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Factores De Nutricion


Enviado por   •  12 de Marzo de 2014  •  5.340 Palabras (22 Páginas)  •  205 Visitas

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factores:

El Factor biológico, según algunos estudios está relacionada la predisposición a padecer ansiedad, perfeccionismo y comportamientos compulsivos con niveles anormales de determinados componentes químicos en el cerebro. Estas personas son más vulnerables a sufrir un trastorno alimentario.

El factor psicológico, ciertos trastornos psicológicos suelen ser los causantes del desajuste nutricional. Una desestructuración familiar o familias sobreprotectoras suelen ser causas en la aparición de este tipo de trastornos. Por otro lado, un niño que padece un desajuste alimentario tiene muchas probabilidades de desarrollar algún tipo de trastorno psicológico relacionado.

El factor nutricional adquiere gran importancia, ya que se ingieren excesivos alimentos grasos de origen animal, dulces, bebidas azucaradas y platos precocinados, los cuales son causa del desequilibrio nutricional. La dieta infantil suele ser escasa en hidratos de carbono complejos (pan, pasta, arroz,…) y excesiva en hidratos de carbono sencillos (azúcares) y ciertos alimentos como los lácteos. Además no se debe hacer un uso indiscriminado de los suplementos vitamínicos, ya que pueden ser perjudiciales y sólo en ocasiones señaladas pueden resultar necesarios.

El factor social que parece no tener importancia en este tipo de trastornos es el que más va a influir en el desarrollo sano del niño. En la actualidad se han establecido ciertos estereotipos de belleza poco saludables, en los que se observa un culto al cuerpo desproporcionado, desarrollando cierto tipo de comportamientos muy perjudiciales para su salud.

Por último, aludiendo al factor deportivo son diversas las causas que han dado lugar a una disminución de la actividad física por parte de los niños, entre otras cabe destacar la aparición de nuevas tecnologías, hábitos de comportamiento sedentarios, reducción de los espacios polideportivos, etc.

Una vez que conocemos cuáles son los desencadenantes de este tipo de trastornos estableceremos una serie de soluciones atendiendo a diversos puntos de vista:

Desde un punto de vista psicológico y social incidiremos en la importancia de que el niño adquiera una serie de hábitos saludables y que estos se consoliden con la práctica y el refuerzo positivo. Esto resultará más fácil si tenemos una fuente de motivación que nos permita avanzar y comprobar que vamos logrando nuestros objetivos, además de resultar más ameno si se procede a ello de una forma lúdica y con propuestas adaptadas a sus necesidades. Las relaciones con los compañeros y familiares cobran gran importancia en el desarrollo sano del niño. Es imprescindible que el niño juegue en la calle, practique deporte, salga con los amigos, etc.

Desde el punto de vista nutricional debemos hacer hincapié en la importancia del desayuno como la comida más importante del día, cubriendo el 25% de las necesidades nutritivas del niño. Los padres deben ser pacientes y no convertir la hora de la comida en algo desagradable para el niño, comprendiendo que su apetito será distinto según la fase de desarrollo en la que se encuentre. Hay que tener presente que no se trata de una cuestión cuantitativa sino cualitativa, donde lo importante no es la cantidad, sino la calidad. Al niño le resultará más agradable la comida si participa en su elaboración y sobre todo si la presentación del plato es atrayente, tanto a la vista como al gusto. Además, debemos respetar los horarios de las comidas, estableciendo una sistematización en sus conductas alimentarias.

Desde el punto de vista deportivo es imprescindible que adquiera una actitud positiva y agradable con respecto a la práctica física, para que esto ocurra es aconsejable que conozca la multitud de posibilidades deportivas que tiene a su disposición. El deporte tiene que ser algo divertido y nunca una obligación, cada niño tiene unas preferencias y unas cualidades que lo predisponen a practicar una modalidad deportiva u otra. Los padres, como máximos responsables, tienen la obligación de inculcarle unos valores y unos principios apropiados para la práctica deportiva.

Los familiares deben estar presentes en este proceso acompañándolos, animándolos y reforzando este tipo de conductas. Con esto no sólo lograremos que se sienta más seguro y se mantenga en su peso ideal, sino que estos beneficios se pueden extrapolar a otras áreas de su vida como el ámbito escolar, las relaciones familiares, la interacción con los compañeros, la adaptación social, etc.

