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El neohumanismo europeo


Enviado por   •  22 de Octubre de 2012  •  2.429 Palabras (10 Páginas)  •  272 Visitas

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Introducción

El neohumanismo europeo, enmarcado en el siglo XVIII, retoma la idea clásica de la producción humana en todos los sentidos, ya sea en la producción cultural o científica. El núcleo de este movimiento se situó primordialmente en Alemania, Francia e Inglaterra.

De este movimiento surgen una serie de pensadores de los cuales sobresalen Kant, Goethe y Fichte, el primero infiere a la educación como un problema social, ya que busca desarrollar las facultades humanas a través de un proceso racional consciente; así mismo estableció las bases de la pedagogía activa. Goethe examinó el problema de la educación individual en cómo se lograría que ésta no se enfrentara a los intereses de la sociedad. Fichte sustenta que la educación es una responsabilidad del Estado, que permite el acceso a la cultura de una

parte importante de la población, dentro del marco de la libertad para crear y recrear la producción cultural y científica.

Cuando México se independizó de España, surgieron obstáculos para establecerse como un Estado-nación; hubo fuertes luchas en la sociedad civil por el control del Estado, y por lo tanto aparecieron dos propuestas de nación: la primera, que contenía elementos derivados de la época colonial y, la segunda, que la consideraba como una nación con identidad propia, pero en ambas propuestas se manifestaba la necesidad de una intervención estatal en la educación. Para validar su participación en los asuntos educativos aparecerán desde la Constitución de 1824 las leyes convenientes, pero los ideales liberales entorno a la intervención del Estado en materia educativa sólo se vieron coronados una vez fortalecida la República.

Las circunstancias histórico-sociales por las que ha atravesado la sociedad mexicana a partir de su independencia apuntan que no ha sido fácil para el Estado ejercer la supremacía total en el campo educativo, ya que tradicionalmente el clero ocupo un papel central en el control de las instituciones educativas.

La Revolución Francesa como un hecho social de trascendencia mundial, dejó sentir su influencia en las sociedades europeas y americanas en una serie de transformaciones en todos los sentidos. El manejo del Estado, por un sector de la sociedad, va a ser diferente debido a las demandas y necesidades de quienes

se sumaron a la lucha social. La organización de la producción sufrió cambios: de la cooperación simple se pasó a la manufactura y al sistema fabril.

El desplazamiento de formas y relaciones de trabajo trajo implicaciones sociales y un proceso de urbanización. Las exigencias individuales y sociales, producto del desarrollo industrial van a demandar ser resueltas por la vía de un nuevo tipo de aprendizaje instruccional. Los pensadores de la época se plantearon una instrucción acorde al sistema productivo de la fábrica, a través de modelos imitativos tradicionales o de uno basado en la información acerca de los conocimientos de las ciencias naturales y los referentes a procesos técnicos de la producción.

1.

El ideal de la educación humana abstracta ha tenido diferentes realizaciones en la vida cultural de Europa; sus postulados generales han tomado formas concretas condicionadas por los intereses y motivos, los propósitos y circunstancias de cada lugar y época.

Hacia la misma época que Francia, en Alemania adquieren estos ideales abstractos de la educación, una nueva y fecunda expresión, que la historia de la pedagogía conviene en llamar el neohumanismo.

Aunque el neohumanismo nace y se desenvuelve en Alemania, tiene precursores en Inglaterra como Shaftesbury, en Francia está Rollin. Los primeros representantes del neohumanismo en Alemania, J. Mateo Gesner, Cristián Teófilo Heine y Juan Augusto Ernest comprendieron el valor formativo

de la literatura clásica con más profundidad que el antiguo humanismo. Gesner le dio importancia a las relaciones espirituales con la grandeza del alma de la antigüedad para el desarrollo de pensar y juzgar rectamente, y por lo tanto para la educación formal. Niemeyer, para el cultivo de la memoria, de la inteligencia, de la voluntad, del sentido de la belleza y, al mismo tiempo, para disciplinar la expresión lingüística. A.F. Bernhardi se une a la educación formal, la material y la moral, y planea un edificio completo de educación por medio de tres formas de escuela (escuela de ciudadanos en general, de artistas y de sabios).

Con Kant, el fundador del idealismo alemán, la corriente neohumanista toma conciencia de su origen y sentido. Crea el sistema de la filosofía de la cultura, cuyo método crítico o trascendental tiene por tarea encontrar las leyes objetivas y creadoras de la cultura humana, conforme las cuales se producen ciencia y arte, moral y religión, economía y derecho, etc.

La educación tiene por tarea desenvolver las facultades humanas mediante la propia razón, pero el fin supremo de la pedagogía es la formación del carácter moral que permite cumplir rectamente el destino individual y social del hombre; los medios conducentes son: la disciplina, la formación, la moralización y la civilización.

Federico Schiller afina y extiende este ideal del neohumanismo. Plantea y resuelve el tema de la educación estética. El arte tiene un

doble oficio en la formación del hombre: es un fin y un medio en la obra de la educación. Como parte de la cultura, es el arte de un ingrediente y sustento del alma humana; por su naturaleza, un medio excepcional valor para despertar el sentimiento nacional y cívico y la conciencia moral y religiosa.

Goethe encuentra la mejor realización de estos problemas al considerarlos en sus relaciones profundas con el problema de la educación individual. Para él, cada hombre es, en su personal esencia, un rimero de potencias y aptitudes peculiares, y la tarea de la educación reside en desarrollar y aprovechar éstas del mejor modo. El ideal universalista del humanismo, el intento de saberlo todo, conduce a la superficialidad. Pero el problema de la educación individual, de la formación del hombre dentro de la capacidad en la limitación, no debe oponerse a los intereses colectivos de la totalidad.

Juan Teófilo Fichte trata de dar a la pedagogía social un sentido nacional. Determinó su acción reformista, se fue a Königsberg y allí surgió el plan de sus Discursos a la Nación alemana, éstos sintetizan sus proyectos de reforma con lo que quería venir e auxilio de las “generaciones hermanadas”. Su fin es el ennoblecimiento moral del hombre. Como el Estado es el supremo sostén de la cultura y de la libertad, toda educación tiene que ser educación pública.

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