ETAPAS DEL DESARROLLO PRENATAL
Neisimar LoretoEnsayo6 de Agosto de 2021
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ETAPAS DEL DESARROLLO PRENATAL
El desarrollo biológico del individuo comienza con la concepción, es decir, cuando un espermatozoide fecunda un óvulo, dando lugar a una célula simple llamada zigoto. Poco tiempo después de la fecundación, el zigoto se dividirá múltiples veces para formar los distintos tipos de células y tejidos que conforman el ser humano y, en particular, el sistema nervioso y el cerebro.
El desarrollo prenatal comienza con la concepción o fertilización que se produce cuando una célula masculina se une a una célula femenina, dando lugar a una nueva célula simple que llamamos zigoto. Las células sexuales masculinas y femeninas, llamadas gametos, contienen 23 cromosomas y se forman a través de la meiosis*. De esta manera, el zigoto recibe 23 cromosomas de la madre y 23 del padre.
El proceso por el cual la célula denominada zigoto se convierte en un nuevo ser independiente, es decir el proceso de gestación, dura alrededor de 38 semanas y se divide en tres etapas. El periodo germinal que abarca desde la concepción hasta las dos primeras semanas y que se caracteriza porque el zigoto se multiplica rápidamente y se mueve a través de las trompas de Falopio hacia el útero. Allí residirá a lo largo de nueve meses aproximadamente. El periodo embrionario que abarca desde la tercera a la octava semana y que se caracteriza fundamentalmente porque empiezan a configurarse los distintos órganos. En este periodo el nuevo organismo se llama embrión. Finalmente, el periodo fetal que transcurre desde la octava semana hasta el nacimiento. La principal tarea del feto —que es como se denomina ahora— es establecer las funciones de los distintos órganos e incrementar su tamaño y su peso. Pero veamos de manera más detallada los tres periodos a los que acabamos de aludir.
- El periodo germinal. Desde la concepción hasta las dos primeras semanas (Desde la concepción a las dos primeras semanas. La unión de un espermatozoide y un óvulo (ambos con 23 cromosomas cada uno) da lugar a lo que denominamos zigoto (46 cromosomas). Aparece la placenta y el cordón umbilical.)
La concepción tiene lugar cuando uno de los millones de espermatozoides que produce normalmente una eyaculación es capaz de penetrar un óvulo. En este momento el zigoto inicia el proceso de la división celular mediante mitosis que acabará produciendo un cuerpo humano. El zigoto tarda alrededor de tres días en ir desde las trompas de Falopio al útero y unos cuatro o cinco días más en instalarse en las ricas paredes nutrientes del útero. Cuando hayan pasado ya las dos primeras semanas de gestación, las células se habrán multiplicado en gran número y, al mismo tiempo, empezarán a diferenciarse según las distintas instrucciones genéticas. El embrión posee una membrana externa (corión) y una interna (amnios) que le rodea y protege. Igualmente, con el microscopio se puede observar la placenta, un órgano efímero (sólo dura el tiempo que dura el embarazo) que permite la estrecha relación existente entre el nuevo organismo y la madre y atiende las necesidades de respiración, nutrición y excreción del feto durante su desarrollo. A partir de la placenta se desarrolla el cordón umbilical cuya función es el traspaso de oxígeno y nutrientes de la sangre de la madre a la del nuevo ser.
¿Cómo es posible que siendo todas las células del zigoto idénticas unas vayan destinadas a formar el hígado, otras a constituir los pulmones, etc.? Se supone que la diferenciación de las células se produce gracias a una sustancia llamada activina. Las células que reciban mayor cantidad de activina crean el endodermo que formarán el aparato digestivo y el respiratorio. Aquéllas que reciben una concentración media de activina crean el mesodermo que dará lugar a los huesos, músculos, sangre, riñones y corazón. Por último, las células con menos cantidad de activina crearán el ectodermo que dará lugar al sistema nervioso, la piel, el pelo y los órganos sensoriales. Al cabo de estas dos semanas el futuro ser está perfectamente anclado en el útero en el que las hormonas maternas han preparado la cavidad para el desarrollo del zigoto.
- El periodo embrionario (Desde la tercera semana hasta la octava. Se configuran los distintos órganos. Principios que guían el desarrollo: proximodistal y cefalocaudal.)
