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Economia Politica


Enviado por   •  2 de Abril de 2014  •  1.147 Palabras (5 Páginas)  •  151 Visitas

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El Dinero y los Precios:

La historia económica de la Europa del siglo XVI está marcada, al mismo tiempo, por la entrada de grandes cantidades de oro y plata provenientes de el Nuevo Mundo, y por el aumento sostenido de los precios. A Jean Bodin le corresponde el mérito de haber relacionado por primera vez ambos fenómenos y, más concretamente, de haber identificado el primero como la causa del segundo. En los albores del siglo XVI, por razones obvias, los aumentos de precios se produce primero en España y con el tiempo se harán notar en Francia donde la inflación se acelera hacia 1550 y se dura hasta 1690. Todo esto coincide con otro hecho importante: en Europa circulan muchas monedas de dudoso valor. Esto servirá para complicar el diagnóstico sobre la verdaderas causas de la inflación; problema en el que se centrará una de las primeras controversias económicas.

En 1563 la Chambre de Comptes de París, movida por el deseo de averiguar las causas del aumento sostenido de los precios, encarga a uno de sus miembros, M. de Malestroit, la elaboración de un informe que será publicado con el título de Les Paradoxes sur le faict des Monnoyes (1563). ¿Cuáles son las paradojas de Malestroit? En primer lugar, la inflación que a todos parece algo tan evidente es, para el autor del informe, algo completamente ilusorio. Según Malestroit, la pérdida de poder adquisitivo del dinero en circulación es completamente imputable a la disminución del contenido metálico de la unidad de cuenta. Este autor se empeña en demostrar que, aunque los precios nominales aumenten, la relación de intercambio entre cada uno de los bienes y el oro y la plata, ha permanecido estable. De modo que la "carestía" sería una ilusión: efectivamente quien compra da más escudos, soles o libras a cambio de los mismos bienes, pero no da más oro o plata. Malestroit concluye entonces que, para evitar esta inflación de unidades de cuenta, lo único que hace falta es aplicar la ortodoxia monetaria de la época manteniendo constante el contenido metálico de las monedas. Malestroit subraya, con su segunda paradoja, que aferrarse a los valores nominales sin tener en cuenta el contenido metálico de las monedas es arriesgarse a sufrir pérdidas de capital; él piensa, con razón, que el rey que percibe sus ingresos en monedas depreciadas no recibe por lo tanto la misma cantidad de oro y de plata que sus predecesores.

Jean Bodin contestará a tales ideas en su Response aux Paradoxes de M. de Malestroit (1568). Su crítica es, en primer lugar, empírica y, a continuación, teórica. Según las cifras de Bodin, El aumento de los precios de los bienes esenciales (el trigo, la tierra, las viñas, las frutas, etc) es muy superior a la depreciación de las monedas. La inflación no es entonces solamente "nominal" (en unidades de cuenta), sino también real (de los precios en términos de oro y plata). Una vez demostrado que la inflación no es una ilusión, Bodin pasa a discutir sus causas. Para él, la causa principal es la abundancia de oro y de plata. El mayor crecimiento de la oferta de metales preciosos en relación con la oferta de los demás bienes, disminuye los precios relativos del oro y la plata con respecto a los demás bienes, o, en otros términos, aumenta los precios de los bienes en términos de oro y plata. El nivel general de precios (el inverso del valor del dinero), se relaciona entonces directamente

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