LA PLANIFICACIÓN NO ES...

LA PLANIFICACIÓN NO ES…

En la actualidad, se ha venido divulgando la definición del término planificación, como un proceso inclinado hacia el alcance de objetivos a través de la ejecución de algunas políticas propias de la naturaleza de los objetivos planteados. Diversidad de autores, han conceptualizado a la planificación de la siguiente manera:

• “…es un proceso de toma de decisiones para alcanzar un futuro deseado, teniendo en cuenta la situación actual y los factores internos y externos que pueden influir en el logro de los objetivos" (Jiménez, 1982).

• “…el proceso de establecer objetivos y escoger el medio más apropiado para el logro de los mismos antes de emprender la acción”. (Goodstein, 1998)

• “Aproximación al futuro desde el presente para configurar escenarios”. (Corredor, 1995)

Las definiciones anteriores, reflejan que la planificación es la encargada de prever la evaluación de procesos y resultados identificando los recursos necesarios para ejecutar diversas acciones, organizados en pasos para lograr un fin, proyectando siempre con visión de futuro, aquello que se desea lograr. Desde estas perspectivas, podría concebirse la planificación como la propuesta de soluciones elegidas como deseables, tratando de intervenir en los escenarios para transformar lo deseable en posible.

No obstante, también existe cierta confusión con otros términos que están siendo adoptados como sinónimos de planificación y que NO pueden ser considerados de igual manera. Términos tales como planes, programas y proyectos han venido adoptándose erróneamente como equivalentes a la planificación, siendo ellos, parte del ejercicio de planificar. Además, estos términos están interrelacionados entre sí en el ámbito de la planificación, siendo los planes los que encierran a los programas, y estos a su vez, enmarcando a los proyectos.

Siendo esto así, planificar NO es determinar un plan. Éste es el resultado de un proceso, a través del cual se establecen objetivos y metas de una organización, pudiendo ser a nivel macro o micro, en un lapso de tiempo determinado; un plan forma parte del proceso metodológico que utiliza la planificación, para lograr metas y objetivos estipulados. Es por esto que, planificar NO es determinar prioridades y criterios, NO considera tampoco la cobertura de equipamiento y la disposición de recursos, NO prevé los aspectos presupuestarios y mucho menos los referidos al tiempo, NO define las ideas y los pasos que guían y condicionan los otros niveles inmersos en ella. Para todo esto existen los planes, que están en un nivel estratégico, y dan sentido a las acciones para que no se ejecuten de manera aislada, teniendo una coherencia y una finalidad.

En otro orden de ideas, la planificación NO es un programa. Éste es un instrumento destinado al cumplimiento de metas y objetivos que están trazados en los planes, tomando en cuenta aspectos financieros y temporales, en donde su implementación se realiza apoyada sobre los proyectos. La planificación entonces, NO es sinónimo de concreción de los objetivos y los temas que se despliegan en un plan, teniendo marcos de tiempos establecidos, NO está encargada de ordenar los recursos aprovechables en torno a las acciones y metas que más aporten a la consecución de las estrategias señaladas, NO alerta las prioridades de intervención en momentos determinados. De lo anterior, se encargan los programas, situados en un nivel táctico, entre los planes y los proyectos, intentando aproximar uno hacia el otro, concretando ideas y metas

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