¿Deberían los profesionales de la salud aplicar la eutanasia activa en enfermedades crónicas degenerativas (Huntington) en pacientes de la tercera edad en etapas iniciales?
Isaac LiñanEnsayo16 de Noviembre de 2017
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¿Deberían los profesionales de la salud aplicar la eutanasia activa en enfermedades crónicas degenerativas (Huntington) en pacientes de la tercera edad en etapas iniciales?
Antecedentes
En la actualidad es una realidad que tanto en nuestro país como en diferentes lugares del mundo el personal de la salud, principalmente médicos, al ver que el paciente tiene algún tipo de enfermedad crónico-degenerativa que lo llevará a un estado, en el cual el paciente sabe que ya no podrá sanarse llevándolo a un estado de crítico sufrimiento, dolor y neurosis, en ese momento lo que desean es tener una muerte digna sin dolor y para ellos la eutanasia es una buena opción, en la cual simplemente se reduciría su tiempo de agonía. Sin embargo, según Moisés Sánchez Limón, conforme a diferentes artículos de la federación y la CDMX el médico terminará en la cárcel, este es un problema ético y además que en México el 45% de enfermos terminales son sometidos a eutanasia (2007), siendo esta una buena suma de casos de pacientes a discutir. Para este ensayo, se trabajará con corrientes éticas como el utilitarismo, el personalismo, la deontología y con un énfasis en la corriente del principalismo que se presenta en la bioética. Se analizaran autores como Kant, Jeremy Bentham, y Van Rensselaer Potter. Se analizaran argumentos que tengan un razonamiento a favor para poder resolver este dilema que entra dentro del campo de las ciencias de la salud pero que a cualquier persona le puede pasar.
Dilema Ético
¿Deberían los profesionales de la salud aplicar la eutanasia activa en enfermedades crónico-degenerativas (Enfermedad de Huntington) en pacientes de la tercera edad en etapas iniciales? Como se mencionó antes, este dilema es importante que se considere ya que son situaciones que cualquier persona puede sufrir en cualquier momento de su vida. Es importante que este dilema se estudie y analice, ya que el encontrar una posible solución razonada, se puede cambiar el futuro de la ética médica.
Evolución de la situación
En la antigua Grecia no se planteaban hechos morales sobre la eutanasia. Sin embargo Hipócrates se opuso a tal práctica y obligó a los médicos a dejar de utilizar la eutanasia activa y la ayuda al suicidio estipulándolo en el juramento hipocrático. Durante la edad romana se vivió una misma situación ya que la antigua Grecia tenía costumbres parecidas al pueblo griego.
Durante la edad media y el cristianismo como corriente se determinó esta práctica como un pecado. La eutanasia era vista como suicidio u homicidio, ya que sólo Dios puede quitarle la vida a una persona.
Para el tiempo de la modernidad se comienza a pensar que la perspectiva cristiana no es la única, de modo que las ciencias naturales y la medicina, cobran mucha importancia. En el 1623 el filósofo Francis Bacon fue el primero en retomar el tema de la eutanasia y la diferenció en exterior e interior. Para él la eutanasia exterior era la muerte del cuerpo, mientras que la eutanasia interior es la preparación del espíritu para la muerte. Él veía la eutanasia como el arte del buen morir y le da importancia a que los médicos ayuden a los enfermos a morir eutanasia pasiva.
Para el sigo XIX, surgen enfoques como el darwinismo social y la eugenesia, donde se utilizan las leyes biológicas para el perfeccionamiento de la raza. Ya en el siglo XX varias sociedades se vieron dentro de la necesidad de realizar la eutanasia en personas que no eran capaces de cumplir la agenda racial o biológica, como lo que el gobierno nacional socialista alemán realizo antes y durante la segunda guerra mundial.
Un caso que se suscitó en Holanda de la eutanasia a tres personas con la enfermedad de Huntington, ha movido a médicos y expertos en ética a pedir la revisión de la Ley de Eutanasia. Siendo Holanda y Bélgica países que aceptan la eutanasia para terminar con el sufrimiento de enfermedades crónico-degenerativas.
Marco Teórico
Para empezar, se necesita hablar y describir desde qué punto de vista estaremos resolviendo esta problemática, la cual es la ética utilitarista se define como:
“Por utilitarismo se entiende una concepción de la moral según la cual lo bueno no es sino lo útil, convirtiéndose, en consecuencia, el principio de utilidad en el principio fundamental, según el cual juzgar la moralidad de nuestros actos. Es posible encontrar sus principales teóricos en J. Bentham, James Mill y J. Stuart Mill. Para estos autores, de lo que se trata es de convertir la moral en ciencia positiva, capaz de permitir la transformación social hacia la felicidad colectiva.” (Sánchez S.)
De tal manera que el utilitarismo busca llegar al mayor número de beneficiados que perjudicados. Esto sin dañar a nadie.
