Dignidad del Abogado ensayo
Jorge Vázquez MichelEnsayo1 de Septiembre de 2018
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Dignidad del Abogado. | 1 de septiembre 2018 |
Jorge Armando Vázquez Michel | Ética jurídica. |
Contenido
Introducción 3
Algunas consideraciones sobre ética profesional 4
Dignidad del abogado 4
La justicia y el derecho 5
El cambio y el derecho 5
Caridad y justicia 6
El abogado, procurador de la justicia y curador de la libertad 6
Códigos de ética profesional y deberes del abogado 6
Servidor del derecho y coadyuvante de la justicia 7
Honor y dignidad profesionales 7
Probidad y buena fe 7
Gestiones dilatorias 7
Cohecho 8
Influencias sobre el juzgador 8
Libertad para aceptar o rechazar asuntos 8
Obligación de defender a indigentes 8
Secreto profesional 9
Deberes de decoro 9
Deberes para con el cliente 10
Obligaciones frente a los jueces 10
Honorarios 10
Pacto de Cuota Litis 11
Interés del Abogado en el asunto 11
Deberes entre los abogados 11
Asociaciones de abogados 12
Vigencia y aplicación de la ética profesional 12
De los Jueces 12
Mandamiento de los jueces 13
Delitos contra la administración de la justicia 13
Justicia retardada 14
Conciencia recta 14
Introducción
E
n éste ensayo se aborda algunas recomendaciones y el deber ser de la ética profesional del abogado expuestas por el Lic. José Campillo Sáinz, quién fue un destacable profesor en la Facultad de Derecho de la UNAM, así como subdirector y después titular de la Secretaría de Industria y Comercio en tiempos de el ex presidente Luis Echeverría Álvarez y también Director General del Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores con Miguel de la Madrid; destacando tan prolifera experiencia laboral, no cabe la duda que el Lic. José Campillo sabía aconsejar sobre cómo construir la ética y razonamiento, así también cómo se debe servir a la justicia.
Algunas consideraciones sobre ética profesional
“La abogacía puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios” Eduardo Couture.
Empezando con esta célebre frase de Eduardo Couture, empezamos a hilar el tópico del cual habla el Lic. José Campillo, la vida del abogado, el abogado en la sociedad y en la historia. Sea la época que sea, en cualquier parte del mundo, nuestra profesión está expuesta permanentemente a tentaciones y flaquezas; éste libro se público en el año 1987 y en pleno 2018, 31 años después, cualquier colega del gremio puede sentirse identificado con las mismas críticas, sátiras y burlas, de el leguleyo que sigue extendiendo el pleito y no busca la rápida solución, o el huizachero, que abunda en las universidades y en las afueras de las juntas locales de Conciliación y Arbitraje del país. Sin embargo destaca el reconocimiento de los meritos de nuestros antecesores en el oficio, que han sido rescatados por reyes, estadistas, filósofos y poetas ó como en Atenas se les llamó consejeros de los reyes y gobernantes de los pueblos; en Roma Sacerdotes y profetas de la justicia; en España eran considerados caballeros y después de 20 años de estudiar el derecho, debían tener rangos de condes y ser tenidos quitos de pechos, como él lo menciona. Palabras muy bellas para describir la profesión, sin duda, pero que lamentablemente se no se transforman a la realidad tanto como deberían, por lo cual estoy convencido de que el Lic. José Campillo quería contribuir a cambiar esta realidad, para que el abogado del futuro se apegue más al servicio de la justicia, con una ética y reputación impecable.
Dignidad del abogado
La dignidad del abogado, y al mi parecer, de cualquier otra profesión, se puede apreciar si tomamos en cuenta el fin que persigue. El fin que persigue el Abogado es (en teoría) la realización de la justicia por medio del derecho, y el Derecho en sí, un medio de encontrar la justicia, el orden, la seguridad, la libertad, y la paz que estos a su vez, concreta en servir al perfeccionamiento y realización del hombre.
Se dice que el hombre es libre cuando las leyes son justas y el derecho se realiza, que la injusticia es una forma de servidumbre y violencia, de tal forma que podemos afirmar que el Derecho es la herramienta fundamental en la convivencia humana y la libertad de la misma. Una sociedad sin seguridad ni orden no puede existir, pero una seguridad fundada en arbitrariedad sería violencia sin justicia, y sin un orden justo sería un grave desorden moral que no persigue los fines del Derecho. El abogado tiene también la encomienda de ser defensor de la Libertad, sin ella el ejercicio de su vocación estaría secuestrada, cómo lo describe el autor, ¿cómo sería posible demandar querellarse u oponerse y enfrentarse a la arbitrariedad o abuso del poder, sin libertad?, es por lo cual muy importante defender la libertad, tanto la de uno mismo como de aquellos que encomiendan su defensa, ya que hoy en día, a pesar de tantos mecanismos legales que ayudan a proteger la libertad nuestro sistema legislativo y judicial mexicano, son susceptibles a que sean violados por intereses ajenos al de la población fuera de la política.
Protágoras dice en el dialogo platónico que los dioses hicieron a los hombres el don de la justicia, para que no se destruyeran entre sí. Cuando la justicia se aleja de una sociedad, su lugar lo ocupa la violencia. La violencia que ejercen los fuertes y los poderosos sobre los débiles y la violencia a la que acudirán los débiles como recurso supremo contra la explotación o la opresión.
La justicia y el derecho
La justicia es el valor dominante entre aquéllos que el derecho aspira a realizar. Ulpiano la definió como la perpetua y constante voluntad de dar a cada uno lo suyo. De esta definición se plantea la pregunta ¿qué es lo suyo? La respuesta que parece más obvia es dar la contraprestación correspondiente de lo que se da en una prestación originaria, hasta ahí parece una respuesta correcta, pero también debemos de tomar en cuenta, por ejemplo, el derecho a la existencia, a la vida libre y digna, que sin que se dé una prestación originaria tiene el derecho sin otorgar contraprestación alguna. Como se comenta en el texto, la formula de Ulpiano se ha ido enriquecido y adquiere mayores y más ricos significados, hoy en día el derecho se ha ampliado de manera exponencial, desde la abolición de la esclavitud; la extensión del sufragio a las mujeres y reconocimientos de sus derechos; los derechos sociales y al trabajo; a la condenación de la discriminación; hasta la legalización del matrimonio igualitario; legalización de la marihuana, etc. Como Couture dijo: “En el derecho hay otros valores involucrados; pero el que lo define esencialmente es la justicia. Por lo cual es oportuno decir, La justicia nos manda a tratar igual a los iguales y de manera proporcionalmente desigual a los desiguales. El derecho no es más que un medio de alcanzar la justicia y creo relevante la distinción que realiza el autor sobre esto: “Los tribunales en el que se aplica el derecho no reciben en su jerarquía máxima el nombre de Tribunales de derecho, sino, como en nuestro país, se titulan Suprema Corte de Justicia.”.
El cambio y el derecho
El abogado es el notario de la historia dice Diego Valdés, refiriendo a que recoge tanto en leyes e instituciones el progreso de la humanidad y de su marcha ascendente hacia formas más elevadas de justicia y libertad.
Sin duda el abogado es un factor de cambio en el derecho como se menciona en el texto; que a través del derecho se moldeen las nuevas convicciones, necesidades, nuevos datos morales y sociales que se despiertan en la conciencia colectiva y a las aspiraciones siempre cambiantes del hombre, que sin la acción pertinente del abogado no podrían los cambios ser efectivamente entendidos y/o aceptados por las autoridades.
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