Evaluacion Cualitativa En Educacion Primaria

CONCEPTO DE EVALUACION CUALITATIVA REPLANTEADO A PARTIR DE LA UTILIDAD Y USO DE SUS LOGROS EN LA EDUCACION PRIMARIA

CAPITULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento

La Educación en Venezuela, tiene carácter constitucional, concebida como un derecho humano, lo cual caracteriza una actividad compleja, orientado tal como lo establece el artículo 102 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000), a la formación integral de la persona y a la gestación de una genuina ciudadanía, basada en el desarrollo democrático, es decir que abarca el aspecto social, psicológico y axiológico de los educandos. Por tanto, su finalidad es la formación de un hombre crítico, reflexivo, político, protagonista y líder en su contexto. Desde esta concepción, se generó la evidente necesidad del cambio en la gestión y la practica educativa.

Los protagonistas de este proceso, dice Pérez Esclarin (2012), son los docentes pero en el marco de una práctica educativa transformadora, dice el autor “que ya no pueden percibirse como simples dadores de clases o como cuidadores de niños” (p.45)., sino que su rol está relacionado con su compromiso social, en cuanto a impulsar el aula de clase en verdaderos espacios de aprendizaje, donde se conjugue los ejes integradores trabajo, uso de las tics, formación de valores y la atención a la salud integral. El rol del educador debe ser entendido desde la perspectiva de un verdadero cambio innovador para elevar la calidad en el proceso educativo.

El Sistema Educativo Bolivariano subraya la concienciación de la ciudadanía en cuanto a la corresponsabilidad, vista desde la participación protagónica y responsable, basada en los fundamentos de la Constitución, que impulsa la sociedad educadora, que marca sus pasos en la consolidación de la educación como un proceso histórico, social, permanente e integral, consustanciada con las políticas de Estado, por lo tanto, la educación es un proceso socializador que demanda la intervención y la generación de relaciones vitales entre escuela, familia y comunidad, para asumir la resolución de problemas reales que afectan a todos los ámbitos.

La educación dirigida hacia la igualdad social, contribuye al fortalecimiento de una sociedad que desea avanzar de acuerdo a los conocimientos humanísticos, científicos y tecnológicos de este milenio. Por esta razón, uno de los aspectos más representativos dentro del Sistema Educativo está dirigido hacia las implicaciones orientadas en la práctica pedagógica para el desarrollo integral del nuevo ser social, humanista y ambientalista que necesita el país, tomando como base cuatro pilares fundamentales que son: aprender a crear, aprender a convivir y participar, aprender a valorar y aprender a reflexionar; los cuales lleven al educando a formarse según los términos que se fundamentan en la evaluación cualitativa.

Desde esta perspectiva, la comunidad y las distintas organizaciones funcionan apropiadamente siempre y cuando los miembros que la integran, ejerzan su papel de forma adecuada, generando así un ambiente de solidaridad activa, eficaz y concreta, a través de la integración de los diferentes entes vinculados con el progreso del país, destacando el desarrollo colectivo de intereses, metas comunes, aficiones y preocupaciones. En este orden de ideas, la responsabilidad social debe ser considerada como una verdadera acción comunitaria, dispuesta a resolver dentro de su propio espíritu colectivo, problemas sociales, materiales y educativos, canalizando recursos propios y de otros, contribuyendo de esta manera con el desarrollo de los proyectos educativos.

Frente a este escenario, la evaluación referida al rendimiento estudiantil debe ser entendida como un proceso de investigación basado en observaciones sistemáticas, permanentes y reflexivas mediante las cuales se recojan y analicen de forma continua, las evidencias sobre la actuación de cada alumno. En este sentido, es pertinente resaltar lo expresado por Bencomo. (2008) al considerar que existen debilidades en los docentes para el uso continuo de los nuevos instrumentos de evaluación, indicando que se les dificulta ponerlos en práctica muchas veces por desconocimiento y otras por perder mucho tiempo en la aplicación diaria de ellos en todas las áreas, lo que trae como consecuencia que se realice una evaluación tradicional que va a generar resultados tan traumáticos para el estudiante, originando situaciones problemáticas como el bajo rendimiento escolar, desmotivación, desinterés, entre otras.

