ESQUEMA DE PLANEACION INSTRUCCIONAL

ESQUEMA DE PLANEACIÓN INSTRUCCIONAL Y EL MODELO DE APRENDIZAJE DE CONCEPTOS CIENTÍFICOS

En la enseñanza de ciencias nos enfrentamos al gran reto de lograr construir concepciones científicas en los estudiantes partiendo de sus preconcepciones científicas (los cuales contienen conocimientos con fundamentes incompletos). Los estudiantes no le encuentran sentido ni utilidad a los conceptos que se abordan en la materia de ciencias pues nos los comprenden.

El esquema de planeación instruccional de Koba y Tweed presenta una propuesta con algunas estrategias que incrementan la motivación de los estudiantes por aprender y lograr cambios conceptuales en los mismos a través la intervención del docente en el proceso de enseñanza-aprendizaje de conceptos científicos.

La parte fundamental del esquema instruccional es la reconstrucción de ideas propias y la revisión de los modelos mentales y marcos conceptuales a través de la confrontación con los conceptos científicos establecidos.

El esquema está dividido en dos fases y una serie de pasos en cada una de las mismas. La primera fase se denomina predictiva. En esta fase el maestro determina los entendimientos esenciales de la lección, la secuencia de blancos de aprendizaje que conduce a estos entendimientos, y los criterios con los que se determina cada entendimiento. La siguiente fase se denomina responsiva y consiste en la planeación e implementación de la instrucción de un blanco de aprendizaje a la vez a partir de la identificación de preconcepciones, obtención y confrontar preconceptos, y por último la construcción de sentido. Cuando se habla de enfocar la instrucción hacia el blanco conceptual se refiere a que tener en claro cuál es la concepción científica que se pretende que adquiera el estudiante.

Mientras que la fase predictiva está basada en investigación, la fase responsiva implementa un plan basado en investigación y responde a las ideas de los estudiantes.

En la fase responsiva se identifican las preconcepciones tanto las erróneas como las preconcepciones comunes identificadas en la investigación como la de los estudiantes. Este paso en esencial para fundamentar la planeación instruccional. Ya que se conocen los conocimientos conceptuales de los estudiantes, se pueden seleccionar las herramientas y las estrategias que conducirán al proceso del cambio conceptual. Los maestros deben elegir las estrategias que enganchen a los estudiantes a través del cuestionamiento, discusiones y otros métodos que ayuden a que ellos creen conexiones entre sus ideas y lo que se quiere que aprendan. Más adelante se puede pediré a los estudiantes que hagan un contraste entre sus ideas iniciales y su aprendizaje obtenido para que determinen como cambio su pensamiento.

Por último, se deberán determinar los criterios para demostrar el entendimiento de cada una de las metas de aprendizaje. Los maestros deben identificar las submetas y secuenciarlas para que los estudiantes avancen hasta la última meta de aprendizaje. Para enganchar el aprendizaje se debe asegurar que las distancias no sean tan grandes que provoque la renuncia de los estudiantes ni tan pequeñas que los estudiantes las identifiquen demasiado pronto y se aburran.

El resultado esperado del profesor debería ser el aprendizaje, presentado en una secuencia que ayude a los estudiantes a ligar su pensamiento a las ideas científicas.

Los maestros necesitan saber y entender los contenidos para estar seguros de que saben lo que los estudiantes deben aprender.

La clave de un aprendizaje exitoso es la planeación de experiencias que permita hacerse de conceptos científicos importantes y asegurarse de que los estudiantes construyan el sentido a los conceptos.

En conclusión, según el Esquema de Planeación Instruccional los maestros deben encontrar las preconcepciones posibles de los estudiantes, determinar el

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