El niño para crecer sano debe llevar una alimentación equilibrada y saludable, comiendo todo tipo de alimentos, además de practicar actividad física con regularidad y establecer unas relaciones sociales adecuadas.

Una vez conocido el origen será mucho más fácil establecer soluciones. Para modificar este tipo de comportamientos negativos los padres deben ser conscientes de que el problema existe, siendo ésta una labor difícil, ya que la mayoría piensan que todo se solucionará por sí solo al llegar a la edad adulta.

De no tomar medidas a tiempo se corre el riesgo de que aparezcan fobias sociales, trastornos en el aprendizaje, tendencias al aislamiento y miedo asumir responsabilidades. De ahí la importancia de detectar este tipo de trastornos a tiempo.

“Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida”.

La anemia se produce por diversos motivos:

- Pérdida de hematíes (producida, por ejemplo, por una hemorragia).

- Destrucción de glóbulos rojos (hemólisis).

- Menor producción de hematíes o de hemoglobina por deficiencias en la dieta.

La causa más frecuente de anemia es la nutrición deficiente (falta de hierro) pero ésta también puede deberse a infecciones, a enfermedades de la sangre, al efecto de algunos medicamentos o a hemorragias. La anemia, asimismo, puede derivar de algunas enfermedades crónicas como la intolerancia al gluten (celiaquía) o de algunos problemas congénitos que hacen que el hematíe sea más débil, se rompa con mayor facilidad o envejezca prematuramente, como en el caso de la talasemia.

Síntomas de la anemia:

La mayoría de los síntomas se presentan como consecuencia de la disminución del oxígeno en las células. Si la anemia es leve no hay síntomas o éstos pasan desapercibidos porque el resto del organismo puede compensar la merma de hematíes o de hemoglobina. Los síntomas de la anemia pueden variar de un niño a otro pero los más frecuentes son:

- Palidez anormal o pérdida de color en la piel. Ésta se observa por el color más pálido de algunas partes del cuerpo que dejan ver mejor la circulación sanguínea, como el color de los labios, la piel de debajo de las uñas o la conjuntiva ocular (cara interna del párpado).

- Falta de energía o cansancio injustificado.

- Pérdida de apetito.

- Dolores de cabeza.

- Menor capacidad de concentración y aprendizaje; disminución del rendimiento escolar.

- Irritabilidad y falta de interés.

- En las chicas, menstruaciones irregulares o ausencia de las mismas.

¿Qué hacer ante un caso de anemia?

En primera instancia es importante identificar la causa de la anemia antes de administrar cualquier tratamiento. Si la anemia se debe a una falta de hierro el pediatra indicará que, además de reajustes en la dieta si ésta tenía carencias, el niño tome suplementos de hierro que suelen curar fácilmente la anemia ferropénica. En ocasiones a este aporte suplementario de hierro se le añadirán otros complementos de vitaminas y minerales. Se recomienda:

- La administración de hierro normalmente mediante gotas, jarabes o comprimidos que deberán tomarse siguiendo las indicaciones del pediatra.

- Se deberán evitar las molestias gástricas ya que algunos preparados pueden ocasionar molestias gástricas es recomendable tomarlos junto con las comidas.

- Mejorar la absorción de hierro. Ello se consigue no administrando al niño el hierro junto con la leche y sí junto algunos productos que contengan vitamina C, como el zumo de naranja, los kiwis y las fresas.

- Deposiciones más oscuras. Es normal que mientras se toma el hierro las heces sean de color más oscuro.

- El medicamento debe mantenerse fuera del alcance de los niños.

- Normalmente la anemia debe tratarse con hierro y suplementarse a la vez con otras vitaminas como el ácido fólico, la vitamina B12, etc.

Los bebés toman la mayor fuente de hierro de la madre durante las últimas semanas de embarazo, por ello si el bebé nace antes de tiempo o tiene que compartir la ingesta de hierro con algún hermano gemelo o mellizo es necesario completar su alimentación a partir del cuarto mes de vida con unas gotas de hierro, que deberán ser prescritas por el pediatra.

Se recomienda que la alimentación del lactante sea con leche materna o con leche artificial suplementada con hierro.

A los cinco o seis meses de edad se deberá introducir las frutas, los cereales y la carne en la dieta del niño.

