LIDERAZGO ESTADISTICO

LIDERAZGO ESTADISTICO

Los estadísticos, como los conocemos desde hace casi medio siglo, pueden convertirse en una especie en peligro de extinción. Aunque hay mucha discusión acerca de cómo las nuevas tecnologías pueden ser utilizadas para desempeñar el papel tradicional del estadístico de manera eficiente, hay poca discusión sobre si este viejo papel todavía tiene sentido en el entorno empresarial actual. Necesitamos repensar fundamentalmente nuestro paradigma de 50 años para la profesión de estadística; De lo contrario, es probable que disminuyamos en la influencia social.

Considere el entorno en el que la profesión evolucionó hasta la década de 1970: Gran parte del vocabulario común de hoy (sitio web, Internet y URL) no existía. Pocas personas tenían acceso a las computadoras, y prácticamente no había software estadístico comercial en el mercado. Sólo estuvieron disponibles cursos de estadística muy limitados para los estudiantes, y las estadísticas no estaban bien integradas en otras disciplinas. En las organizaciones grandes y funcionalmente orientadas que eran comunes en el gobierno, los negocios y la industria, los estadísticos poseían métodos estadísticos porque nadie más estaba adecuadamente preparado para usarlos.

Los estadísticos se centraron en el análisis de datos porque no había infraestructura para que otros lo hicieran. El análisis de datos se consideró un trabajo separado, eliminado del proceso que creó los datos. Los estadísticos simplemente proporcionaron información que habían extraído de los datos a otros, tales como ingenieros, líderes empresariales, funcionarios gubernamentales y científicos sociales, quienes lo usaron para guiar sus decisiones. Tanto el sector público como el privado estaban dispuestos a financiar la creación de grupos estadísticos consultivos separados, y el papel de los estadísticos evolucionó como pasivo y consultivo.

Sin embargo, durante los últimos diez años, una serie de trastornos de gran alcance ha hecho que el papel consultivo tradicional del estadístico no esté actualizado. Hoy en día, la mayoría de los empleados de la academia, el gobierno y el sector privado tienen una computadora personal conectada a la Web, que hace virtualmente cualquier información disponible a cualquier persona en el mundo en cualquier momento. El software estadístico comercial también es omnipresente. Por ejemplo, Minitab se carga en las PCs de todos los empleados de General Electric (GE).

Las clases de estadísticas ahora son comunes en la academia. Se incluyen en la mayoría de los planes de estudios de ingeniería, negocios, economía y ciencias sociales e incluso algunos programas de artes liberales. Según Curt Hinrichs de Duxbury Press, cerca de medio millón de estudiantes estadounidenses tomarán un curso general de introducción a las estadísticas en la universidad este año, una cifra que no incluye a los muchos estudiantes matriculados en cursos introductorios dirigidos a negocios, ingeniería y otras disciplinas.

Del mismo modo, el sector privado ha estado proporcionando capacitación estadística masiva a través de iniciativas como Six Sigma. Al mismo tiempo, el sector privado ha reducido su tamaño y las organizaciones consultivas especializadas han sido duramente golpeadas. El Internet también ha hecho relativamente fácil mover trabajos de cuello blanco a lugares de bajo costo, como India, México y China.

A medida que el mercado de análisis de datos para apoyar la toma de decisiones de un cliente se erosiona rápidamente, los estadísticos deben adaptarse expandiendo su rol de consulta a liderazgo, de reactivo a proactivo y de valor neutral a valor añadido. ¿Cómo podría verse tal cambio en la práctica?

En el papel consultivo tradicional, los estadísticos analizan los datos y los experimentos de diseño, enseñan herramientas estadísticas, trabajan con técnicos, consultan sobre proyectos de otras personas y se considera que tienen un conocimiento limitado y poca responsabilidad. En la nueva función de liderazgo, también determinan los conjuntos de herramientas apropiados para las organizaciones, diseñan sistemas de capacitación, trabajan con gerentes, llevan proyectos transversales funcionales y poseen amplia experiencia y responsabilidad significativa.

GE, por ejemplo, se vio obligado a entrar en el nuevo paradigma como resultado de su compromiso general con Six Sigma. Las herramientas estadísticas ya no son propiedad exclusiva de los estadísticos; Todos los usan. El pensamiento estadístico ha superado los métodos estadísticos en importancia. Es más importante saber cómo aplicar estadísticas para atacar problemas no estructurados que saber cómo hacer una regresión o diseñar un experimento. GE todavía necesita estadísticos, pero no sólo para analizar los datos porque los empleados a menudo hacen eso por sí mismos.

Los estadísticos y no estatistas de GE saben que las herramientas no hacen mejoras -los líderes lo hacen. Esto no es exclusivo de GE. Vemos tendencias similares en otras empresas que implementan Six Sigma.

Para convertirse en líderes, los estadísticos deben primero entender el cambio básico que ha tenido lugar en la forma en que trabajamos y comprender cómo ese cambio exige una clara comprensión de la diferencia entre la gestión del trabajo y la gente de liderazgo. Deben entender lo que hacen los líderes, y deben asumir la tarea de aprender a hacerlo ellos mismos.

La forma en que trabajamos ahora

La letanía de cambio es tan familiar que es probable que pongamos las manos sobre nuestros oídos cuando lo oímos repetir: la globalización, los clientes más exigentes y los accionistas, la competencia más dura, la tecnología de aceleración, un mundo cableado y mucho menos espacio para el error. Sin embargo, escuchamos más atentamente cuando reflexionamos sobre cómo estas mega tendencias han afectado nuestra actividad diaria. En el pasado, fuimos a trabajar e hicimos nuestro trabajo. Hoy, sin embargo, tenemos dos trabajos: hacer nuestro trabajo y mejorar cómo hacemos nuestro trabajo.

Estos trabajos no son sinónimos. El trabajo en las organizaciones se realiza a través de procesos, ya sean de negocios, de fabricación, operativos o administrativos. Cuando estamos operando dentro de esos procesos, estamos haciendo el trabajo uno. Cuando estamos tratando de mejorar esos procesos mediante la reducción de los errores de fabricación, la racionalización de la logística o la reingeniería del proceso de presupuesto de capital, estamos haciendo doble trabajo. Como cualquiera que tenga
Participó en una iniciativa de mejora sabe, el equilibrio de los dos puestos de trabajo puede ser un reto.

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