Influencia de las condiciones de subdesarrollo y dependencia sobre los estudios médicos, investigaciones y servicios
Winie Mirlexi Quintana HernándezInforme8 de Marzo de 2020
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Contenido
Introducción 1
1. Influencia de las condiciones de subdesarrollo y dependencia sobre los estudios médicos, investigaciones y servicios 2
1.1. Pobreza de salud 3
2. Análisis de los altos costos de salud hoy en día 6
3. Comportamiento de los costos en salud 6
4. Indicadores internacionales 7
5. Monitor de enfermedades 7
6. Enfermedades de alto costo 9
7. Consejos útiles en salud para afrontar enfermedades en Venezuela 10
Conclusión 11
Referencias bibliográficas 12
Introducción
En los inicios del Siglo XXI, y en plena época globalizadora, son múltiples los problemas a los que deben enfrentarse las naciones. El narcotráfico, el efecto invernadero, el terrorismo y las crisis económicas mundiales son solo algunos de los retos que plantea el nuevo orden internacional.
El subdesarrollo y la pobreza, como problemas no solo económicos, sino políticos y sociales, requieren de la profundización en el estudio y la investigación de los mismos. Es necesario clarificar acerca de lo que se habla y precisar sus características particulares, solo de esta manera se iniciará el camino de modificación de la realidad. Ambos temas conciernen a todos los países, desarrollados y subdesarrollados, a los primeros por las presiones que generan las grandes masas migratorias proveniente de los países en vías de desarrollo y a los segundos porque si no se logran establecer equilibrios en sus estructuras económicas y sociales, no sería exagerado hablar que su futuro estará seriamente comprometido. En el presente trabajo estudiaremos los diversos conceptos existentes acerca del subdesarrollo, las características de los países subdesarrollados y las posibles medidas que se pueden ejecutar para superar ese estado. El desarrollo traerá como consecuencia El analfabetismo, la mala salud, la desnutrición, los riesgos medioambientales y la falta de opciones contribuyen a perpetuar el ciclo de pobreza y mala salud, la salud es un bien vital para los pobres, sin la salud, las posibilidades de que una persona escape de la pobreza quedan debilitadas por el tiempo, el trabajo. Las enfermedades de alto costo representan un gran riesgo para el equilibrio financiero de las empresas de salud y pueden ser un factor determinante para su supervivencia en el mercado. Conocerlas mejor es esencial para prever su impacto en el sistema de prestación de servicios de salud.
Influencia de las condiciones de subdesarrollo y dependencia sobre los estudios médicos, investigaciones y servicios
El subdesarrollo es la situación de un país o región cuya capacidad para producir riqueza y bienestar social no alcanza determinados niveles considerados adecuados u óptimos, o se encuentra en estado de atraso en comparación con otros países más prósperos. A los países subdesarrollados también se los ha venido llamado países del tercer mundo, en alusión a su lugar último en la prosperidad económica y niveles de bienestar social en comparación con los países del primer mundo.
Venezuela, a pesar de sus inmensurables recursos naturales renovables y no renovables, de su PIB, de su índice de crecimiento económico, y sus altos ingresos per cápita, es uno de los países más subdesarrollados, y, por ende, uno de los más pobres del continente. Se entiende que la pobreza es la carencia de recursos necesarios para satisfacer las “necesidades básicas” de la sociedad o carencia de recursos para vivir. Estas necesidades básicas se pueden resumir, asignándoles un orden de importancia relativo, como: salud, nutrición, vivienda y abrigo, educación, trabajo, recreación. También la carencia de ingresos monetarios, agricultura sostenible, tecnología y altas tasas de mortalidad infantil.
Para quienes viven en condiciones de pobreza, las consecuencias van más allá de los problemas económicos y de ingresos. Las mayores adversidades a que se someten los pobres son; las oportunidades perdidas o la carencia de bienes materiales para el desarrollo de la vida humana, tal como; privación de la dignidad de ser humano, aquello que le hace esclavo, que le coarta el acceso a libertades fundamentales de acción y decisión, que le impide un desarrollo coherente y lo hace vulnerable a las enfermedades, los reveses económicos y los desastres naturales. Por si todo eso fuera poco, son tratados en forma vejatoria por las instituciones del estado y la sociedad, y carecen de poder para influir en las decisiones que les afectan. La pobreza incorpora vulnerabilidad, es decir, no solamente el no tener o ser ya víctima de un sistema que somete, sino el que acentúa la vulnerabilidad de los propios pobres; cuanto más pobre, más vulnerable se es. La pobreza es una enfermedad que consume la energía de las personas, las deshumaniza y crea un sentido de desamparo y pérdida de control de sus propias vidas.