No se recomienda dar leche de vaca al niño hasta que cumpla el año. Ya que la leche de vaca contiene poco hierro y éste es de difícil absorción. Además, puede producir irritaciones intestinales en el lactante, lo que originaría pequeñas pérdidas de sangre a través de las heces y, por ello, déficit de hierro.

Si se trata de niños mayores que comen alimentos sólidos, su dieta debe ser equilibrada y variada. Los alimentos con mayor contenido en hierro son: las carnes rojas, los cereales integrales, las legumbres (especialmente la soja y las lentejas), las verduras de hoja verde oscura (sobre todo las espinacas y el bróculi), las algas, los frutos secos, la yema de huevo y las frutas secas (albaricoques, melocotones, ciruelas y pasas).

calcio

Este macromineral, cuyo símbolo es Ca y su número atómico 20, es el que tiene mayor presencia en el organismo y el cuarto componente del cuerpo después del agua, las proteínas y las grasas. El calcio corporal total, se aproxima a los 1200 gramos, lo que es equivalente a decir 1,5 a 2% de nuestro peso corporal. De esto, casi un 99% se concentran en los huesos y dientes, el 1% restante se distribuye en el torrente sanguíneo, los líquidos intersticiales y las células musculares. Por esta razón el organismo lo está utilizando el 99% del tiempo. Su absorción se lleva a cabo en el duodeno y también a lo largo de todo el tracto gastrointestinal, aunque solo se absorbe entre el 10 y el 40%; el resto es eliminado por las heces, la orina y el sudor. Diversos factores intervienen en la absorción de calcio, entre otros, la vitamina D en su forma activa, pH ácido, la lactosa y existen otras que afectan la absorción como la carencia de la vitamina D, el ácido oxálico, al ácio fítico, la fibra dietética, medicamentos, mala absorción de grasas y envejecimiento. Cuando en nuestro organismo se detecta una bajada en sangre del mismo, se trasfiere del hueso a la misma y el que correspondía ser eliminado por la orina, es de nuevo reabsorbido por el riñón aumentando de esta forma su absorción intestinal. El calcio está vinculado a la presencia de fósforo. La falta o exceso de cualquiera de estos dos macrominerales puede afectar la absorción del otro.

Funciones que desempeña:

Estas son algunas de las principales funciones que el calcio, realiza en el organismo:

Los iones de Calcio ayudan a la coagulación de la sangre.

Es parte integrante de la estructura de huesos y dientes.

Es necesario para la correcta absorción de la vitamina B12 en nuestro cuerpo.

Ayuda a regular el nivel de colesterol en sangre.

Previene los calambres en la musculatura corporal, debido a que el músculo utiliza el calcio para realizar sus movimientos y contracciones.

Ayuda a regular el ritmo cardiaco, siempre en compañía del Magnesio.

Previene el depósito de metales pesados en el organismo.

Es parte activa para la conversión del Hierro.

Es necesario para prevenir y combatir la osteoporosis.

Puede tener mucho que ver en el síndrome pre-menstrual.

Ayuda a reducir los niveles de histamina, pudiendo de esta forma disminuir las alergias.

Participa en la correcta permeabilidad de las membranas.

Adquiere fundamental importancia como regulador nervioso y neuromuscular.

Participa en la absorción y secreción intestinal.

Es importante para la liberación de hormonas.

Es preventivo ante enfermedades como el cáncer.

Contribuye a reducir la tensión arterial en personas con hipertensión arterial.

Es activador de diferentes enzimas.

Mantiene la permeabilidad de las membranas celulares.

Es un coadyuvante de la actividad neuromuscular.

Mantiene la piel sana.

Durante el embarazo reduce la incidencia de la preeclampsia (hipertensión gestacional o aumento de la presión arterial con edema y/o proteinuria, proteínas en orina, que ocurre después de la 20 semana de gestación).

Su déficit puede provocar:

Estas pueden ser algunas de las consecuencias, cuando existe una carencia de calcio en el organismo.

La aparición de Osteomalacia.

La aparición del Raquitismo.

La aparición de Osteoporosis.

Mayor facilidad para las hemorragias de diferente índole.

Predisposición a los calambres musculares.

Predisposición a alteraciones cardiacas.

Aparición del síndrome pre-menstrual.

