Gastritis

Una gastritis es una patología inflamatoria de la mucosa gástrica, que no es contagiosa. Los trastornos del estómago son una causa frecuente de enfermedad clínica, con lesiones inflamatorias y neoplásicas.

El lumen gástrico es fuertemente ácido con un pH cercano a 1, más de un millón de veces más ácido que la sangre. Este entorno contribuye a la digestión, pero también tiene el potencial de dañar la mucosa gástrica. La mucina secretada por la superficie foveolar celular forma una fina capa de moco que evita que partículas grandes de alimentos toquen directamente el epitelio. La capa de moco también promueve la formación de una capa "no agitada" de fluido sobre el epitelio que protege la mucosa y tiene un pH neutro como resultado de la secreción de ion bicarbonato por las células epiteliales de la superficie. Por último, el rico aporte vascular a la mucosa gástrica de oxígeno, bicarbonato y nutrientes mientras elimina el ácido que haya podido difundir retrógradamente hacia la lámina propia. La gastritis aguda o crónica puede ocurrir después de la interrupción de cualquiera de estos mecanismos de protección.

Gastritis aguda

La gastritis aguda es un proceso inflamatorio de la mucosa transitoria que puede ser asintomática o causar grados variables de dolor epigástrico, náuseas y vómitos. En casos más graves puede haber erosión de la mucosa, ulceración, hemorragia, hematemesis, melena, o, en raras ocasiones, pérdida masiva de sangre.

Sus dos principales categorías son la gastritis aguda infecciosa y la erosivo-hemorrágica.

Gastritis agudas infecciosas

Destacan las de origen bacteriano, producidas por la ingestión de alimentos contaminados por gérmenes o sus toxinas. Las más frecuentes serán las gastritis agudas por H. pylori en la fase inicial de la infección, que suelen pasar inadvertidas por asintomáticas. En el curso de diversas infecciones pueden producirse gastritis agudas, bien secundarias al síndrome tóxico de la infección general o por localización del germen cuando éste sea especialmente virulento, entre las que se incluyen las gastritis «flemonosas» o «supurativas», secundarias a la invasión bacteriana de la pared gástrica

Gastropatía aguda erosivo-hemorrágica

En este tipo de gastropatía las lesiones se observan endoscópicamente y, en general, no se requiere la obtención de biopsias, a menos que se sospeche algún tipo especial de gastritis (p. ej.: una infección en un paciente inmunodeprimido o una enfermedad de Crohn). La inflamación histológica es característicamente escasa o está ausente, por lo que el término «gastropatía» en lugar de «gastritis» parece más adecuado en estos casos.

Histológicamente, gastritis aguda leve puede ser difícil de reconocer, ya que la lámina propia muestra edema sólo moderada y congestión vascular leve. El epitelio de la superficie está intacto, aunque los neutrófilos dispersos pueden estar presentes entre las células epiteliales o dentro de las glándulas mucosas

Gastritis crónica

En contraste con la gastritis aguda, los síntomas asociados con gastritis crónica son típicamente menos severos, pero más persistente. Pueden producirse náuseas y malestar abdominal superior, a veces con vómitos, hematemesis, pero es poco común. La causa más común de gastritis crónica es la infección por el bacilo Helicobacter pylori. Otras causas pueden incluir irritantes crónicos, como el estrés psicológico, la cafeína, el alcohol y el consumo de tabaco se consideraron las principales causas de la gastritis, las menos comunes incluyen la lesión por radiación, reflujo biliar crónico, lesión mecánica, y la participación por enfermedad sistémica tales como enfermedad de Crohn, amiloidosis, o la enfermedad

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