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LA ADOLESCENCIA: CONSIDERACIONES BIOLÓGICAS, PSICOLÓGICAS Y SOCIALES

genelamasTesis30 de Enero de 2014

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CAPÍTULO 1

LA ADOLESCENCIA: CONSIDERACIONES BIOLÓGICAS, PSICOLÓGICAS Y SOCIALES

“La pubertad te va cambiando el cuerpo, la adolescencia, el alma.

Y tú sobrecogido te preguntas quién fuiste, quién eres,

y en quién te vas a convertir”

Antonio Gala

ROSA ROS RAHOLA TERESA MORANDI GARDE EVA COZZETTI SUELDO

CECILIA LEWINTAL BLAUSTEIN JOSEP CORNELLÀ I CANALS JOAN-CARLES SURÍS GRANELL

El profesional de la salud que aspire a atender correctamente a los adolescentes deberá conocer, comprender y asumir el concepto de salud integral del adolescente. Es importante esta consciente toma de posición ante una situación comúnmente observada, en la que se asevera que el ser humano es una unidad bio-psico-social, pero que en la práctica suele reducirse a la concentración de esfuerzos de los programas de salud en el área biológica. El objetivo de los programas debe ser el desarrollo integral de adolescentes y jóvenes para que puedan desplegar todas sus capacidades físicas, psicológicas, afectivas e intelectuales, así como reducir las situaciones de riesgo psicosocial a las que se exponen de manera especial quienes viven en

Salud integral

El concepto de salud integral del adolescente abarca la interacción entre lo biológico, psicológico y social

situaciones menos favorables.

ASPECTOS BIOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y SOCIALES

INTRODUCCIÓN

Adolescencia

Etapa de transición entre la pubertad y el estadio adulto

Características propias

Notables cambios

El desarrollo humano se entiende como una sucesión evolutiva de “momentos” por donde el individuo va transitando, inmerso en un proceso histórico dinámico y a menudo contradictorio.

Todo desarrollo humano se realiza en la interdependencia de dos procesos, uno de maduración y otro de mutación o cambio. El primero lleva al segundo y el paso entre ambos corresponde a lo que comúnmente se denomina “crisis”. Éstas, también denominadas estadios o etapas, son a la vez liberadoras y generadoras de conflicto y angustia.

Una de estas etapas es la adolescencia. Se caracteriza fundamentalmente por ser un período de transición entre la pubertad y el estadio adulto del desarrollo. El término transición remite a la idea de dinamismo y pasaje que no debe estar en contradicción con la delimitación de características propias y definitorias.

Adolescencia viene de la palabra latina “adolescere”, que nos remite al verbo adolecer y que en lengua castellana tiene dos significados: tener cierta imperfección o defecto y crecer.

La adolescencia se contempla ya en los tratados más antiguos. Siempre se ha considerado una época de los individuos a medio camino entre la infancia y la edad adulta, por ello muchas tribus y pueblos establecieron claramente una serie de ritos de iniciación para marcar y favorecer el paso entre una y otra.

En nuestra cultura debemos considerarla simplemente como una fase de notables cambios

en cuanto al cuerpo, a los sentimientos y sensaciones o como una etapa original y capital de la metamorfosis de niño a adulto.

Pero también es cierto que en los tiempos actuales asistimos a cambios acelerados de muchas de las tradiciones, que en el mundo occidental han sido una ayuda para esta transición. El progreso tecnológico, las comunicaciones, las multinacionales de la moda, la música y la imagen, los cambios de valores provocados por el contacto con otras culturas debidos a la migración, el turismo y los medios de comunicación, son algunos de los factores que influyen en los hábitos, costumbres y formas de vida de la adolescencia y juventud.

Estos hechos, junto a las dificultades de los jóvenes para incorporarse al mercado de trabajo determinan que, socialmente la edad adolescente y juvenil se prolongue hasta los 25 años, y se difuminen en gran manera las peculiaridades de esta etapa, tendiendo a una homogeneización de sus hábitos, costumbres y formas de vida.

Así, la adolescencia puede variar en las diferentes sociedades y épocas, igual que varia el reconocimiento de la identidad adulta que se le da al individuo. El tiempo de la adolescencia está relacionado con el tiempo de expectativa de vida de los sujetos de un comunidad y varía en función de los niveles de vida, económicos, posibilidades educativas, necesidades de mano de obra o falta de empleo, etc.

El Fondo de Población de las Naciones Unidas, en su informe sobre el estado de la población mundial de 1998, destaca que la población de jóvenes entre 15 y 24 años es de 1.050 millones de personas, la mayor que se haya registrado jamás, y que en muchos países se está ampliando. Igualmente apunta las necesidades especiales de estos jóvenes en materia de atención a la salud y educación, destacando la muy importante esfera

Influencia sociocultural

1/6 de la población mundial son adolescentes, que necesitan ser atendidos de manera específica

de la salud sexual y reproductiva, tanto para plasmar su potencial indivual como para efectuar la máxima contribución posible al desarrollo, haciendo hincapié en las mujeres jóvenes.

Según los últimos datos poblacionales, del Instituto Nacional de Estadística (1996), en nuestro país están censadas 39.669.394 personas. En cuanto a la población proyectada por grupos de edad para el año 1998, las personas comprendidas entre los 10 y los 24 años, representan un 20,8% de la población total, de los cuales 4.226.700 son varones y 4.038.200 son mujeres.

PROCESO DE LA ADOLESCENCIA- ETAPAS EVOLUTIVAS

• Renuncia a la identidad de niño/a. “Duelo”

• Papel esencial de la sexualidad

• Necesidad de reconocimiento por parte de los adultos

La adolescencia ha de ser entendida, pues, como un proceso universal de cambio, de desprendimiento que se teñirá con connotaciones externas, peculiares de cada cultura, que la favorecerán o dificultarán según las circunstancias.

El /la adolescente se encuentra en la búsqueda de su identidad adulta, y en su recorrido se ve obligado a renunciar a su identidad de niño/a. Ello le exigirá una labor lenta, a menudo dolorosa, de “duelo” y de adaptación a las nuevas sensaciones y sentimientos que afectaran al cuerpo, la mente y a las relaciones de objeto e identificatorias.

En este recorrido la sexualidad tiene un papel esencial. El ser humano nace sexuado biológicamente, pero su sexualidad se irá construyendo a lo largo de toda la vida y se mostrará de diferentes maneras en cada edad o momento de su evolución. La sexualidad y su expresión tendrán mucho que ver con la universalidad de la persona, y no solamente con el compromiso genital. Hay pocas dudas de que la vivencia y expresión de la sexualidad es una de las cuestiones más trascendentales de la etapa adolescente.

En todo este proceso el/la adolescente necesita de la familia y de la sociedad. “El adolescente se mira y se reconoce, en el reconocimiento que de él/ella hacen los demás”. Si la familia y la sociedad acogen y consideran sus cambios, el/la adolescente hace su recorrido con mayor tranquilidad y aceptación, e incluso con orgullo y seguridad. En cambio, si esto no ocurre, el/la adolescente esconde su cuerpo, se encierra en sí mismo o bien “actúa” para llamar la atención, exponiéndose a riesgos innecesarios.

El diccionario de

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