Deficiencia en la correcta asimilación del Hierro.

Alteraciones en los niveles de colesterol.

Alteraciones del sistema nervioso.

Dolores en las articulaciones.

Hormigueos y calambres musculares.

Convulsiones y deterioro cerebral.

Fragilidad en las uñas, uñas quebradizas.

Alteraciones cutáneas.

Dientes defectuosos.

Entumecimiento de miembros superiores e inferiores.

Causas que favorecen su absorción:

Vitamina D: La forma activa de la vitamina D es determinante en la asimilación de este mineral. Si está presente en las cantidades adecuadas favorece la absorción del calcio.

Bajo consumo de calcio: La cantidad de calcio absorbido por el organismo será menor cuando lo consumimos de una sola vez en grandes cantidades. Es preferible tomarlo en dosis menores durante el día así se favorecerá la absorción. No se recomienda tomar más de 500 mg de calcio de una sola vez.

Bajo nivel sanguíneo de calcio: Si el nivel de calcio en sangre baja, se activa una hormona, la paratiroidea que estimula la conversión de la vitamina D en el riñón a su forma activa favoreciendo la absorción intestinal de calcio.

Ejercicio moderado: Favorece la asimilación del calcio.

Edad: La absorción del calcio es de alrededor del 60 % en infantes y niños ya que el organismo necesita el calcio para el desarrollo normal de huesos y dientes.

Causas que favorecen su deficiencia:

Estas son algunas de las causas que pueden favorecer su deficiencia:

Una alimentación inadecuada, sobre todo en la infancia.

La edad. La absorción de calcio disminuye durante la adultez en un 15-20%. Por ello las recomendaciones diarias aumentan para compensar.

Enfermedades del intestino grueso.

Enfermedades de la sangre.

Enfermedades del riñón.

Exceso en el consumo de café.

Falta de vitamina D.

Falta de ácido clorhídrico en el estómago.

Falta de ejercicio físico o por el contrario un exceso del mismo.

El estrés.

Alergias.

Insuficiencia renal.

Colitis y diarreas.

Trastornos hormonales (mal funcionamiento de la glándula paratiroides).

Fósforo (en exceso): Las bebidas gaseosas con alto contenido en fósforo no resultan beneficiosas. Es de gran preocupación hoy en día que más allá que las gaseosas contengan alto contenido en fósforo, la leche sea reemplazada por las mismas ocasionado la carencia de calcio entre los niños y adolescentes.

Qué es?

Las personas que padecen bulimia son incapaces de dominar los impulsos que les llevan a comer, pero el sentimiento de culpa y vergüenza tras ingerir muchos alimentos les lleva a una purga (vómitos autoinducidos o empleo de laxantes o diuréticos o ambos), regímenes rigurosos o ejercicio excesivo para contrarrestar los efectos de las abundantes comidas.

Los bulímicos tienen cerca de 15 episodios de atracones y vómitos por semana y, en general, su peso es normal, por lo que resulta difícil detectar la enfermedad. En un solo atracón pueden llegar a consumir de 10.000 a 40.000 calorías.

Causas

En el origen de esta enfermedad intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales que desvirtúan la visión que el enfermo tiene de sí mismo y responden a un gran temor a engordar. El enfermo de bulimia siempre se ve gordo, aun cuando su peso es normal, pero no puede reprimir sus ansias de comer. Generalmente la bulimia se manifiesta tras haber realizado numerosas dietas dañinas sin control médico. La limitación de los alimentos impuesta por el propio enfermo le lleva a un fuerte estado de ansiedad y a la necesidad patológica de ingerir grandes cantidades de alimentos.

Hasta el momento se desconoce la vulnerabilidad biológica implicada en el desarrollo de la enfermedad y son más conocidos algunos factores desencadenantes relacionados con el entorno social, las dietas y el temor a las burlas sobre el físico. Muchos de los factores coinciden con los de laanorexia, como los trastornos afectivos surgidos en el seno familiar, el abuso de drogas, la obesidad, la diabetes mellitus, determinados rasgos de la personalidad y las ideas distorsionadas del propio cuerpo.

