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La historia de la topografía


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2013  •  Trabajos  •  1.983 Palabras (8 Páginas)  •  568 Visitas

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¿En qué consiste la topografía?

LOS egipcios los llamaban los “estiracuerdas”. ¿Quiénes eran? Miembros de una antigua agrupación encargada de volver a señalar todos los años, con fines tributarios, los límites de las propiedades tras los desbordamientos del río Nilo. Aquellos hombres fueron los antecesores de los modernos especialistas en topografía y agrimensura.

En nuestros días, es frecuente ver topógrafos junto a las carreteras o en las obras de construcción. “Pero —quizás se pregunte— ¿en qué consiste la topografía?”

La publicación Science and Technology Illustrated explica: “La topografía abarca dos áreas principales de actuación: 1) medir lo que existe, registrar su ubicación y utilizar los datos para elaborar un plano o descripción; o 2) la operación inversa: establecer puntos de referencia para marcar linderos o servir de guías para una construcción de acuerdo con un plano o descripción. La topografía determina, o señala, la posición de puntos situados al nivel de la superficie terrestre, e incluso por debajo o por encima de ese nivel”.

La historia de la topografía

Al parecer, el primer terreno que se delimitó fue el jardín de Edén. La Biblia además señala que en Israel había agrimensores que definían los límites de las tierras y a quién correspondía su propiedad. Proverbios 22:28 dice: “No muevas hacia atrás un lindero de antaño, que tus antepasados han hecho”. Los romanos hasta tenían un dios vigilante de los límites, llamado Término, cuya representación era una piedra.

Los acueductos y las carreteras romanas —en muchos casos todavía en existencia— dan testimonio de los sorprendentes logros de los antiguos romanos en el campo de la topografía. Los primeros topógrafos obtuvieron resultados impresionantes con escasos instrumentos. Alrededor del año 200 a.E.C., el astrónomo, matemático y geógrafo griego Eratóstenes calculó la circunferencia del globo terrestre.

Por el año 62 E.C., Herón de Alejandría publicó la Dioptra, libro en el que explicaba la aplicación de la geometría (que significa literalmente “medición de la Tierra”) en la agrimensura. Y entre los años 140 y 160, Claudio Tolomeo elaboró una lista de unos ocho mil sitios del mundo conocido, indicando sus latitudes y longitudes; para ello, siguió un método establecido por Hiparco.

Para el siglo XVIII, la familia Cassini completó, en el transcurso de cuatro generaciones, la primera medición científica del territorio nacional francés y la plasmó en el mapa conocido como La Carte de Cassini. El libro The Shape of the World (La forma del mundo) explica que “Francia iba a la cabeza en cuanto a cartografía científica se refiere; a continuación estaba Gran Bretaña, y el Estado austriaco y el alemán les seguían muy de cerca. Las mediciones topográficas del territorio nacional se popularizaron en el resto de Europa durante las primeras décadas del siglo XIX”. Fuera del continente europeo, en 1817 se emprendió la gran medición trigonométrica de la India para completar la cartografía del país. George Everest dirigió el estudio, y en su honor se le cambió el nombre al pico más alto del mundo.

Las condiciones de trabajo de aquellos pioneros a veces distaban mucho de ser las mejores. Hasta 1861, según Historical Records of the Survey of India (Registros históricos de la medición de la India), la fiebre había diezmado al equipo de agrimensores, y apenas 1 de cada 70 de ellos volvió a Inglaterra. Otros sufrieron los ataques de animales salvajes o casi murieron de hambre. Con todo, les atraían el trabajo al aire libre y la medida de independencia que les proporcionaba la profesión.

Un grupo de hindúes, conocidos como pandits, se ganaron una mención especial en la historia debido a su fascinante labor en Nepal y el Tíbet. Estos países habían prohibido la entrada de extranjeros mediante decretos y tratados, por lo que aquellos agrimensores se disfrazaron de lamas, o sacerdotes budistas, para poder entrar. Como preparación para su trabajo encubierto, cada uno había sido adiestrado para dar exactamente dos mil pasos por milla. Usaban un rosario de 100 cuentas para contar los pasos y calcular las distancias.

Muchos personajes, como los presidentes estadounidenses Washington, Jefferson y Lincoln, ejercieron esta profesión en cierta medida. Hay quien incluso atribuye parte del éxito político de Lincoln a su trabajo de agrimensor, que lo puso en estrecho contacto con sus compatriotas.

La topografía moderna

Las mediciones que por lo común se realizan hoy día en nuestros vecindarios se agrupan en tres categorías. En primer lugar, está el levantamiento catastral, que se ocupa de establecer los límites legales de las propiedades. Cuando hay que subdividir un terreno para construir casas, o cuando el gobierno quiere determinar la ubicación de nuevas calles, carreteras y autopistas, los topógrafos se encargan de distribuir el terreno y delinear los planos legales.

Otra categoría la constituye el levantamiento topográfico, en el que se mide y ubica el terreno, su tamaño, configuración y desnivel, así como la localización de carreteras, cercas, árboles, edificios, instalaciones de servicios públicos, etc. La localización exacta de dichos elementos, tanto dentro como en los alrededores del solar que se piensa urbanizar, les es útil a ingenieros civiles, arquitectos, ingenieros de estructuras y otros profesionales, pues los datos les permiten adaptar sus planos a los elementos descritos, y a veces hasta incorporarlos en sus diseños.

Aun estando listos los proyectos de construcción, los permisos, los planos y demás trámites para iniciar las obras, todavía falta lo relacionado con la ubicación física de cada cosa. En esta etapa —de la que un transeúnte a menudo se percata— tiene lugar la tercera categoría: el levantamiento para la construcción. Los agrimensores colocan todos los jalones (varas para señalar puntos fijos), cordeles e indicadores de elevación que necesitarán los obreros de la construcción a fin de garantizar que todos los servicios públicos, calles y demás elementos se ubiquen precisamente donde señalan los planos.

Las mediciones de terrenos de corta extensión (hasta 19 kilómetros) se consideran estudios topográficos planos. Por otro lado, las de grandes extensiones requieren un levantamiento geodésico, pues hay que tomar en cuenta la curvatura de la superficie terrestre. Por lo común, el levantamiento geodésico se combina con un sistema nacional de coordenadas, relacionado con las líneas de longitud y latitud.* Este tipo de trabajo se lleva a cabo con un grado de precisión sumamente elevado.

Además, la topografía moderna

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