IMPACTO AMBIENTAL DE LA MINERIA A CIELO ABIERTO EN LA MOJANA
yudideavila21 de Mayo de 2013
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IMPACTO AMBIENTAL DE LA MINERÍA A CIELO ABIERTO EN LA REGION LA MOJANA DURANTE LOS AÑOS 2012 – 2013
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CONTENIDO
1. Planteamiento del problema,
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La minería en América Latina, se ha convertido en un tema de particular sensibilidad, además tema central en los debates sobre el desarrollo de los países y regiones, cargado de profundas implicaciones económicas, sociales, ambientales y políticas (CENSAT, 2011).
En países andinos como Colombia, Ecuador y Perú la minería representa una actividad productiva de creciente importancia para las finanzas públicas y la balanza comercial. Al mismo tiempo, los evidentes impactos ambientales y sociales de los proyectos mineros, son objeto de comprensible preocupación, pues ponen en riesgo la prestación de servicios ambientales por parte de ecosistemas estratégicos y generan delicadas afectaciones sociales. En este sentido, es evidente la necesidad de garantizar una minería responsable por parte de las empresas y demás actores involucrados, que se traduzca en acciones concretas y eficientes de gestión ambiental y social, debidamente concertadas con las autoridades y los actores sociales (CENSAT, 2011).
Los páramos son ecosistemas estratégicos por su papel como proveedores y reguladores del agua para uso doméstico, agrícola e industrial y por su riqueza en biodiversidad. Básicamente son ecosistemas esenciales para la mayor parte de la población de ciudades y áreas rurales en los Andes. Los acueductos de ciudades como Bogotá, Quito, Cali, Medellín, Bucaramanga, Tunja, Cuenca, Loja, Cajamarca y Piura, entre otras, dependen directamente de los páramos como fuentes de agua (González. C. 2010-2014)
De los 114 millones hectáreas que componen el extenso y próspero territorio colombiano, más de 8,4 millones están concesionados para la exploración de minerales y más de 37 millones de hectáreas están titulados para la exploración de hidrocarburos (Gonzalez, C. 2010 – 2014).
Además, según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, en 2010 ya había concedidos títulos de explotación de recursos no renovables en 5,8 millones de hectáreas (Restrepo, C. 2010). Como se cita en los artículos «Tierra, agua y naturaleza: símbolos del Estado» y «Legislación nacional>>:, algunas de estas solicitudes concedidas se encuentran en zonas protegidas como páramos, parques nacionales, territorios indígenas y territorios colectivos afrodescendientes, entre otros (CENSAT, 2011) Actualmente, el Registro Minero Nacional afirma que 1.717 empresas tienen títulos vigentes de concesiones para explorar o explotar minas, a las que se unen 7.200 títulos más en manos de particulares (CENSAT, 2011).
Hasta el 2002 las políticas estatales fueron relativamente conservadoras en términos de la concesión de títulos mineros, pero a partir de ese año comenzaron a incrementarse las solicitudes y concesiones. Entre 1990 y 2001 se entregaron en Colombia 1.889 títulos mineros (157 por año) (Agencia de Noticias UN 2011) y en 2010 ya había 8.928 concesiones (4.839.149 hectáreas) (Mingorance, 2011) y 20.000 solicitudes en trámite. En potencias mineras latinoamericanas como Chile y Perú que hace años conviven con la minería a gran escala, el territorio concesionado asciende 13 millones9 y 27.1 millones de hectáreas10 respectivamente.
Por otro lado, el deterioro ambiental generado por toda la minería en el cuarto país con más biodiversidad del mundo ya es evidente (Prada, A. 2011). Para la extracción de minerales como el oro, suelen utilizarse productos altamente tóxicos como el cianuro que contaminan la tierra y las fuentes hídricas de la zona y por ende impide la vida de las comunidades habitantes. Un ejemplo de esto es el proyecto Angostura que finalmente no obtuvo la licencia ambiental, para el que estaba previsto utilizar 40 toneladas de cianuro al día durante 15 años que iba a durar la solicitud (Prada, A. 2011).
Además, para los proyectos mineros a gran escala, se hace necesario cambiar los cursos de los ríos y generalmente utilizan grandes explosiones con dinamita, que producen unos niveles de ruido de gran magnitud que provocan que los animales al igual que las personas, cambien su hábitat o incluso su comportamiento alimenticio y reproductivo. Igualmente suele ser necesaria la construcción de infraestructuras precedidas por la deforestación del lugar.
