EVOLUCIÓN DE LA EVALUACIÓN EDUCACIONAL CUANTITATIVA A LA EVALUACIÓN CUALITATIVA

DOCUMENTO 2.1

EVOLUCIÓN DE LA EVALUACIÓN EDUCACIONAL CUANTITATIVA A LA EVALUACIÓN CUALITATIVA

La incidencia que tiene la evaluación y sus resultados sobre las personas y las propias comunidades educativas hace que tenga que ser un proceso que preste especial atención a los controles internos y que responda lo más adecuadamente posible a las exigencias de racionalidad, sistematicidad, control de las variables, contraste de resultados, examinar las conductas observables y cuantificables, etc. En definitiva se trata de responder, también desde la evaluación, a la expectativa de hacer una didáctica cada vez más científica.

Por eso no es una tarea simple ni técnicamente superficial la evaluación de tipo cuantitativa. Este tipo de evaluación suele romper con la naturalidad de lo que es una situación de clases y una conducta habitual de los alumnos.

El esfuerzo realizado en el campo de la evaluación para dotarla de mayor rigor técnico ha sido muy importante y ha ido generando en los profesionales de la educación una mayor preocupación por utilizar instrumentos más elaborados, con mayor consistencia y funcionalidad, y métodos de recogida y análisis de los datos capaces de reducir a mínimos aceptables los riesgos de distorsión subjetiva del valor real de los comportamientos y situaciones evaluadas.

En la medida que la educación parecía centrarse en los resultados cognitivos alcanzados por los sujetos, una evaluación de este tipo ha ido respondiendo adecuadamente a las exigencias de precisión informativa y justificación técnica que se le solicitaba y que en es ámbito restringido era factible lograr.

El problema ha surgido con los nuevos planteamientos extensivos de la función de la escuela. Si lo que importa evaluar ahora es no sólo los productos cognitivos de los alumnos sino otras muchas variables (proceso de realización de esos productos, adaptación de los sujetos, dinámica de la clases, ámbitos de la afectividad y expresión personal, etc.) difíciles de ser operativizadas sin perder una parte fundamental de su contenido, eso plantea un nuevo problema a la evaluación.

Para atender el proceso evaluativo con una mirada en esas variables ricas y variadas y más alejadas de una medición científica propiamente tal, ha surgido otro tipo de métodos de cariz cualitativo (la evaluación más entendida como penetración en el objeto a evaluar, comprensión profunda e iluminación de sus características, que como medición y control.

La evaluación es entendida desde esta perspectiva como:

“Un proceso de recogida y provisión de evidencias sobre el funcionamiento y evolución de la vida del aula, en base a las cuales se toman decisiones sobre la posibilidad, efectividad y valor educativo del curriculum”. (Miguel Zabalza)

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