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Dieta Versus Suplementos


Enviado por   •  14 de Octubre de 2014  •  2.269 Palabras (10 Páginas)  •  158 Visitas

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Dieta versus suplementos: La opción de preferencia para satisfacer las necesidades nutricionales es hacerlo siguiendo una dieta. Las vitaminas, los minerales y los fitoquímicos (una variedad de compuestos producidos por las plantas) necesarios para ayudar al cuerpo a luchar contra el cáncer se encuentran en una dieta equilibrada que haga hincapié en los alimentos a base de vegetal. De acuerdo con la bibliografía disponible basada en la nutrición, se ha observado una relación proporcionalmente inversa entre el consumo de frutas y vegetales y el riesgo de cáncer. En otras palabras, comer más frutas y vegetales puede disminuir el riesgo de cáncer.

Es difícil determinar si un nutriente específico es protector, o si lo es una combinación y proporción específicas de fitoquímicos. El objetivo principal es mantener una dieta bien equilibrada a base de vegetales, baja en grasas y azúcares, para ayudar a reducir el riesgo de cáncer. Las recomendaciones incluyen comer por lo menos 5 porciones de frutas y vegetales variados al día, junto con un consumo de harinas y féculas que incluya de 2 a 3 porciones de cereales integrales.

Las investigaciones sobre el cáncer no han demostrado que tomar suplementos de vitaminas en forma individual proporcione una mayor protección que el consumo de frutas y vegetales. De hecho, se llevaron a cabo tres estudios clínicos sobre los efectos protectores del betacaroteno y el cáncer de pulmón, y en dos de estos estudios se observó una mayor asociación de este cáncer en fumadores de cigarrillos al suministrarles suplementos de betacaroteno. El tercer estudio no demostró ningún beneficio ni ningún perjuicio como resultado del betacaroteno.

El término fitoquímicos hace referencia a una amplia variedad de compuestos producidos por las plantas. Estos compuestos se encuentran en frutas, vegetales, frijoles (granos), cereales y otras plantas. Existen miles de fitoquímicos y se clasifican en grupos, como los polifenoles (de los cuales los flavonoides son un subgrupo), antioxidantes (que incluyen los carotenoides) y sulfuros. Los fitoquímicos poseen una acción antioxidante o bien una acción parecida a la de las hormonas.

Los flavonoides se encuentran en los frijoles de soja, los productos de soja, los garbanzos, el regaliz y el té. Son sustancias similares al estrógeno, llamadas fitoestrógenos, que producen las plantas.

Los antioxidantes por lo general se encuentran en vegetales tales como el brócoli, las coles de Bruselas, la col o el repollo y la coliflor. Existen muchos tipos de fitoquímicos que entran en esta categoría, incluyendo los carotenoides que se encuentran en la zanahoria, el ñame, el melón cantaloup, el calabacín y el albaricoque. El término antioxidante a menudo se asocia con las vitaminas y la protección contra el cáncer. Entre los antioxidantes se encuentran la vitamina C, la vitamina E, el selenio y los carotenoides. Estos nutrientes se asocian a un menor riesgo de cáncer debido a su capacidad para contrarrestar los radicales libres del cuerpo. Los radicales libres son compuestos reactivos que pueden dañar a las células normales.

Los sulfuros se encuentran en el ajo y la cebolla y pueden desempeñar una función en la reducción del riesgo de cáncer de estómago. Estos nutrientes se encuentran de forma natural en muchas frutas y vegetales. Debido a su asociación protectora en los alimentos, los investigadores intentan determinar si existe este beneficio con los fitoquímicos complementarios.

Las hierbas se han usado desde hace siglos para tratar enfermedades. Muchas son seguras y otras pueden tener efectos secundarios graves y nocivos, y posiblemente pueden interferir en las terapias contra el cáncer como la quimioterapia, la terapia de radiación y la recuperación de una cirugía. Un ejemplo reciente de ello es el descubrimiento de que los niveles de quimioterapia en el cuerpo se veían reducidos en personas que tomaban hipérico o "hierba de San Juan".

Como medidas de precaución informe a su equipo de atención médica acerca de los productos herbales que utiliza o piensa utilizar antes, durante o después de la quimioterapia. Solicite a su médico, enfermera o dietista información confiable acerca de los suplementos dietéticos. En caso de experimentar efectos secundarios tales como dificultades para respirar, comezón, entumecimiento u hormigueo en las extremidades, deje de consumir estos productos de inmediato y comuníquese con su médico.

Aún no se conocen con certeza cuáles son los beneficios de complementar la dieta con diversos fitoquímicos y hierbas para ayudar a prevenir o combatir el cáncer. Se están realizando muchos estudios en relación con la administración de suplementos o megadosis de diferentes fitoquímicos o hierbas. Aparentemente, gran parte de los datos alentadores en relación con las hierbas, las vitaminas y el cáncer se han observado en estudios con animales, lo que no necesariamente significa que se obtendrían los mismos resultados en estudios con humanos. En estos momentos, no hay suficientes datos consistentes y significativos como para sacar conclusiones sólidas o asociaciones para recomendar el uso de suplementos.

El uso de vitaminas, minerales, hierbas y la quimioterapia o terapia de radiación para el cáncer

Se están realizando investigaciones para determinar la seguridad y los posibles beneficios del uso de hierbas, antioxidantes, vitaminas y minerales durante los tratamientos.

Megadosis: la bibliografía disponible no ha demostrado que tomar vitaminas en dosis pequeñas o grandes ayude a prevenir o revertir el cáncer. Se ha demostrado que, en algunos casos, las megadosis de vitaminas pueden ser tóxicas o nocivas.

Las vitaminas hidrosolubles por lo general son inofensivas gracias a la capacidad del cuerpo de eliminar el exceso de vitaminas en forma de desechos. En algunos casos, pueden tener efectos negativos; por ejemplo, las dosis elevadas de vitamina C pueden aumentar el riesgo de formar cálculos renales de oxalato, lo que se traduce en un riesgo mayor para las personas con insuficiencia renal. La vitamina B6 (piridoxina), incluso en dosis moderadas, podría provocar daños nerviosos.

Por su parte, las vitaminas liposolubles en grandes dosis, todo lo contrario a combatir enfermedades como el cáncer, pueden volverse tóxicas, ya que se acumulan en el cuerpo. La toxicidad de la vitamina A puede producir cambios en el desarrollo óseo, aumento de tamaño del hígado, anemia y pérdida de cabello. La vitamina D en dosis elevadas puede generar altos niveles de calcio

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