Las innovaciones técnicas que ha experimentado la minería a partir de la segunda mitad del presente siglo han modificado radicalmente la actividad, de modo que se ha pasado del aprovechamiento de vetas subterráneas de gran calidad a la explotación --en minas a cielo abierto de minerales de menor calidad diseminados en grandes yacimientos (CEPIS, 2001).
La minería a cielo abierto remueve la capa superficial o sobrecarga de la tierra para hacer accesibles los extensos yacimientos de mineral de baja calidad. Los modernos equipos de excavación, las cintas transportadoras, la gran maquinaria, el uso de nuevos insumos y las tuberías de distribución permiten hoy remover montañas enteras en cuestión de horas, haciendo rentable la extracción de menos de un gramo de oro por tonelada de material removido (CEPIS, 2001).
Existe consenso en la literatura sobre el tema en el sentido de que ninguna actividad industrial es tan agresiva ambiental, social y culturalmente como la minería a cielo abierto (MCA).
La minería a cielo abierto utiliza, de manera intensiva, grandes cantidades de cianuro una sustancia muy tóxica, que permite recuperar el oro del resto del material removido. Para desarrollar todo este proceso, se requiere que el yacimiento abarque grandes extensiones y que se encuentre cerca de la superficie. Como parte del proceso, se cavan cráteres gigantescos, que pueden llegar a tener más de 150 hectáreas de extensión y más de 500 metros de profundidad (CEPIS, 2001).
1.1. PREGUNTA PROBLEMA
¿Cuál es el impacto ambiental de la minería a cielo abierto en la región de La Mojana durante los años 2012 – 2013)
1.2. DELIMITACION DEL PROBLEMA
La problemática del impacto causado al medio ambiente por la práctica de la minería a cielo abierto, es de carácter mundial, pero para el presente estudio se tomará en cuenta la situación de la región La Mojana, en las ciénagas del Sur del Departamento de Bolívar en Colombia.
1.3. JUSTIFICACIÓN
El gran crecimiento de los sectores de la construcción y la ornamentación y el desarrollo de infraestructuras ha convertido a la minería a cielo abierto en el procedimiento fundamental de extracción de materiales, sustituyendo a las explotaciones subterráneas (Ambiontum, 2012)
Desgraciadamente, este tipo de minas tiene un impacto ambiental mucho mayor que las subterráneas. Por un lado, aumenta la producción de residuos, y así, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), genera aproximadamente el 75% de los residuos industriales en España.
Por otro lado, la capa superficial natural que permanecía intacta con la extracción bajo tierra queda alterada irreversiblemente, dejando atrás un paisaje inerte. Asimismo, los acuíferos y los cursos de agua próximos pueden resultar afectados, poniendo en peligro la fauna y flora del lugar. Además, el arrastre de las partículas por el agua perjudica a la agricultura, al erosionar y esterilizar las superficies de cultivo (Ambiontum, 2012).
Una de las problemáticas ambientales más importantes en el Colombia se refiere al uso indiscriminado de precursores químicos en actividades ilícitas, el uso de metales pesados como mercurio en actividades mineras, el vertimiento de aguas servidas y otro tipo de compuestos relacionados con actividades industriales y prácticas agrícolas inadecuadas. Lo anterior, ha llevado a que la contaminación química en especial por metales pesados, constituya una de las más peligrosas para los ecosistemas acuáticos y las especies presentes en ellos. Los peces tienen la capacidad de almacenar en su organismo una concentración mayor de estos compuestos en comparación con la presente en el medio, por lo que son un indicador importante de la contaminación, pero también esto implica que su consumo se puede convertir en un problema de salud para las poblaciones que se alimentan de este recurso.
El impacto por la actividad minera se refiere principalmente a la contaminación por metales pesados como el mercurio en la cadena trófica. El estudio “Hallazgo de mercurio en peces de la Ciénaga de Ayapel, Córdoba, Colombia” concluyó a partir de la evaluación del riesgo basado en el índice de peligrosidad que el consumo de 0,12 kg de cualquier tipo de pescado por día en la población humana (principalmente por consumo de especies carnívoras), podría incrementar el riesgo de envenenamiento por mercurio en la población local. Una de las principales regiones del país que se ve afectada por el uso del mercurio en la explotación y beneficio del oro es la Región de La Mojana sucreña, en la cual a pesar de no existir actividad minera, se captan las corrientes de aguas fluviales provenientes de las zonas de explotación minera de oro que se desarrolla en el norte Antioquia, en el Bajo Cauca Antioqueño y en el sur de Bolívar (Borrador Conpes Prevención y control de explotación ilícita de minerales, 2011)
De acuerdo con los estándares internacionales solamente “bocachico” y “liseta” serían aptos para el consumo humano
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