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Gloria Polo


Enviado por   •  4 de Agosto de 2011  •  1.991 Palabras (8 Páginas)  •  963 Visitas

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TESTIMONIO DE GLORIA POLO

Tomado de una de las entrevistas efectuadas a la doctora Gloria Polo en Radio Maria (Colombia)

¡Hermanos! De verdad es muy lindo para mí estar con ustedes compartiendo ese hermosísimo regalo que me hizo mi Señor Hace más de diez años. (Esto fue en la Universidad Nacional en Bogotá). Nos estábamos especializando con un sobrino que (también era odontólogo y mi esposo nos acompañaba. teníamos que recoger unos libros en la Facultad de Odontología un viernes por la tarde. Estaba lloviendo muy fuerte, mi sobrino y yo nos fuimos debajo de un paraguas muy pequeño, y mi esposo tenía su chaqueta impermeable y él se acercó contra la pared de la Biblioteca General. Mientras nosotros, sin darnos cuenta saltando para evitar coger charcos, nos acercamos a los árboles .Cuando fuimos a saltar para evitar coger un gran charco nos cayó un rayo. Nos dejó carbonizados; mi sobrino fallece allí.

Él era un muchacho, a pesar de su corta edad, muy entregado al Señor y era muy devoto al Niño Jesús y traía siempre la imagen de él en su pecho dentro de un vidrio de cuarzo. Según la fiscalía el rayo entra a través de la imagen, Y a él le entra el rayo en el corazón, le quema por dentro y le sale en el pie. Pero por fuera no se carbonizo. Ni se quemo. En cambio a mí el rayo me entra en esta parte. Me quema de forma espantosa todo mi cuerpo, por fuera y por dentro, esto que ven aquí, este cuerpo reconstruido, es misericordia de nuestro Señor. Me carboniza me deja sin senos, prácticamente se me desaparece toda mi carne y mis costillas; el vientre, las piernas... sale el rayo por el pie derecho, se me carboniza el hígado, se me queman los riñones, los pulmones…

Planificada con la T de cobre. De manera que el cobre, buen conductor eléctrico, me carbonizo, me pulverizo los ovarios, quedé en paro cardiaco, allí sin vida, el cuerpo saltando por la electricidad que quedó en todo ese sitio. Pero miren. Ésa es la parte físico. Pero lo más hermoso, lo más bello, es que mientras mi carnes estaban allí carbonizadas, yo en ese instante me encontraba dentro de un hermosísimo túnel blanco, era un gozo, una paz, una felicidad que no hay palabras humanas para describirles la grandeza de ese momento; era un éxtasis inmenso, Yo iba feliz gozosa, nada me pesaba dentro de ese túnel, miré en el fondo de ese túnel como un sol, una luz hermosísima. Yo digo que es blanco para ponerle color porque ninguno de los colores es comparable terrenalmente con esa luz hermosísima. Yo sentía la fuente de todo ese amor. De esa paz...

Cuando yo voy subiendo digo: ¡miércoles! Me morí. Y en ese instante pienso en mis hijos y digo: - ¡Ay Dios mío, mis hijitos! ¿.Qué van a decir esos hijos? Esa mamá tan ocupada, nunca tuvo tiempo para ellos. Ahí miro con verdad la vida mía y me da tristeza. Me salí de mi casa a transformar el mundo; y me quedaron grandes mis hijos y mi hogar.

Y en ese instante de vacío por mis hijos. Yo hago una mirada, cuando miro hay algo bello; ya mis carnes no estaban ni en las medidas de tiempo de acá. Ni de espacio, y vi a todas las personas en un mismo instante, en un mismo momento, a todas las personas; a los vivos ya los muertos, me abracé con mis bisabuelos. Con mis padres, que habían fallecido, con todos, fue un momento pleno, hermoso. Ahí me di cuenta, que me habían metido un " Gol" en la reencarnación, porque yo si defendía la reencarnación. Y yo decía, mi abuelo y mi bisabuelo, andaba viéndolos por todas partes. Me abrazaron, me encontré con ellos en un instante, nos abrazamos y abracé a todas las personas con las cuales tuve que ver en mi vida, en todas partes, en un mismo instante. Sólo a mi hija cuando yo la abracé, se asusto, tenía 9 años, ella, sí sintió mi abrazo. No había pasado nada de tiempo en ese momento tan hermoso, y que lindo; ya sin carnes. Ya no miraba corno miraba antes, que sólo miraba el que estaba gordo, flaco, negro, feo, con criterios. Así no, Ya cuando estaba sin carnes. Veía el interior de las personas, que lindo ver el interior de las personas. Ver en las personas sus pensamientos, sus sentimientos. Los abracé en un instante y sin embargo, yo seguía subiendo y subiendo llena de gozo. Cuando, sentí que iba a disfrutar de una vista hermosa; en el fondo un lago bellísimo. En ese instante oigo la voz de mi esposo, mi esposo llora y con un grito profundo, con todo el sentimiento me grita, dice: "Qué hubo ¡Gloria! por favor no se vaya! ¡Mire Gloria regrese! los niños Gloria. No sea cobarde". En ese instante yo hago esa mirada así, como global y no lo miro sólo a él y lo vi llorando con tanto dolor Y ahí el Señor me concede regresar, yo no me quería venir Que gozo, que paz, que alegría. Entonces, empecé a bajar lento a buscar mi cuerpo, me encontré sin vida. Estaba mi cuerpo en la camilla de la Universidad Nacional de la Enfermería; veía como los médicos le hacían como choques eléctricos a mi corazón para sacarme del paro cardíaco. Duramos dos horas y media allí, tirados. Porque no nos podían recoger, porque "le pasábamos corriente" a todo el mundo. Hasta que dejamos de "pasar corriente" y nos pudieron asistir. Y me empezaron a reanimar. Mire. Yo llego y pongo los pies aquí. En esa parte de mi cabeza. Y una chispa con violencia me entra. Y yo entro en mi cuerpo; me dolió muchísimo entrar. Porque es que salen chispas como de todas partes. Y lo veía encapsular en esto "tan chiquito".

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