Las Miserias Del Proceso

Prefacio

Empieza la lectura diciéndonos una de las razones por las cuales el ser humano se ve en la necesidad fisiológica de delinquir y esta es la necesidad de escapar de la cotidianeidad de la vida misma llevando a este a experimentar cosas más riesgosas evadiendo la ley por consecuente. Sin embargo esto nos lleva a reflexionar el por qué es tan notoria dicha acción, como; y a mi parecer es cierto, siempre notamos las cosas o acciones malas de la gente dejando a un lado las buenas obras que en su mayorías son más que las malas.

Nos dice también que el derecho penal no es más que la escuela de la incivilidad; denominando la civilidad como la capacidad de los hombres de amarse; por lo cual la denomina incivilizada ya que en primera; el jurista no debería limitar su estudio, debería exigirse a si mismo perfeccionar su trabajo , dominar a la perfección el sistema y no limitarse jamás hasta llevar un “mecanismo delicado; por otra parte hace mención a las necesidad del pueblo de convertir el proceso penal en un espectáculo, viendo así al hombre como una cosa deshumanizándolo en su totalidad.

Pero defiende de alguna manera el proceso ya que si es verdad que este no es más que la sombra, siempre es necesario atravesar la sombra para llegar a la luz como lo menciona textualmente Francesco Carnelutti.

I

La toga

En este capítulo nos explica el doble significado de la toga pero como sin embrago nos llevo a uno mismo, por un lado a la toga se le denomina una divisa que tiene por objeto un dividir, lo que nos lleva a determinar que no es más que un signo de autoridad aunque por otro lado podemos llamarla también un uniforme lo que podría significar también un signo de igualdad, aunque parece inexplicable como la división y la igualdad pueden ser objeto de un mismo sentido, lo que nos lleva a pensar que tal vez el verdadero significado sea la unión pero nos da un ejemplo bastante acertado a mi criterio comparándolo con el uniforme militar ya que este tiene la función de unir y desunir a la vez, ya que en los procesos penales cada quien defiende su caso ,mientras el juez está ahí supuestamente para imponer justicia y paz, el abogado y el ministerio publico están ahí para desatar una guerra ,pero sin esa guerra no habría paz; por lo que resumimos que la toga no es más que la manera de demostrar autoridad aunque dicha autoridad es cuestionable por que como ya habíamos mencionado, el proceso penal se presta a un espectáculo en el cual todo mundo quiere intervenir al no verse afectado directamente, ocasionando así un desorden en dicho proceso que el juez aun con esa autoridad no se ve facultado para mantener .

II

El preso

En este capítulo nos explica como durante el proceso penal deshumanizamos al sujeto, hace mención que para él no hay más pobre que el encarcelado y lo llama encarcelado y no delincuente porque una de las fallas de proceso pena es que aunque ya lo tratamos como delincuente aun sin ser probada su culpabilidad este no deja de ser mas que un presunto culpable que ha sido tratado como una fiera, como un animal a la mínima sospecha, esta es la razón por la que se la debería denominar encarcelado y no delincuente hasta que se pruebe verdaderamente su culpabilidad.

Nos explica también como la actitud de hombre cambia inimaginablemente al momento de verse preso de las artimañas que se utilizan durante el proceso penal para someter al inculpado, una de ellas es la utilización de esposa o de la jaula, convirtiendo a este de fiera a hombre.

Sin embargo el ser humano por naturaleza esta aprisionado en sí mismo, una prisión que no nos deja sentir, que no nos deja ser nosotros mismos y que nos orilla a cometer un delito como una explosión o una salida a este aprisionamiento.

Por tal razón las esposas y la jaula nos muestras al verdadero hombre y su verdadera naturaleza al verse indefenso, y nos dice así que lo que nos diferencia de los animales es la capacidad de amar.

III

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