Ensayo: Fenomenología y Psicología social

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Georgina Pliego Sánchez

Psicología de la Vida Cotidiana

Profesor

Ensayo 1: Fenomenología y Psicología Social

Fenomenología

Hablar de Fenomenología es hablar de los fenómenos que aparecen a nuestra conciencia o bien están ocultos en la esencia de las cosas, algo que los filósofos antiguos y modernos llaman “ontología”. En otras palabras, la fenomenología es el estudio de los “fenómenos”, lo que se opone a la realidad que se percibe como normal. El término al parecer fue introducido por Johann Heinrich Lambert, después fue Kant el que usó el término en varios de sus escritos; también lo hicieron Fichte y Hegel. Franz Brentano por su parte utilizó el término a fines del siglo XIX para indicar lo que era la “psicología descriptiva”. Después Edmundo Husserl acuñó el término para una nueva ciencia de la conciencia.

Empíricamente son los sentidos los que nos permiten el conocimiento real de las cosas y de los sucesos del mundo material; pero racionalmente se pueden percibir en nuestra mente cosas distintas, apoyándome en Descartes a este respecto. Emmanuel Kant fusiona el empirismo y el racionalismo e indica que aparecen en nuestra mente los fenómenos definidos como “cosas aparecidas” o “cosas representadas”. Por otro lado, en la teoría de la ciencia de Augusto Comte, los fenómenos son los hechos, lo que ocurre, y que una determinada ciencia debería explicar.

Todo este complejo conceptual en torno a la fenomenología hizo surgir la Psicología a fines del siglo XIX; los fenómenos empezaban a ser interpretados de distinto modo. Dichos fenómenos se visualizaban con esta ciencia naciente como “cosas” que aparecían en la conciencia y los fenómenos físicos se entendían como objetos de percepción externa (fuera del individuo), como percibimos por ejemplo los colores y las formas. Dicho de otra manera, debemos entender que los fenómenos son todas aquellas cosas de lo que estamos o somos conscientes (objetos, sucesos, personas, nosotros mismos, nuestras propias experiencias etc.).

Los fenómenos son las cosas tal y como las capta o aprehende (que quedan atrapados) nuestra conciencia, tanto en la percepción como en la imaginación. Ahora bien, “Fenomenología” tal como la conocemos, fue creada por Edmund Husserl en sus “Investigaciones Lógicas”, apoyándose en las teorías psicológicas de Franz Brentano y también de William James (Principios de Psicología), y también la desarrolló con la ayuda de teorías del lenguaje, semántica y lógica.

Psicología Social

Esta rama de la psicología surgió gracias a un estudio que hicieron unos investigadores de la universidad norteamericana de Hadvard en 1927, un grupo de psicólogos de esa institución trabajó para una compañía telefónica para resolver una serie de problemas relacionados con el rendimiento de la producción. La investigación consistía en la observación de un equipo de cinco obreras que aislaron de las demás y fueron situadas en un taller experimental. Observaron su conducta durante cinco años, con el fin de controlar todos los factores que podieran influir en el rendimiento de su trabajo.

A pesar de utilizar muchas variables durante los cinco años de investigación, las condiciones diversas de trabajo no influían en su rendimiento al parecer, pero se detectó que al existir un grupo dónde desarrollar su trabajo, éste se volvía más eficiente debido a la interacción “armónica” de las personas. Se había creado entre ellas un clima de relaciones interpersonales que facilitaban su trabajo. Y esa red de relaciones, al parecer informales, imponía un papel positivo para mejorar el desempeño de su labor.

Se puede decir que con este trabajo se inauguró la psicología social; ya se habían detectado algunos aspectos de la importancia que tienen los factores sociales en el desarrollo de la personalidad y en la actividad de los  individuos. Por ejemplo las teorías que hizo a principios del siglo XX el inglés William Mc. Dougall, en las que exponía sus teorías sobre el origen instintivo de las conductas sociales.

Después de los trabajos hechos por los científicos de Harvard, los estudios se han centrado en las nociones de actitud y de rol o papel, es decir, las diferentes actitudes que toman los seres humanos en el escenario de la vida. En 1934 se publicó una obra póstuma de Georges Herbert Mead (La mente, el sí mismo y la sociedad),  en la que se inspirarían numerosos investigadores posteriores.

Mead indica que la personalidad de un individuo representa en el fondo “un sistema de actitudes interiorizadas” y su conducta es determinada por los roles que representa desde la infancia; al parecer a los niños se les inculca el tipo de actitudes que deben tener en la vida social. La presión de los grupos sociales influyen en la personalidad de los  individuos, y éstos se van adaptando según las circunstancias que se les presenten. Aunque puede haber actitudes positivas o negativas, según el grupo social al que se pertenezca.

Todo esto indica que el objeto de estudio de la Psicología Social está basada en el grupo. Un grupo se constituye por un conjunto de personas que tienen interrelaciones entre sí y que su integración es generada por diversas causas: la vida en familia, alguna actividad cultural o profesional, un evento político o deportivo, una relación de amistad, una congregación religiosa, etc. El papel de la psicología social se centra en determinar las actitudes que tienen los individuos, no de manera aislada, sino de manera gregaria y lograr establecer las funciones de dichas actitudes, según los parámetros institucionales o culturales que influyen en las personas.

Realidades múltiples

Asegura Pablo Fernández Christlieb que la psicología es una disciplina que pretende averiguar la naturaleza de los significados, dilucidar a qué se refieren. Indica que un significado es lo último que se tiene de una realidad concreta. Aquí es donde aplica el término de “realidades múltiples”. Vivimos en un mundo de significados y de manera cotidiana construimos más, es un mundo de realidades diversas.

Esta psicología del significado se ha convertido en una psicología discursiva, que nos muestra la dualidad compleja de que la realidad ni existe ni no existe, sino que sólo es real cuando adquiere significado. Este significado se refiere al lenguaje que utilizamos, al discurso que tenemos, a la narración que construimos o a la conversación que estructuramos. Resumiendo, la única realidad es armada por medio del lenguaje de todos los individuos, de manera particular o grupal.

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