Jornada de errores médicos

Jornada de errores médicos.

Es la historia de doce jóvenes médicos que el día de su graduación prometen reunirse al cabo de veinte años en el mejor hotel, del bello puerto de Acapulco. Y cuando cumplen su juramento, siendo ya médicos famosos, uno de ellos se levanta de la mesa redonda y propone algo insólito: ¡Confesar cuál ha sido el error más grande de cada quien ha cometido en el ejercicio de su profesión!

Este libro llena a cada lector con una trama muy interesante y un profundo contenido de dramática y realidad, ya que estos doce apóstoles como ellos se hacían llamar fueron víctimas de sus peores errores profesionales.

La historia comienza con el Doctor y Senador Erasmo Vidal, ya que este por ser el protagonista es el más mencionado.

En esta historia se ven involucrados doce médicos de diferentes ramas ginecólogo, médico de urgencias, pediatra, cirujano general, radiólogo, psiquiatra, cirujano plástico, gastroenterólogo, ortopedista, otorrinolaringólogo y político, y aunque algunos de estos apóstoles ya no se encontraban con vida, el anfitrión de la ceremonia hizo lo posible para que aunque sea sus hazañas más insólitas fueran escuchadas esa noche.

La historia empieza en el despacho del político Erasmo Vidal cuando se encontraba dictando a su secretaria una conferencia titulada “Problemas Médicos Rurales”, cuando de repente le viene a la mente una promesa que se cumpliría el 17 de agosto próximo. Ya tenía 20 años de esa promesa que hizo con sus amigos, más bien, hermanos de carrera.

Al principio nos cuenta cómo fue que se les dio el nombre de los Doce Apóstoles. Se remonta cuando estaban en una parranda, ya casi sin dinero en un restaurante denominado El Taquito, en el centro de la ciudad de México. En una de las mesas estaba un diputado del estado de Hidalgo que, al contarlos y verlos pasar de dos en dos, comentó con ironía; “Los Doce Apóstoles”.

Al principio les causó ruido y estuvieron renuentes a lo que el diputado mencionó. Adán Calzada, uno de los “apóstoles” se acercó a decirle que si ellos eran los apóstoles, él era su maestro y que les gustaría que los acompañara en la mesa. El diputado aceptó y diciendo que el sería entonces el Nazareno. A lo que Calzada le refuto, que nadie podía estar en mejor representación, ya que como el señor diputado, como Jesús, no trabajaban y les gustaba el vino. A partir de esa cena fueron conocidos como el grupo de los Doce Apóstoles.

Tuvieron su última cena que celebraron en una deteriorada taberna, donde el propietario era Don Hipólito, cerca del Hospital Juárez.

En el siguiente capítulo cuenta como nuestro protagonista, el senador Erasmo Vidal, es al que le toca organizar la dichosa reunión, la cual planeo meticulosamente. Contando con los servicios de don Hipólito en un comedor privado del hotel Princess.

Después de haber planeado la llegada de los Doce Apóstoles y de que se realizaran todos los reencuentros, el Senador Erasmo Vidal hiso su jugada proponiéndoles hacer la tesis más descabellada que jamás habrían imaginado, relatar cual ha sido el mayor fracaso o error en los veinte años que llevan en su carrera de médicos.

Cada uno de los Apóstoles se quedó impresionado con la proposición que se les había hecho, pero al final aceptaron y fue cuando el primer Apóstol llego al estrado y conto su anécdota.

El primer Apóstol fue Gerardo Aldape, médico ginecólogo, quien conto su anécdota de cómo fue que al atener a una señora le diagnostico fibroma, pero después de haber realizado todos los preparativos y empezar la operación fue cuando la tragedia sucedió, el medico envés de operar un tumor, hiso un ojal en lo que fue la bolsa donde el feto se encontraba y fue cuando el doctor se dio cuenta de su error más grande de su carreara.

El segundo Apóstol fue Felipe Orzuela, pediatra, que cuenta su historia de cómo fue que un día le llevaron a un niño con un dolor de vientre muy fuerte, y que fue diagnosticado como un ganglio inflamado, así que el medico preparo al niño para una operación la cual el llevaría a cabo, pero el médico no era cirujano aunque en ese momento se sintió el más apto para realizarla. Cuando termino de preparar todo empezó a operar al niño iniciando con un corte pero cuando el medico hiso la incisión fue cuando su error más grande apareció, el medico había cortado lo que era el intestino del niño, cuando se había dado cuenta de eso la mejor solución que tubo fue llevarlo al hospital y que hay otros colegas operaran al niño, aunque eso le costó mucho efectivo.

El tercer Apóstol fue Arnulfo Lagos, cirujano plástico, quien se había muerto y en su lugar paso Federico Gambin, amigo y discípulo.

Federico se presentó con todos y dio inicio con el relato que tanto había hecho estremecer al doctor cada vez que lo recordaba.

Cuando el doctor Arnulfo se encontraba en su despacho fue visitado por un actor que se llamaba Carlos el cual le pidió que le hiciera una operación para restirarle la piel de la cara. Cuando la operación se estaba llevando a cabo, el doctor cometió su error más grande de su carrera, había cortado una rama del nervio facial.

Cuando la operación se terminó el doctor le dijo al paciente de lo ocurrido en la operación, pero la reacción fue sorpréndete ya que al paciente se le encontró clamado, cuando el doctor se dio cuenta el paciente le conto que no era su culpa y que además su fin estaba próximo, pero el doctor no comprendía muy bien, hasta que una mujer llamada Belinda le conto que Carlos había estado deprimido y que solo se había sometido a la operación para parecer joven y luego quitarse la vida. Sin esperar más el doctor había salido violentamente hacia el cuarto de Carlos pero ya era demasiado tarde, el artista se había quitado la vida disparándose a la altura de la sien. Junto a su cuerpo se encontraba el maletín que el mismo doctor l había entregado.

El cuarto Apóstol era Adán Calzada, cirujano general,

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