Síntomas de Bulimia

Generalmente las personas que padecen bulimia han sido obesas o han realizado numerosas dietas sin control médico. Tratan de ocultar los vómitos y las purgaciones, por lo que la enfermedad suele pasar desapercibida durante mucho tiempo. Los síntomas típicos de un cuadro de bulimia son los siguientes:

Atracones o sobreingesta de alimentos: El enfermo come una gran cantidad de alimentos en un espacio de tiempo muy corto. No tiene control sobre la ingesta y es tal la ansiedad que cree que no puede parar de comer.

Para prevenir el aumento de peso y compensar el atracón o el exceso de las comidas se provoca vómitos, utiliza laxantes, diuréticos, fármacos, o recurre a otros medios que le permitan controlar el peso, como la practica abusiva de actividades deportivas.

Los ciclos de atracones y vómitos se manifiestan un mínimo de dos veces por semana.

La autoestima del enfermo es baja y la identifica con su cuerpo.

Asimismo, se producen otros cambios físicos y emocionales (depresión, ansiedad) que manifiestan el desarrollo de la enfermedad. Los bulímicos se ven gordos, incluso cuando su peso es normal; se avergüenzan de su cuerpo y lo rechazan, por lo que intentan hacer dieta en todo momento. A pesar de todo, la ingestión compulsiva a escondidas o durante la noche es una de las principales características de esta patología. Pueden llegar a gastar una gran cantidad de dinero en comida o recurrir a la que ya hay en casa, que comienza a desaparecer misteriosamente de la despensa. No sienten ningún placer al comer ni preferencias en cuanto al tipo de alimentos, sólo buscan saciarse. Intentan evitar los lugares en los que hay comida y procuran comer solos. Su comportamiento suele ser asocial, tienden a aislarse, y la comida es su único tema de conversación. Además, la falta de control sobre los alimentos les produce grandes sentimientos de culpa y vergüenza.

En cuanto a los signos físicos que evidencian la enfermedad se encuentran la debilidad, dolores de cabeza; hinchazón del rostro por el aumento de las glándulas salivales y parótidas, problemas con los dientes, mareos, pérdida de cabello, irregularidades menstruales, y bruscos aumentos y reducciones de peso, aunque generalmente no sufren una oscilación de peso tan importante como la que se manifiesta en la anorexia. La bulimia puede ir acompañada de otros trastornos como la cleptomanía, el alcoholismo o la promiscuidad sexual. Consecuencias clínicas:

Arritmias que pueden desembocar en infartos.

Deshidratación.

Colon irritable y megacolon.

Reflujo gastrointestinal.

Hernia hiatal.

Pérdida de masa ósea.

Perforación esofágica.

Roturas gástricas.

Pancreatitis.

Diagnósticos

El médico sospecha bulimia nerviosa si una persona está demasiado preocupada por el aumento de su peso, que presenta grandes fluctuaciones, en especial si existen signos evidentes de una utilización excesiva de laxantes. Otras pistas incluyen tumefacción de las glándulas salivales de las mejillas, cicatrices en los nudillos por haber usado los dedos para inducir el vómito, erosión del esmalte dental debido al ácido del estómago y un valor bajo de potasio sanguíneo. Sin embargo, el diagnóstico dependerá de la descripción del paciente de una conducta comida excesiva-purga.

El diagnóstico resulta complicado ya que los episodios de voracidad y vómitos se ocultan con facilidad. Además, algunos síntomas pueden ser confundidos con los de otras patologías. Para un diagnóstico adecuado es necesaria una entrevista psiquiátrica que desvele la percepción que el enfermo tiene del propio cuerpo y la relación que mantiene con la comida. Asimismo, es necesaria una exploración física completa para detectar los trastornos fruto de su comportamiento alimenticio. Los objetivos del tratamiento son corregir los trastornos alimenticios y psicológicos de la enfermedad.

Tratamientos

Las dos aproximaciones al tratamiento son la psicoterapia y los fármacos. Es mejor que la psicoterapia la realice un terapeuta con experiencia en alteraciones del apetito, pudiendo resultar muy eficaz. Un fármaco antidepresivo a menudo puede ayudar a controlar la bulimia nerviosa, incluso cuando la persona no parece deprimida, pero el trastorno puede reaparecer al interrumpirse la administración del fármaco.

