La salud mental durante el covid-19

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El impacto del COVID-19 en la salud mental de las personas.

La pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad del Covid-19, ha sido uno de los eventos de mayor impacto global en los últimos meses, cuyas consecuencias en la economía, el transporte, la política, la sociedad se han visto afectadas en una escala mayor y estas consecuencias podrían durar más allá de la propia enfermedad.

 A medida que el gobierno estaba implementando medidas para reducir el número de infecciones causadas por el virus de COVID-19, cada vez más personas a su tiempo estábamos cambiando radicalmente de rutina; las nuevas realidades de trabajo en casa, escuela en línea, el desempleo temporal, la falta de contacto físico con familiares y amigos, nos estaba afectando y necesitábamos tiempo para adaptarnos a estos cambios en los hábitos de vida, al mismo tiempo nos enfrentarnos al temor de contraer el COVID-19 y a la preocupación por que contrajesen esta enfermedad las personas próximas más vulnerables era difícil, La pandemia del COVID-19 ha cambiado la vida de muchas personas y en particular, sus costumbres diarias. Ha traído: incertidumbre, rutinas diarias alteradas, presiones económicas, aislamiento social, entre otras más.

El exceso de información y las Fake neks hacían que las personas nos sintiéramos sin control y que no tangábamos en claro qué hacer. Por esta causa, la mayoría de las personas teníamos sensaciones de: estrés, ansiedad, miedo, tristeza, y soledad, por lo que aumentaron y empeoraron los trastornos de salud mental en la población.

En medio de esta emergencia sanitaria un 46% de la población manifestó un aumento del malestar psicológico durante el confinamiento, y un 44% señala que ha disminuido su optimismo y confianza, esto se debe a la falta de interacción con personas, problemas económicos y de salud. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), desde el inicio de la pandemia hasta la actualidad un 6,4% de la población ha acudido a un profesional de la salud mental por algún tipo de síntoma, siendo el mayor porcentaje un 43,7% por ansiedad y un 35,5% por depresión. Uno de los principales factores de riesgo de sufrir ansiedad y depresión era ser mujer y esto se vi reflejado en que la mayoría de las personas que han acudido a estos servicios de salud mental son mujeres ya que tenemos un mayor riesgo de que nuestra salud mental empeore en el contexto de la pandemia, debido a factores de riesgo como: Desigualdades y discriminaciones en el ámbito profesional, la carga de responsabilidades familiares y de cuidado ya que tenemos que lidiar con el trabajo en casa, con el cuidado de los hijos, atendiéndoles y ayudándoles con sus tareas, así como  las labores doméstica. - Violenciaademás que  hacia las mujeres,: el confinamiento implica en algunos casos tener que convivir con el agresor las 24 horas del día, con las consecuencias que esto tiene para la salud mental y física de la mujer.

Algunos de los colectivos profesionales más afectados por la pandemia y el confinamiento son colectivos en el ámbito de la salud como, por ejemplo, enfermeras, médicos y otros profesionales de apoyo, en el ámbito de la educación, ya que se encuentran en aislamiento y necesitan estar en contacto físico ya sea con familiares o amigos, imagínense si antes de la pandemia los estudios cifraban en el 12% este tipo de problemas, publicaciones actuales, como el metaanálisis de Racine, se vio un  aumento en la cifran en hasta el 49,5% de la población, aunque con un rango amplio del 2,63%, y se ha detectado un incremento de la ideación suicida en adolescentes, llegando a encontrar esta ideación en el 18,8% de los estudiantes en un estudio del Centro de Control de Enfermedades de USA (CDC): el Youth Risk Behavior Surveillance System. Tampoco debemos olvidar que en torno al 70% de los trastornos mentales debuta antes de los 25 años, o que el suicidio ya era la segunda causa de mortalidad en adolescentes, incluso llegando a ser la primera durante el confinamiento, en el caso de las personas jóvenes la población de los 18 a los 34 años es la que ha frecuentado más los servicios de salud mental, ha tenido más ataques de ansiedad, más síntomas de tristeza; otro ámbito que se vio afectado fue el del cuidado de personas mayores, tanto en centros residenciales como a domicilio y principalmente se vio afectada en gran escala la salud mental de personas previamente diagnosticadas, se vieron afectadas tanto físicamente como emocionalmente los motivos para ello son variados ya que las personas con trastorno mental tienen más riesgo de infectarse y, en caso de infectarse, de tener un peor pronóstico y esto lo demuestra un reciente estudio, publicado en la revista The Lancet Psychiatry, el cual  apunta a que la esquizofrenia es un factor de alto riesgo de muerte por coronavirus, un factor de riesgo solo superado por la edad.

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