El agua y el saneamiento sostenible en el ámbito rural

El agua y el saneamiento sostenible en el ámbito rural

El agua es un recurso natural, limitado e insustituible, de vital importancia para el ser humano, es un factor clave para el desarrollo sostenible y solo funciona como recurso renovable si está bien gestionado. El acceso al agua y saneamiento es determinante en la lucha contra la pobreza. Un abastecimiento de agua adecuado es fundamental para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua no tratada, y para garantizar derechos fundamentales como la alimentación, la salud y una vivienda digna. La adecuada provisión de servicios de agua potable y saneamiento genera vastos beneficios sociales y económicos reconocidos en la literatura internacional y nacional. Un servicio de calidad impacta directamente en la salud de la población y presenta otros efectos, principalmente, en términos económicos y de tiempo tanto para las familias como para el gobierno. Inadecuados servicios de saneamiento, higiene o acceso a agua potable incrementan la incidencia de enfermedades.

Hutton & Haller (2004), en su obra titulada “Evaluation of the costs and benefits of water and sanitation improvements at the global level” expresa que diversos patógenos afectan la salud mediante el agua, ya sea porque se generan, se basan o se transmiten por esta. Entre algunas enfermedades derivadas de este problema se encuentran la diarrea, cólera, tifoidea, tracoma, malaria, dengue, entre otras. El impacto principal se refleja en las enfermedades diarreicas. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (2009), en la publicación “Global Health Risks: Mortality and burden of disease attributable to selected major risks”, en el año 2004, a nivel mundial, el 88% de las muertes por diarrea fueron causadas por servicios inadecuados de agua, saneamiento o higiene, el 99% de estas muertes se produjo en países en desarrollo y alrededor del 84% en niños.

Prüs-Üstün, A., Bos, R., Gore, F., & Bartram, J. (2008), en la publicación “Safer water, better health: Costos, benefits and sustainability of interventions to protect and promote health” señalan que la desnutrición infantil causa alrededor de 35% de las muertes de niños menores de cinco años en el mundo y estiman que el 50% de los casos de desnutrición se asocian a infecciones diarreicas o intestinales producto de agua no segura, inadecuado saneamiento o insuficiente higiene. Asimismo, encuentran relación con infecciones intestinales por nemátodos, filariasis linfática, tracoma, esquistosomiasis y malaria. Así, una adecuada oferta de agua, saneamiento e higiene contribuye sustancialmente a la reducción de la incidencia de enfermedades diarreicas. Según la Organización Mundial de la Salud (2014), en la publicación “Preventing diarrhoea through better water, sanitation and hygiene: Exposures and impacts in low-and middle-income countries” da a conocer que en un estudio para 145 países de ingresos bajos y medios, la incidencia de diarrea se puede reducir entre 11% y 16% mediante el uso de servicios básicos de agua y saneamiento como fuentes protegidas y letrinas mejoradas.

En el país, a pesar de los avances alcanzados en el sector agua y saneamiento en términos de cobertura, un problema persistente es la insostenibilidad de las inversiones. En algunos casos se transfirieron recursos solo para obras de ingeniería, es decir la infraestructura, y no para otros componentes como educación sanitaria y apoyo a la gestión de los servicios, por lo que no se garantiza la sostenibilidad de las inversiones en los proyectos de agua potable y saneamiento. La falta de acceso a un adecuado servicio de agua y saneamiento constituyen la primera causa de contaminación del agua por desechos humanos, animales o químicos.

No obstante ello, a la fecha se ha realizado importantes avances para superar dicha limitación y poder realizar proyectos integrales, para hacer sostenible las inversiones, a través de modelos más eficientes, entre los que destacan: a) El buen estado de la infraestructura de los sistemas de agua y saneamiento, b) El cumplimiento de roles y funciones de los actores que participan en la gestión y provisión de los servicios de agua y saneamiento, c) Complementar la normatividad, d) Regulación eficiente, e) La existencia de un buen prestador de servicios, e) Determinación de la cuota/cuota familiar, que permita financiar labores de Administración, Operación y Mantenimiento.

Milton Martin von Hesse La Serna (2016), en el libro titulado “Propuesta de Bases para una Política Nacional de Saneamiento: Logros, experiencias compartidas y dialogo de política” señala que las características que hacen que se diferencie un modelo de otro son: el tipo de prestador, los actores involucrados, el nivel de institucionalidad en torno a la prestación del servicio, y el número de conexiones, entre otros. De la prestación del servicio de saneamiento se desprenden tres tipos de modelos de gestión: a) La prestación del servicio en el ámbito urbano se encuentra a cargo de las Empresas Prestadoras de Servicios de Saneamiento. Estas pueden ser públicas, privadas o mixtas. b) En las pequeñas ciudades (aquellas que tienen entre 2,000 y 15,000 habitantes), los servicios de saneamiento son brindados por las municipalidades a través de las Unidades de Gestión Técnica, constituidas directamente bajo su competencia, o mediante Operadores Especializados. c) En el ámbito rural se incluyen las ciudades con menos de 2,000 habitantes. Los servicios de agua y saneamiento se encuentran a cargo de organizaciones comunales, como las Juntas Administradoras de Servicios de Saneamiento. Este último modelo (ámbito rural) es el que presenta mayor incertidumbre respecto de alcanzar el objetivo de mejorar la calidad y promover el uso sostenible de los

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