En virtud de la gravedad se puede recurrir a un tratamiento ambulatorio o a la hospitalización. En primer lugar se trata de evitar los vómitos, normalizar el funcionamiento metabólico del enfermo, se impone una dieta equilibrada y nuevos hábitos alimenticios. Junto a este tratamiento, encauzado hacia la recuperación física, se desarrolla el tratamiento psicológico con el fin de reestructurar las ideas racionales y corregir la percepción errónea que el paciente tiene de su propio cuerpo. El tratamiento también implica la colaboración de la familia, ya que en ocasiones el factor que desencadena la enfermedad se encuentra en su seno. La curación de la bulimia se alcanza en el 40 por ciento de los casos, si bien es una enfermedad intermitente que tiende a cronificarse. La mortalidad en esta enfermedad supera a la de la anorexia debido a las complicaciones derivadas de los vómitos y el uso de purgativos.

Otros datos

Esta enfermedad afecta a los jóvenes y se manifiesta con más frecuencia en las mujeres. La media de edad de inicio se sitúa en los 19 años y las personas que han sufrido anorexia o han realizado dietas sin control tienen un mayor riesgo de sufrir esta patología. En esta enfermedad se pueden distinguir dos subtipos:

Purgativo: el enfermo recurre a los vómitos u otros métodos purgativos para evitar el aumento de peso.

No purgativo: Utiliza métodos no purgativos como el ayuno o el ejercicio físico compulsivo, pero no recurre a vómitos, diuréticos o laxantes

DEFINICIÓN DE ANOREXIA

Definimos la anorexia como la pérdida del apetito para perder peso de forma rápida mediante la restricción de la ingesta de alimentos (usando muchas veces laxantes o diuréticos), especialmente aquellos con alto contenido calórico.

Hay que marcar la diferencia entre la anorexia nerviosa y la baja incorporación de alimentos, esta última no resulta perjudicial siempre y cuando se siga una dieta variada en alimentos y el peso corporal sea el adecuado para el individuo. Sin embargo podemos decir que la primera es un trastorno psicológico que requiere tratamiento médico.

Las personas que sufren anorexia tienen una imagen errónea de su cuerpo, se ven gordos cuando no lo están ya que tienen un estado de extrema delgadez. Este tipo de enfermedad se basa en una gran alteración de la conducta alimenticia que trata de mantener el peso corporal debajo de los normal y un gran miedo a obtener peso.

Como dijimos antes, la pérdida de peso se obtiene a través de ingerir cada vez menos cantidad de alimentos, en especial aquellos con alto contenido calórico, la mayoría de los anoréxicos termina realizando una dieta restringida acompañada de mucho ejercicio físico.

TIPOS DE ANOREXIA NERVIOSA

Existen distintos tipos de anorexia:

De carácter restrictivo: en donde la pérdida de peso se consigue a través de una dieta y ejercicio intenso, en dónde la los afectados no recurren a los atracones o cualquier tipo de purga.

De índole compulsiva: estos individuos sí recurren a atracones o purgas incluso después de ingerir pequeñas cantidades de comida, para así perder peso.

SÍNTOMAS DE LA ANOREXIA

foto anorexia

La anorexia se puede diagnosticar no sólo al ver a una persona con un bajo peso corporal, esta enfermedad presenta ciertas características muy propias de dicho trastorno:

Rechazo a mantener el peso normal de acuerdo a la edad y a la altura del individuo, adopción de distintas dietas, tener como objetivo únicamente la delgadez, carácter hostil e irritable, la persona tiende a tener actitudes depresivas, actividad física intensa, miedo intenso a ganar peso, distorsión de la imagen del cuerpo, en las mujeres existe la ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos, preocupación por las calorías de los alimentos, se presentan dolores abdominales, vómitos, preocupación por cómo son elaboradas las comidas (con qué ingredientes), restricción de alimentos, hiperactividad entre otras cosas.

Los médicos asienten que el perfil de una persona que padece anorexia es idéntico al de aquellas personas que padecen bulimia aunque ambos trastornos sean diferentes. El comportamiento de un paciente con bulimia o anorexia se basa en ser muy inmaduro y dependientes del núcleo familiar, con un gran miedo a la maduración sexual y a asumir responsabilidades.

mujer con anorexia

Existen diversas complicaciones en el caso de la anorexia si ésta no es tratada a tiempo y de una forma adecuada, aquí las nombramos: los vómitos provocan engrosamiento glandular, caries, desgaste de la raíz dental, pérdida de piezas dentales, desgarramiento del esófago, inflamación de la garganta haciendo que se dificulte cada vez más tragar, espasmos estomacales, problemas digestivos, anemia, problemas gastroinstestinales, etc.

