluso los políticos  incurren en aparecer en enormes carteles mucho más jóvenes y delgados que hace  diez años, y que decir de las modelos que trabajan en el frívolo mundo de la moda,  quienes son pesadas antes de ser contratadas en  un desfile , llegando a condicionar sus salarios a descuentos si suben de peso, todo esto genera en muchos casos el uso obligado de cirugías plásticas, no pretendo ser opositora de las cirugías pues si estas nos ofrecen la oportunidad de deshacernos de  complejos,  eliminar defectos físicos,  y mejorar nuestra imagen por nosotros mismos  sentirnos bien y no por satisfacer a los demás considero que son oportunas.

En nuestro país en el año 2006, gracias a que las autoridades Sanitarias tomaron la decisión de exigir que las modelos en la pasarela de Cibeles tengan un índice de masa corporal mayor a dieciocho; con esto de una u otra  forma se  evita que la moda transmita cánones de belleza asociados a riesgos para la salud, pero aún queda mucho por hacer sobre todo en el ámbito de la gestión sanitaria, como por ejemplo,  establecer medidas encaminadas a facilitar ambulatoriamente, siempre que  sea posible , tratamiento para las personas que sufren de bulimia, anorexia, u otro trastorno alimentario, la sanidad pública necesita contar con más profesionales especializados y cualificados, que traten estas enfermedades, una tarea ardua  con índices poco favorables ya que sólo una tercera parte de los pacientes logran curarse definitivamente.

Quizás  sea una alternativa para contrarrestar  este fenómeno social y físico, valorar el desarrollo personal y no la perfección física asociada a la delgadez, para destacar no hace falta asociar la apariencia  como prioridad en nuestra vidas, más bien es importante fijar nuestra propia identidad, nuestro cuerpo no es un escaparate, somos personas que poseemos además de un físico, elementos intrínsecos e importantes como la personalidad, los  valores, etc.

El culto exacerbado a la delgadez no sólo implica el rechazo a la gordura,  que inclusive desde niñas lo arrastramos  indirectamente basta con sólo recordar  nuestra infancia, para muchas de nosotras, nuestra compañera favorita  de juego  ha sido la tan conocida muñeca “Barbie”, que representa  la imagen corporal de una mujer joven irreal, que conlleva a un riesgo en las niñas que traten de emularla y se vuelvan anoréxicas o bulímicas, esta  muñeca está diseñada a la escala de una mujer de 1.75 m de altura,  91cm de pecho,  46 cm de cintura y 84 cm de caderas, si esto fuese cierto carecería de porcentaje de masa corporal del  17 % , necesario para que siquiera pueda menstruar, es decir  la pobre no podría ni siquiera sobrevivir con esas medidas, el cuerpo de esta muñeca desde los años 50 sigue siendo un ideal imposible de alcanzar, aunque también hay que destacar que ha evolucionado con el rol de la mujer en la sociedad a lo largo de los años, no nos sorprenderá ver las diferentes versiones de  Barbie  que va desde la profesional, embajadora de ONU, hasta la candidata a la presidencia, y que decir también del muñeco “Ken”, habrá que mencionar siempre a nuestros niños que Barbie es tan  sólo una muñeca que representa  un cuerpo ficticio, que nunca se casó, no tuvo hijos, e inclusive se separó del novio, tan cierto como irónico.

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