La Evolución del Conocimiento. La aplicación de conocimientos

La Evolución del Conocimiento.

Si bien se nos presenta el conocimiento como un concepto que puede ser entendido de dos maneras distintas, tanto el acto de interactuar y percibir la realidad entregándole a esta información adquirida un componente subjetivo dado por recuerdos, vivencias o experiencias que entregan el componente emocional y a su vez permiten desarrollar la integración de esta información; como también el resultado de este proceso, en el cual somos capaces de generar una respuesta a este estímulo, a este “in put”, a esta información que adquirimos, generamos una respuesta ya sea en conceptos propios, imágenes y representaciones de la realidad que determinaran un entendimiento personal  y emocional para cada uno.

Sin embargo la propuesta de que el proceso del conocimiento implica a un sujeto que busca, obtiene o posee estos estímulos y un objeto como el fenómeno o tema que se busca estudiar, simplifica la búsqueda de información. Dejamos de lado la tarea propuesta que impulsa la intención de querer conocer y buscar información, ya sea viniendo desde nosotros mismos, como también impuesta por alguien más. Esta debe ser de acuerdo a nuestras capacidades, tal vez no determinando la eficacia de la integración de información, pero sí su eficiencia, afectando el costo de nuestra adquisición. También excluimos el ambiente que rodea el “conocer”, las condiciones que nosotros podemos o no controlar, y que en caso de conocerlas y entenderlas, afecten positiva o negativamente la interacción de los distintos factores propuestos. El conocer un fenómeno o tema, sin una intención u objetivo que lo impulse y en un ambiente desfavorable, es un tema presente pero que a su vez debemos intentar solucionar.

Las características propias de un individuo, una intención, un ambiente y un objeto determinaran como podemos clasificar los distintos tipos de conocimientos, dividiéndolos en “conocimiento vulgar” y “conocimiento científico”. El primero adquirido por personas sin discriminar por estrato u otra tipo de clasificación, impulsado por una experiencia personal, adquirida de forma casual y sin intención, en un ambiente que no necesariamente afecte esta interacción y sobre un tema que puede ser o no escogido por las personas, inicia como una creencia que a su vez puede ser comprobada posteriormente. Contrario a lo que ocurre con el conocimiento científico, adquirido por personas calificadas y que cuentan con las competencias necesarias para su adquisición eficiente y eficazmente, con la intención de realizar una investigación mediante el uso del método científico de un tema de interés para los investigadores en un ambiente controlado y predispuesto para la obtención de los datos. Si bien el primero lo definimos como una creencia que puede llegar o no a ser correcta, no se aleja tanto de este último, el cual aún cuenta con la posibilidad de incurrir en fallas, errores o equivocaciones, siendo refutable, cuestionado y revisado constantemente.  

El aumento de los factores que podemos considerar para el entendimiento del proceso de conocimiento, aplicados a la clasificación bilateral que se nos propone, nos ayuda a entender de mejor manera la adquisición de este, y nos confirma y entrega fundamentos de que el conocimiento, el entendimiento propio que tenemos de la realidad no es absoluto ni definitivo, es relativo y cambiante, evoluciona y se modifica con el pasar del tiempo.

Una vez que  logramos tener una gran gama de información y conocimientos, la agrupación y organización coherente de estos, susceptibles a ser cuestionados como todos y sin excepción, pero aun así verificables, obtenidos utilizando una metodología ordenada según sus requerimientos y específicos para un objeto, rama o línea de estudio, es lo que se nos propone como “ciencia”.

Con que el conocimiento tenga una organización coherente estamos diciendo que esta agrupación y conjunto de tópicos ya adquiridos poseen un orden lógico, una frecuencia que permite que estos sean relacionados y explicados entre sí. Es decir, pueden englobarse, explicarse o entenderse  utilizándose entre ellos. Podemos encontrar un “hilo conductor” que recorrerá todos los temas.

Que un conocimiento sea verificable nos referimos a que puede ser comprobado, replicando, emulando o simulando su proceso de obtención. Esto requerirá sujetos con las competencias físicas y cognitivas necesarias según la dificultad para el desarrollo del procedimiento de obtención de datos, los cuales impulsados por interés personal o de terceros, en un ambiente similar y con el mismo objeto o fenómeno a investigar, buscaran obtener los mismos resultados o similares. Parafraseando a Albert Einstein “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, si seguimos el procedimiento propuesto deberemos obtener los mismos resultados.

La metodología mediante la cual son obtenidos los datos es completamente dependiente del o los sujetos dispuesto para la búsqueda de conocimientos. La complejidad y rigurosidad que esta tendrá influencia positiva o negativamente sobre la relevancia o representatividad de la información obtenida. Esta también se verá influida por el tópico u objeto de la investigación, ya que si bien solemos relacionar un método de investigación con el conocimiento netamente científico, es un mito que este no esté relacionado con el mundo cotidiano (Sampieri, 1998). Debemos recordar que la mayor parte de los inventos del mundo son producto de una investigación, y desde luego, tienen que ver con la vida cotidiana, desde un vaso, un celular, medicamentos, juegos o temas interpersonales.

Si bien este conjunto de conocimientos que hemos caracterizado como agrupados y organizados coherentemente, verificables y que son obtenidos de una manera metodológica los hemos llamado ciencia, ya sea que estos se queden en el papel como un simple conocimiento teórico que podemos aprender, o como un conocimiento aplicable a una realidad  determinada, esta aplicación es propuesta como la tecnología (Acevedo, J. Vásquez, A. Acevedo, P. & Manassero, M. 2005).

La aplicación de conocimientos, la ciencia o como nos lo han definido anteriormente, la tecnología, persigue el fin de satisfacer necesidades mediante la producción de bienes y servicios. Si bien este término suele acotarse netamente a la ciencia aplicada, debemos entender que las bases para estudiar, comprender y utilizar la ciencia aplicada debe ser la ciencia básica o pura, visualizando el proceso de generar una tecnología como una “escalera” que inicia con la ciencia básica que nos ayuda a extrapolar nuestro conocimiento a la realidad y volverlo aplicable siguiendo con la ciencia aplicada, que según la definición propuesta satisfacer bienes o servicios. Pero, ¿bienes, servicios?

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