También se utilizarán otras éticas:
Personalismo: “La bioética personalista. El eje de todo el debate es la persona y su cualidad de ser digna. Sobre los intereses de otras personas o de instituciones y sociedades está el bien último del individuo.” (Escobar y Escobar 2010)
Principialismo: “En 1970, se acuña el término bioética por el oncólogo norteamericano Potter. […]En 1978, aparece el Informe Belmont, uno de los primeros documentos escritos sobre bioética, en el que se reconocía la autonomía, la práctica profesional beneficiente y la justicia.
En 1979, Beauchamp y Childress introducen el concepto de no maleficencia.” (Gómez Sánchez 2009)
Así, el principialismo de Van Rensselaer Potter nos habla acerca de 4 principios:
• Autonomía: Se debe respetar la decisión del paciente, siempre y cuando, esté dentro de sus facultades mentales para poder decicidir.
• Beneficencia: Hacer el bien.
• No maleficencia: No causar daño.
• Justicia: Se deben de tratar a todos los pacientes por igual, con la misma cantidad de tratamiento, medicamento y equipo de ser necesario.
Por último, se definirá la práctica médica del que se hablara: La eutanasia es un derivado del vocablo griego “Euthanatos que significa “el bien morir”, este es un dilema que existe actualmente en el área de la salud, en el que en ocasiones se presentan situaciones de enfermedades terminales, en este caso Huntington. Una enfermedad en la cual debido a su gravedad solo ocasiona dolor y sufrimiento al paciente. (Chun, M. 2011)
Primero que nada se pondrán de manifiesto los síntomas y adversidades que presenta el paciente con enfermedad de Huntington en el cual los pacientes tienen un pronóstico malo para la vida, presentando irritabilidad, paranoia, psicosis, malhumor.
Por otra parte también se manifiestan movimientos incontrolables y demencia que empeora lentamente llevando consigo pérdida de la capacidad de discernimiento, pérdida de la memoria y habilidades del lenguaje, desorientación y discapacidad para deglutir. Una vez diagnosticado el paciente el tiempo de vida promedio es alrededor de 15 a 20 años.
La eutanasia se vuelve una salida viable para cumplir con los principios de la ética principalista, donde el principio de no maleficencia “Primum non Nocere” (lo primero es no dañar) queda en el dilema al dejar cualquier tratamiento que se aplique, ya que será en vano una vez que los recursos médicos disponibles para el uso en ese paciente se hayan agotado llevándose a cabo un caso de futilidad médica, en ese momento los perjuicios serán mayores que los beneficios, por otra parte si el paciente a través de su propia decisión y haciendo uso completo de sus facultades mentales en las etapas iniciales de la enfermedad, decide morir, se debería cumplir su voluntad respetando su principio de autonomía.
Uno de los debates que existe con respecto a la eutanasia es, si la persona está en un estado en el cual su enfermedad le provocará sufrimiento y se le suspenden todos los tratamientos que lo disminuyen ¿Deberá esto considerarse como una acción eutanásica? Las opiniones son muy diversas, algunas a favor y otras en contra.
La decisión de optar por la eutanasia no será fácil y habrá que tener en cuenta la autonomía del paciente para la toma de decisiones, es por ello que nos enfocamos en que la decisión sea tomada por el paciente en la etapa inicial de la enfermedad cuando está aún no le arrebata la autonomía, en caso de no poder hacerlo, los familiares de primer orden o los encargados legales de la persona, por ejemplo, cuando el paciente se encuentra con muerte cerebral son los responsables de la toma de decisiones.
Se han tomado en cuenta diferentes puntos de vista que chocan entre sí para poder llegar a una solución viable para este problema que se presenta. A lo largo de esta investigación se han cuestionado varios aspectos (por ejemplo, si se está tomando la vida de la persona como un simple objeto sin dignidad; si la decisión de una persona impactaría en nuevos campos de la medicina; si la muerte es una salida efectiva del sufrimiento, ¿se podrá controlar a un nivel donde solamente sea una solución usada como último recurso?; etc.) Es un hecho, que si vemos la eutanasia como una libertad de decidir, pues se crearían más problemas ya que se caería en un área donde se le abrirían las puertas a la legalización del suicidio. Ahora lo que tratamos aquí es sobre una enfermedad la cual no se tiene ninguna esperanza de vida. Imaginemos que se tiene a un paciente con esa enfermedad y que se le informa que tiene una sobrevida de 10 años antes de que se agrave su condición. Este mismo paciente pide eutanasia como método para terminar su sufrimiento. Aquí podemos introducirnos en muchos dilemas éticos dónde siempre se va a considerar lo que la ley dicta. Pero qué tal si es un país como Holanda, donde se reportaron 5.516 muertes y que esta misma sigue siendo una práctica que está ganando popularidad en este país europeo (Ferrer, 2017).
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