Si la implantación del nuevo organismo tiene lugar con éxito, nos situamos en este segundo periodo que abarca desde la tercera semana hasta la octava y en la que éste se denomina embrión. En esta etapa se desarrollan los órganos y los principales sistemas del cuerpo: nervioso, respiratorio y digestivo. Es un periodo muy crítico en el embarazo puesto que el embrión es muy vulnerable a las influencias del ambiente prenatal. Es la época en la que se pueden producir alteraciones congénitas tales como la sordera, el paladar hendido, la ceguera. Aquellos embriones que han sido afectados muy gravemente, por lo general, no sobreviven y se puede producir un aborto espontáneo (Gran, 1966). Existen dos principios que guían el desarrollo del embrión y que continúan actuando después del nacimiento hasta la adolescencia: el principio proximodistal y el cefalocaudal*. A finales del periodo embrionario, el organismo mide aproximadamente 2,5 cm., pero todavía no parece un ser humano (Grobstein, 1988). Aparece una distinción clara entre la cabeza y el cuerpo, e incluso, se pueden distinguir los ojos, la nariz, el labio y la lengua. El corazón late con fuerza, el estómago ya puede producir pequeñas cantidades de jugos digestivos, los riñones purifican la sangre y el sistema endocrino ha comenzado a producir hormonas. Igualmente, los ovarios (en el caso de las niñas) o los testículos (en el caso de los niños) aparecen ya formados. Al final del periodo embrionario todos los órganos están formados de forma muy primitiva por lo que el organismo necesitará varios meses más para poder estar en pleno funcionamiento. Esta es la etapa final, el periodo fetal, que vamos a describir a continuación.
- Etapa fetal. (Desde la novena semana hasta el nacimiento. Es fundamental que el feto produzca surfactante para que logre que el oxígeno pase del aire a la sangre.)
Este período abarca desde la novena semana hasta el nacimiento (38 semanas aproximadamente). En esta fase el feto aumenta 10 veces su longitud y sus proporciones cambian también drásticamente. Pero los cambios no sólo se producen en el nivel externo, sino también en el interno. En líneas generales, se puede decir que los órganos rudimentarios empiezan a adquirir una estructura más precisa y compleja, y establecer sus funciones; asimismo, al principio de la etapa, aparecen ya las primeras células óseas.
A las 16 semanas (4 meses de embarazo) el feto mide entre 15 y 17 cm y pesa alrededor de 100 g. La mayor parte de los sistemas básicos ya están desarrollados, pero el feto no sobreviviría si naciera en este momento debido a que, por una parte, no existe conexión entre las distintas neuronas en el córtex cerebral (Grobstein, 1988), y por otra, no se han desarrollado todavía todas las funciones para poder vivir fuera del útero. El feto no puede respirar de manera independiente ya que todavía el oxígeno necesario para su supervivencia lo recibe a través de la placenta. El feto debe producir un líquido llamado surfactante* que le permitirá transmitir el oxígeno del aire a la sangre. Dicho líquido empieza a producirse hacia las 23 semanas, pero inicialmente la cantidad es muy baja por lo que si naciera en este momento se produciría el llamado síndrome de distrés respiratorio que, habitualmente, es mortal.
Si el feto nace entre las 24 y 28 semanas, en teoría, puede sobrevivir, pero la estadística nos dice que es bastante poco probable. Sólo un 20% logra salir adelante con la vida, pero en condiciones, a veces, extremas: suelen tener problemas pulmonares, hemorragias cerebrales y desórdenes oculares (Meisels y Plunkett, 1988). Finalmente, a partir de las 29 semanas aproximadamente es cuando el feto ya puede sobrevivir por sí mismo. El ritmo del corazón es muy rápido, se acelera la actividad de todos sus órganos y se forma una capa de grasa alrededor de todo el cuerpo para suavizar la piel arrugada tan característica de los recién nacidos. En las últimas ocho o nueve semanas el feto gana unos 225 gr. a la semana. Un niño o una niña que nace a tiempo, en general, mide unos 50 cm y pesa aproximadamente unos 3 kilogramos. Durante el parto, las contracciones uterinas hacen que salga el bebé y posteriormente la placenta a través del cuello uterino y el canal vaginal.
El desarrollo prenatal es, como hemos podido ver, un proceso muy complejo en el que puede haber diferentes problemas y anormalidades fetales, así como diversas complicaciones en el parto. Este tipo de problemas y anormalidades no las vamos a describir porque exceden claramente las pretensiones de este capítulo.
¿Y si nos preguntamos dónde comenzó todo? ¿Alguna vez nos hemos preguntando que somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos? Si entendiéramos cuan fascinante es el milagro de la vida y cual complejo puede ser todos los aspectos hasta que se forma una pequeña personita que será en un futuro un gran hombre o mujer.
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