Sin embargo, la forma de definir la pobreza, más sencilla y más clara y sobre la que puede haber un consenso más generalizado, es aquella que hace referencia a la falta de elementos básicos para la vida integral del individuo. El decálogo de elementos que constituirían los derechos básicos de cualquier ser humano sería: acceso a agua limpia y potable, vivienda digna, alimentación suficiente para una nutrición adecuada, entorno y medio ambiente seguros, protección contra la violencia, igualdad de oportunidades, tener derecho a opinar sobre su propio futuro, acceso a medios para el sustento cotidiano, salud y educación. Cuando alguno de estos elementos no se da en su integridad, o alguno de ellos está ausente, podríamos hablar de pobreza. Así pues, podríamos hablar de la pobreza como algo multidimensional, definiendo tres ejes:
a) La pobreza material, aquélla que hace referencia a la ausencia de bienes y servicios básicos.
b) La pobreza intelectual, aquélla que condiciona el desarrollo cultural, ideológico, de pensamiento y político de las personas.
c) La pobreza social, aquélla que afecta a la integración dentro de un colectivo referencial con plenos derechos, la participación dentro de la sociedad, la identidad diferenciada y respetada dentro del colectivo de inserción.
d) La pobreza de salud se mide, en términos relativos. Por lo general es una cifra porcentual estimada a partir de la proporción de la población de un país o parte de él, que no reciben la cobertura adecuada de los cuerpos de salud del sector público. Los indicadores más comunes son el número de hospitales de cada tipo, el número de médicos, enfermeras, odontólogos, bioanalistas, etc., el número de camas hospitalarias, de equipos, de laboratorios, de recursos para medicamentos, etc. per cápita en el área en cuestión.
Pobreza de salud
La pobreza y la mala salud son fenómenos interrelacionados. Los países pobres tienden a presentar peores resultados sanitarios que los más pudientes, y dentro de cada país las personas pobres tienen más problemas de salud que las acomodadas. Esta asociación refleja una relación de causalidad que funciona en los dos sentidos: la pobreza genera mala salud, y la mala salud hace que los pobres sigan siendo pobres. Los países que tienen un bajo nivel de desarrollo están afectados por graves problemas sanitarios. Estos tienen su origen en deficiencias históricas y en la actual carencia de recursos y se pueden resumir en los siguientes:
- Naturaleza de las enfermedades.
- Falta de personal sanitario.
- Carencia de recursos económicos.
¿Cómo afronta el personal de salud dicho reto?
El médico como miembro del equipo de salud posee una gran responsabilidad en la lucha contra la pobreza. Los médicos desempeñan una función vital en la reducción de la pobreza y sus consecuencias sobre la salud y el bienestar. Por tanto, pueden:
- Establecer planes de intervención social, a través de la comunidad para la definición de sus problemas y búsqueda de soluciones. Las personas pobres tienen capacidad para actuar en la solución de sus problemas, para ello es necesario insistir en las iniciativas de capacitación de la sociedad.
- Promover la salud hacia las familias. El médico en la comunidad, puede analizar el impacto de la pobreza y aplicar y evaluar intervenciones con la plena participación de las familias. Un planteamiento de la salud familiar que se ocupe de toda la familia puede mejorarla. El proceso de promoción de la salud impulsa a las poblaciones a convertirse en agentes de su salud mediante sus propias acciones y opciones.
- Abogar por la equidad en la atención de salud y los servicios sociales. Buscar un nivel universal de salud que permite a todas las personas llevar una vida social y económica productiva. Esto requiere un acceso equitativo a los servicios teniendo como centro de atención las personas pobres y vulnerables. Con demasiada frecuencia los recursos de salud están distribuidos de manera desigual, lo que deja a las comunidades pobres con servicios inadecuados. Los médicos desempeñan una función vital en los programas de divulgación que van más allá de los cuidados hospitalarios en las comunidades urbanas.
- Fortalecer la actuación y la participación de la comunidad en la fijación de prioridades, adopción de decisiones, planificación y aplicación de estrategias para conseguir una mejor salud entre los miembros de la familia y la comunidad para obtener productos más saludables, servicios públicos más sanos y entornos más limpios.
- Facilitar a las personas información y formación de salud que los prepare para prestarse cuidados a sí mismas en las distintas fases de sus vidas, y para hacer frente a enfermedades crónicas y lesiones.
- Ayudar a las personas a desarrollar capacidades personales que aumenten sus posibilidades de controlar su salud y hacer acciones saludables.
- Influir para que se presten servicios de promoción de la salud para las poblaciones vulnerables, como los pobres, ancianos, discapacitados y grupos minoritarios
El personal médico debe contribuir a la disminución de la pobreza, causada por el subdesarrollo, a través de su actuar, en las intervenciones con los pacientes, en la toma de decisiones en la implementación de planes y programas, en su participación social y política. La lucha contra la pobreza exige, por tanto, la responsabilidad de hacer compromisos explícitos para superar la pobreza, a través de un sistema de salud planificado en el cual se requiere pensar cómo utilizar todos los recursos humanos y materiales que tiene el país en materia de salud, para tratar de que el acceso a toda la población sea equitativo y que los costos sean adecuados. Un sistema de salud integral que piense de una manera contextual, y basado en el concepto ya clásico, y que a veces olvidamos de la atención progresiva.
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