También están las complicaciones que se manifiestan cuando se produce un abuso de diuréticos: descenso del nivel de potasio, disminución de los reflejos, manifestación de sed, daño hepático, y arritmia cardíaca, entre otras afecciones.

Los anoréxicos pueden ser reconocidos fácilmente por distintos síntomas emocionales: no tener la habilidad para hacer frente a situaciones emocionales o exoresarse, hay una disminución de las relaciones sociales (se produce un aislamiento), cambios drásticos de humor, compulsión y vergüenza debido a sus malos hábitos alimenticios. Esta hipersensibilidad en el área emocional está acompañada por ese deseo de poder manejar sentimientos y reacciones que son afectadas por ese condicionamiento social de verse bien, lo que indica para un anoréxico perder peso.

TRATAMIENTO DE LA ANOREXIA NERVIOSA

Hay diversos tratamientos para la cura de la anorexia, las alternativas son: psicoterapia, terapia comportamental, terapia medicamentosa, familiar, etc.

Los objetivos de estos tratamientos es regularizar la alimentación en el individuo y tratar que el entorno familiar solucione sus disfunciones ya que el papel de la familia es fundamental para la recuperación. Se recomienda en el caso de los padres del afectado que traten de hacer encontrar a su hijo los valores perdidos, fomentar su iniciativa, independencia y autoestima. Ayudarlo a manejar su ansiedad, si se manifiestan actitudes sospechosas no hay que encubrirlas sino pedir ayuda profesional rápidamente, no imponer comida: que el tema de la alimentación no se convierta en una discusión.

Capítulo 2:

Trastorno alimenticio en la primera infancia (1/2)

LOS TRASTORNOS ALIMENTICIOS EN LA PRIMERA INFANCIA: MI NIÑO/A NO ME COME NADA

INTRODUCCION

Los TCA presentan mucha mayor dificultad en las primeras etapas del desarrollo, puesto que los criterios de las clasificaciones de trastornos mentales más utilizadas tienen escaso valor, de hecho existen los iníciales trabajos en sistematizarlos por parte de KREISLER, recientemente en USA ha aparecido un documento de especial relevancia coordinado por National Center for Clinical Infant Programs y con la participación de científicos como EMDE, SAMEROFF, GREENSPAN, MINDE, SOLNIT, ZUCKERMAN, FENICHEL, etc. La tentativa de estos grupos de investigadores consiste en sistematizar y clasificar los trastornos psicológicos, mentales, conductuales y emocionales en la primera infancia, entre los que incluyen a los TCA, pero en todas estas sistematizaciones se incluyen más como trastornos digestivos y de la alimentación, dando una idea de reacción y expresión más que como cuadros autónomos.

Pero hablar de trastornos de la conducta alimentaria parece reducirse, a tenor de lo publicado, a los trastornos que aparecen en la adolescencia, es la llamada anorexia nerviosa (AN) o anorexia mental y la bulimia nerviosa (BN). Desde la práctica clínica se puede decir que los trastornos alimenticios son un tipo de trastornos común a todas las edades y representa una de las formas más prevalentes de expresión de una disfunción emocional y/o relacional en toda la infancia. De esta suerte se constituyen, junto con los trastornos del sueño, en una de las alteraciones más fiables a la hora de realizar la semiología psicopatológica y la expresión del funcionamiento vincular durante las primeras etapas del desarrollo emocional del sujeto.

Por otro lado hay que señalar que es un trastorno que origina una importante preocupación en el ambiente familiar, sobre todo en la figura materna, lo que aporta a 4 este tipo de trastornos una significación relacional de primera magnitud.

LOS CONTENIDOS DE LA CLINICA

Sobre un total de 221 casos nuevos atendidos durante un año, se seleccionaron las demandas referidas a niños/as cuya edad era inferior a 5 años y se establecieron dos grupos: 0-2 años y 3-5 años. El número total de casos estudiados que presentaron trastornos alimenticios fueron 40 y su distribución por edad y sexo se esquematiza en la * Fig. 1. La mayoría de este tipo de trastornos se presentaron en niños y con una edad comprendida entre los 3-5 años.

