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Infecciones Vaginales


Enviado por   •  10 de Agosto de 2014  •  1.663 Palabras (7 Páginas)  •  266 Visitas

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Vaginosis

Vaginosis bacteriana:

Este síndrome clínico frecuente y complejo refleja la presencia de flora vaginal anormal y se conoce poco. Ha recibido diversos nombres como vaginitis por Haemophilus, por Corynebacterium, por anaerobios o por Gardnerella y vaginitis inespecífica. Por razones desconocidas, la relación simbiótica de la flora vaginal cambia y aparece un crecimiento excesivo de bacterias anaerobias

como Gardnerella vaginalis, Ureaplasma urealyticum, Mobiluncus, Micoplasma hominis y Prevotella. Además, la vaginosis bacteriana se acompaña de reducción considerable o ausencia de Lactobacillus que producen peróxido de hidrógeno. No se sabe si el ecosistema alterado provoca la desaparición de Lactobacillus o si la desaparición origina los cambios observados en la vaginosis bacteriana.

Factores de riesgo no se consideran que este trastorno sea una enfermedad de transmisión sexual, puesto que se observa en mujeres que no han tenido relaciones sexuales con anterioridad. Sin embargo, muchos de los factores de riesgo se relacionan con la actividad sexual y en las mujeres que padecen esta enfermedad se ha observado un mayor riesgo de adquirir alguna enfermedad de transmisión sexual. Además, Bradshaw et al. Se sugiere que quizá la transmisión sexual participa en la fisiopatología de la vaginosis bacteriana recurrente. Son pocas las medidas para la prevención de la vaginosis bacteriana, aunque probablemente sea de utilidad la eliminación o la reducción de las duchas vaginales.

Diagnóstico

Algunos autores han publicado que la vaginosis bacteriana es la causa más común de síntomas vaginales en las consultas. De los síntomas, el más característico es una secreción transvaginal fétida no irritante, que no siempre aparece. La vagina no suele encontrarse eritematosa y el examen del cuello uterino no revela anomalías. Los primeros en describir los criterios para el diagnóstico clínico, que comprenden:

1) la valoración microscópica de una preparación en fresco de la secreción vaginal,

2) medición del pH vaginal

3) la liberación de aminas volátiles producidas por el metabolismo anaerobio. Las células guía constituyen los indicadores más confiables de vaginosis bacteriana

Estas células del epitelio vaginal llevan numerosas bacterias adheridas, que crean un borde celular punteado poco definido. El valor predictivo positivo de esta prueba en cuanto a presencia de vaginosis bacteriana es de 95%. La adición de hidróxido de potasio a 10% (KOH) a una muestra fresca de secreción vaginal libera aminas volátiles con olor a pescado. Ésta se denomina prueba de liberación de aminas.

El olor se manifiesta incluso sin el hidróxido de potasio. De igual forma, la alcalinidad del líquido seminal y la presencia de sangre acentúan el olor después del coito y con la menstruación. La presencia de células guía y una prueba de aminas positiva son patognomónicas, incluso en pacientes asintomáticas.

De manera característica, en la vaginosis bacteriana el pH vaginal es > 4.5 como consecuencia de la menor producción bacteriana de ácido. De la misma forma, la infección por Trichomonas vaginalis se acompaña de proliferación excesiva de microorganismos anaerobios y la producción de aminas. Por lo tanto, las mujeres con vaginosis bacterianas no deben tener evidencia microscópica de tricomonosis.

En las mujeres con BV se han observado varios eventos ginecológicos adversos como vaginitis, endometritis, endometritis puerperal, enfermedad pélvica inflamatoria no asociada a Neisseria gonorrhoeae o Chlamydia trachomatis e infección pélvica aguda luego de una cirugía pélvica, especialmente después de una histerectomía.

Tratamiento

Metronidazol 500mg por vía oral cada 12h durante siete días

Metronidazol en gel a 0.75% 5g intravaginal diario durante cinco días

Crema de clindamicina a 2% 5g intravaginal al acostarse durante cinco días

Tricomonosis

A diferencia de otras enfermedades de transmisión sexual, al parecer su incidencia parece incrementarse con la edad en algunos estudios. La tricomonosis se diagnostica principalmente en mujeres puesto que la mayoría de los hombres permanece asintomática. Sin embargo, hasta 70% de las parejas masculinas de mujeres con tricomonosis vaginal alberga tricomonas en las vías urinarias.

Este parásito por lo general indica una conducta sexual de alto riesgo y con frecuencia coexiste con otros microorganismos patógenos que se transmiten por vía sexual, especialmente con Neisseria gonorrhoeae. Trichomonas vaginalis tiene cierta predilección por el epitelio escamoso y las lesiones facilitan el acceso a otros microorganismos que se transmiten por vía sexual. También es posible la transmisión vertical durante el parto, que puede persistir durante un año.

Diagnóstico

El periodo de incubación de T. vaginalis es de tres días a cuatro semanas y se ubica en la vagina, uretra, endocérvix y vejiga. Hasta 50% de las mujeres no advierte ningún síntoma y la colonización persiste durante meses o años. No obstante, en aquellas con molestias, la secreción vaginal es fétida, líquida y de color amarillento o verdoso. A menudo se acompaña de disuria, dispareunia, prurito vulvar y dolor. En ocasiones los signos y síntomas son idénticos a los de la enfermedad pélvica inflamatoria aguda.

En la tricomonosis, la vulva puede estar eritematosa, edematosa y con excoriaciones. La vagina tiene la secreción descrita y además hemorragias subepiteliales o “manchas de fresa” en la vagina o el cuello

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