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HISTORIA DE LA ENFERMERIA ARTES CURATIVAS EN LA ERA DEL CRISTIANISMO


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2020  •  Documentos de Investigación  •  9.324 Palabras (38 Páginas)  •  336 Visitas

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HISTORIA DE LA ENFERMERIA

ARTES CURATIVAS EN LA ERA DEL CRISTIANISMO

En la era precristiana encontramos al hombre enfrentándose con los problemas asociados con la lucha por la vida y ajustándose al ambiente para satisfacer sus necesidades según se le presentan. Sus triunfos y sus fracasos constituyen el patrimonio sobre el cual la posteridad ha podido construir sus éxitos.

El hombre de la antigüedad lucha por encontrar la causa suprema de todo lo que es, y trata de vivir, según su concepto, en armonía con el Señor del universo. Para él, como para todo creyente sincero, la religión no es un mecanismo compensatorio a una relación natural, sino motivo que da sentido a la vida y una razón por el cual vivir.

Como resultado de sus creencias filosóficas y religiosas, y conectados con ellas, encontramos prácticamente que todos sus esfuerzos van encaminados a contrarrestar la enfermedad, conservar la salud y cuidar del enfermo y del herido.

Es digno de notar que los hebreos, únicos adoradores del verdadero Dios, estaban singularmente desembarazados de aquellas prácticas de hechicería con que los pueblos idolatras mezclaban el arte de curar.

La medicina y la religión no se distinguen claramente en este periodo de la historia; la mayor parte de las veces la práctica de la medicina era una combinación de medicina empírica, magia y superstición. Sin embargo se reconocía la condición profesional del médico y sobre todo la del cirujano. Pero la cirugía, salvo rara excepciones, estaba limitada al tratamiento de las heridas, y no incluía incisiones en vientre ni en tórax. La medicina empírica se basaba con frecuencia en las leyes naturales, por consiguiente, se puede argumentar que en alguna forma era medicina científica.

La enfermería era practicada por sirvientes y esclavas que en algunas ocasiones recibieron el nombre de enfermeras; pero la enfermería no estaba organizada como una profesión, ni se le consideraba una vocación. En los templos se hospedaba a los enfermos de cierta clase social, práctica que no se puede ser comparada con nuestro actual sistemas hospitalarios.

La medicina egipcia descuidaba la observación de causas y síntomas. Los griegos si fueron agudos observadores de signos patológicos y se esforzaron para encontrar las causas que producían los efectos. Los romanos juzgaron a la medicina como una innovación helénica y desdeñaron a los médicos emigrantes de Grecia.

Muchas de las enfermedades que ahora conocemos, fueron identificadas por médicos de la antigüedad, pero ignoraron su etiología. Entre la nomenclatura de las enfermedades clasificadas entonces, encontramos: apoplejía, caries dentales, diabetes mellitus, hidropesía, epilepsia, fiebres, enfermedades del corazón, bocio, hernias, hidroceles, ictericia, malaria, peste, tuberculosis pulmonar, reumatismo, viruela, dolor de muelas, tumores, venas varicosas y enfermedades venéreas.

La medicina incluían: cannabis indica, aceite de castor, y opio, usado como soporífero. Los tratamientos incluían: masajes, cauterizaciones, purgas, vomitivos, vejigatorios y enemas. La cirugía incluía: sección cesárea, amputación, castración, circuncisión, herniotomía, cirugía de los ojos y cirugía plástica. Los instrumentos quirúrgicos incluían: escalpelos, probetas, agujas, tijeras, candelillas, trocares, catéteres, y fórceps. Se hacían suturas, pero no se ligaban vasos. También usaban el método de sugestión y el hipnotismo, hidroterapia, cuarentena, aislamiento y vacuna.

Los chinos mezclaban contras de pústulas purulentas de la viruela con sustancias de fuerte olor, las envolvían en algodón y las trataban con vapores y hierbas por largos periodos con el fin de debilitar la virulencia. El material obtenido era pulverizado e introducido por la  nariz con u tubo de bambú. La inoculación era hecha del lado izquierdo a los niños y del lado derecho a las niñas. También tenían la costumbre usar una camisa pegada al cuerpo, previamente contaminada por otros enfermos. Esto resultaba con frecuencia en epidemias muy serias de dicha enfermedad.

Está claro que en estos primeros siglos de la historia el hombre hizo algunos progresos de una generación a otra.

La enfermería y las artes curativas en el principio del cristianismo

El cuidado de los enfermos fue uno de los primeros trabajos de las iglesias nacientes. El clero estaba obligado a visitar al enfermos que el cristianos hospedaba en su casa, este trabajo era realizado con toda claridad por los diáconos y diaconisas.

La institución de los diáconos fue establecida principalmente para ayudar a los obispos y a los presbíteros. Las diaconisas eran mujeres que son tener votos religiosos se ofrecían voluntariamente a prestar sus servicios al clero en asistencia del pobre y del desvalido.

San Pablo nos habla nos habla en sus Epístolas de Fede; se le considera como la primera diaconisa y enfermera visitadora sanitaria. Entre los primeros médicos cristianos se distingue San Lucas, evangelista, autor del tercer evangelio y de los Hechos de los apóstoles. Sus narraciones bíblicas contienen muchas terminaciones médicas.

La fama de dieciséis médicos, a partir de estos primeros siglos del cristianismo. Algunos cristianos ilustres pertenecientes a la profesión médica, fueron Aesio de Amida, Paula de Agineta y Alejandro de Tralles. En los escritos clásicos de Aesio se describen tratamientos para las venas varicosas, para el bocio y para las amígdalas, las duales, dice, deben extirparse si están hipertrofiadas. Descubre también la hidrofobia, da técnicas para la ureterotomia y de la ligadura de la arteria braquial por aneurisma.

Paulo de Agineta en sus escritos habla sobre patología y medicina en general, describe el cáncer reconociéndolo en distintas partes dl cuerpo y anota regímenes dietéticos, también hace aportaciones hacia el campo de farmacología y de la cirugía.

Alejandro de Tralles escribió sobre medicina interna y patología. Hizo estudios cuidadosos sobre el sistema nervioso y estados demenciales. En el norte de áfrica la profesión médica era muy honrada y los médicos eran ciudadanos influyentes, como se desprende en las obras de San Agustín. San Agustín menciona en sus cartas. Visitas al paciente, diagnostico, prescripción de medicinas, drogas para el alivio del dolor y la curación de heridas.

San Hilario, obispo de Poitiers en el siglo IV, al describir la psicología de la sensación, hace mención de la anestesia. San Basilio, griego, gran doctor de la iglesia (329-379), propalo la ida de que los hospitales deben ser sostenidos por la misma comunidad.

Entre las primeras cristianas de Roma se encuentran Fabiola, Paula, Marcela. Matronas que se encargaron del cuidado de los enfermos y otras buenas obras. En el año 390 Fabiola abrió el primer hospital general en Roma. Marcela recibió el título de Madre de las monjas y fundadora de los conventos de occidente. Paula en el año de 385, cuando san Jerónimo (traductor de las Sagradas Escrituras) partió a Belén, lo siguió para seguir ayudándolo en su trabajo. En Belén Paula descubrió que muchos peregrinos de Santos Lugares enfermaban en la jornada y construyo un hospital para atenderlos ahí mismo.

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