Una vez seleccionados los casos se analizó la fenomenología psicopatológica acompañante de los casos que presentaban trastornos alimenticios *Fig. 2. Se recogieron también posibles alteraciones somáticas que pudieran explicar el origen de los trastornos alimenticios *Fig. 3. Este tipo de causas fueron detectadas en el 32,5% de los casos. Algunas podrían ser consideradas causas como tal, caso de la Parálisis Cerebral Infantil, pero en el resto de los trastornos somáticos habría que delimitar con mucha precisión si el trastornos alimenticio era causa o efecto, factor desencadenante o trastorno acompañante de la globalidad del proceso. En este último caso podemos agrupar los déficit sensoriales (sorderas y cegueras), trastornos de expresión psicosomática (asma y atopias) y procesos de evolución crónica (anemias y cardiopatías congénitas). En el 20% de los casos estudiados *Fig. 4 se detectaron importantes contenidos relacionales acompañantes en los niños/as que presentaban este tipo de trastornos: la presencia de malos tratos se detectaron todos en el grupo de los 0-2 años, mientras que los celos hacia los hermanos aparecían en el grupo de 3-5 años y más en los niños que en las niñas (proporción 4/1). Lo que confería a ambas situaciones una gran significación estadística (p < 0.0001).

LA IMPORTANCIA DE LA ALIMENTACION EN LA PRIMERA INFANCIA

En la primera infancia los motivos de acudir al Pediatra por causa de la alimentación son muy frecuentes y variados: tipo de alimentación, introducción de nuevos alimentos, alteraciones alimenticias y nutricionales, etc. Al niño/a se le mide y pesa con cierta frecuencia y los exámenes periódicos de salud dan una importancia muy evidente a los aspectos nutricionales. Los efectos de los trastornos alimenticios como las distrofias más o menos severas, caprichos alimenticios, etc. son signos que podrían hacer sospechar un síndrome del niño/a maltratado. Por lo tanto constituyen una atalaya de observación de los procesos del desarrollo de primera magnitud y de una gran relevancia, de tal suerte que el Grupo de Expertos de OMS-Europa sobre Promoción del Desarrollo Psicosocial en los cinco primeros años desde los Servicios de Atención Primaria considera al proceso de alimentación-nutrición como de gran relevancia e impacto en todo el proceso del desarrollo psicosocial del sujeto; con ello se intenta destacar el contenido relacional y emocional de la alimentación más allá de lo meramente descriptivo y somático, tal y como se presenta en los exámenes periódicos de salud, al menos hasta el momento actual.

Entre las funciones de la alimentación en los bebés se destacan dos grandes grupos obtenidos de la prolongada observación de bebés y en los que coinciden la mayoría de las perspectivas teóricas serias de estudio de las interacciones precoces madre-bebé:

1º Satisfacer y calmar hambre y sed del bebé, como forma de comunicar y expresar sus necesidades vitales.

2º Descarga tensional. No queda extraño que ante situaciones de inquietud o nerviosismo o bien de retraimiento los bebés estimulan la zona oral, sobre todo con el reflejo de succión.

Entre los factores que intervienen en la alimentación de los bebés queremos destacar la importancia de los reflejos de succión y faríngeo, tal y como lo exponen BRAZELTON & CRAMER en una reciente publicación: Para liberarse del moco faríngeo los recién nacidos hacen conductas respiratorias para expulsarlo. En ese momento los reflejos faríngeos compiten con los de succión. Por ello un bebé al iniciar la succión puede hacer arcadas o escupir antes de succionar, lo que puede inquietar a una función materna sin la suficiente experiencia o que sea muy ansiosa. Esta situación podría ser interpretada por estos tipos de madres como si el bebé la rechazara, cuando solo es la necesidad de acoplamiento mutuo. Aprender a succionar es la tarea del bebé, mientras que la tarea de la madre es sostenerlo y estimular al bebé. De esta suerte se constituye una sincronía para establecer las conductas de apego, por medio de las que se aseguran los vínculos, y se comprende los diferentes ritmos de la madre y del bebé a la hora de la estimulación, en el sentido que lo concibe MAZET de adecuar el estímulo a cada par madre-hijo/a y en cada situación concreta para poder saber si un mismo estímulo es hipo, normo o hiperestimulación.

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