Las necesidades educativas del estudiante exigen cambios en la evaluación de acuerdo a las formas, principios y aplicación de su praxis pedagógica, por lo que, dentro del Sistema Educativo, es fundamental asumir el aprendizaje como un proceso donde se juzga o valora la calidad del nivel de aprovechamiento alcanzado por los estudiantes, que resulta de la dinámica del proceso de enseñanza aprendizaje. Evidentemente, evaluar todos y cada uno de los elementos que inciden en el proceso de aprendizaje implicará, señala Alves (2008), abordar al ser humano con una visión integral, en equilibrio con los componentes curriculares y el contexto sociocultural. La concepción de la evaluación que se ofrece es propicia para lograr una participación plena y efectiva de la familia, demás miembros integrantes del contexto social e invita al docente a reflexionar en relación con la metodología utilizada con el fin de que considere, reoriente y mejore su praxis pedagógica a objeto de garantizar el buen rendimiento estudiantil en los educandos.

Sin duda, el proceso de enseñanza – aprendizaje como actividad organizada por el docente sea tan relevante que debe ser evaluado plantea Flores (2005) refiere que su procedimiento requiere de evaluaciones más precisas que le permitan a aquel tomar en cuenta a los diferentes actores sociales que intervienen en el proceso educativo, para valorar su trabajo evaluarlo, así como también los resultados de rendimiento estudiantil con miras a ser mejorado. En este sentido, hay que resaltar que lo más importante es que la evaluación de la enseñanza no es una actividad ajena a la enseñanza misma, sino que es parte y condición endógena del proceso, dada la importancia que tiene este en el rendimiento del educando.

Al respecto el Currículo Nacional Bolivariano de Educación Primaria en Venezuela (2007) expresa que “La evaluación cualitativa es la que se realiza durante el desarrollo del proceso de aprendizaje, con la finalidad de determinar el progreso del participante, detectar las dificultades y reorientar el aprendizaje con la finalidad de optimizarlo” (p.70). Señala que es a través de este tipo de evaluación que el docente adquiere información, que le permite modificar las estrategias metodológicas, mejorar los recursos utilizados y preparar actividades de recuperación tanto individual como grupal, que orienta hacia los logros de los objetivos por otra parte, el estudiante determina sus logros y las diferencias que necesita superar.

En este sentido Hernández, (2005) afirma que la evaluación cualitativa “Es una acción que realiza el docente en forma continua a efectos de ir controlando científicamente, conscientemente el aprendizaje de los participantes, así como la marcha del proceso de enseñanza con que los conduce”. (p.12). Este concepto de evaluación ayuda a comprender lo referente a la evaluación estableciendo que la misma, se orienta a proporcionar ayuda e introducir mejoras que faciliten el aprendizaje en el estudiante. Por lo tanto, la evaluación no debe pretender calificar a este, sino servir como apoyo, tanto a docente como a alumno, para que se encuentre la mejor forma de realizar y facilitar el aprendizaje.

Por consiguiente, lo que se busca es detectar en los educandos cuáles son sus intereses, actitudes, aptitudes, conocimientos previos, entre otros, y a partir de esa información poder planificar y adecuar el proceso de enseñanza – aprendizaje a sus posibilidades reales e individuales a fin de que obtengan un eficiente rendimiento estudiantil. Al respecto, Guerra (2007) señala, que para obtener este rendimiento en los estudiantes, la evaluación ha de constituirse en un proceso continuo de observación basada en instrumentos como, el registro de información descriptivo, diario reflexivo y lista de verificación, así como desarrollarla de acuerdo a tres niveles; evaluación inicial, evaluación del proceso de aprendizaje y evaluación final.

La práctica evaluativa implica la ejecución de una serie de actividades que requieren tomar en cuenta aspectos relacionados con la programación del proceso de enseñanza – aprendizaje a través de proyectos, en lo que respecta a las estrategias metodológicas, los tipos de evaluación, procedimientos, técnicas e instrumentos. Es por ello, que en dicho proceso la práctica pedagógica no podrá darse separada de lo evaluativo, por lo que deberá propiciarse en el aula ambientes favorables para la discusión y confrontación de saberes, en la que cada educando sea reconocido como diverso, como individuo que avanza a su propio ritmo de aprendizaje y progresa de acuerdo a su nivel de maduración.

Así el docente se perfila como un sujeto que promueve el debate, la discusión e investigación en afán de garantizar un trabajo armonioso en los equipos, la búsqueda permanente de saberes para aclarar las dudas y dejar espacios para que los estudiantes continúen indagando y construyendo su conocimiento. De allí que el proceso de enseñanza – aprendizaje sea definido como un conjunto de saberes relativos a conceptos, procedimientos y actitudes que se trabajan de manera simultánea para

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