Ensayo las miserias del proceso penal
Cristian MolinaEnsayo12 de Octubre de 2017
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Ensayo de las miserias del proceso penal
- Introducción
Desde el principio de los tiempos se han creado normas de derecho que se aplican a todos los seres humanos para regular su conducta en la sociedad debido a que la humanidad en el día a día está en constante cambio y las reglas de derecho deben ir adaptándose a estos para garantizar una mayor efectividad y protección a los individuos dentro del estado social.
El derecho penal es importante y en ocasiones puede resultar útil, correcto y efectivo como puede haber casos en los que este sistema penal falla dado que puede presentar juicios injustos, precarios que pueden conllevar consecuencias poco favorables para las personas en la sociedad, dicho de esta manera y basado en la favorabilidad y negatividad del sistema penal es menester tener en cuenta que tan eficaz y eficiente es este proceso en la experiencia, y establecer la razón de las medidas adoptadas para generar un juicio justo.
Francesco Carnelutti. Observa el proceso desde un punto de vista más humano, espiritual y religioso, dado que según el todo se basa en principios morales y religiosos, teniendo en cuenta que en la época actual es evidente que el proceso penal interesa mucho en la opinión publica esto resaltando que muchos diarios, revistas y noticias importantes ocupan buena parte de su contenido con la crónica de los delitos los cuales causan impresión debido a que ahí más delitos que acciones buenas en la sociedad, de manera que el derecho penal sirve para llegar a aclarar conductas sobre personas que cometen actos que son de cierta manera reprochados por la sociedad en general.
El derecho penal sirve para ayudar a administrar justicia, y para educar a las personas corrigiendo de cierta manera sus conductas, pero lamentablemente el sistema es un desorden que provoca una cantidad de desigualdades e imprudencias las cuales destruyen en muchos casos las posibilidades de que se genere justicia a la hora de acusar, defender y juzgar.
El juez, las partes y el proceso
El juez se encuentra en la escala más alta ya que es la figura jurídica superior, está por encima del abogado y de las partes, entendemos que las partes son quienes están en Litis (enfrentamiento, disputa o discusión) como puede suceder por ejemplo en el caso de un comprador y vendedor o de un arrendador y arrendatario, casos en los que por lo menos debe haber dos partes para que surja la litis, una que es el acreedor quien es la persona que quiere que le paguen, y el deudor quien tiene la obligación de pagar y evade su obligación. Se denomina también partes a aquellas personas en la que se desarrolla una disputa entre los dos defensores en los procesos civiles o entre el ministerio público y el defensor en los procesos penales.
Se les denomina partes porque están divididos dado que cada uno busca su propio interés y este es opuesto al interés del otro, cada uno buscando su mayor beneficio, dicho esto si aquellos que están ante el juez para ser juzgados son partes, quiere decir que el juez no es parte. En efecto el juez está por encima del imputado, del defensor y estos a su vez por debajo del juez, pero además, el autor hace especial referencia a una parte que converge en el ser y el no ser, es decir, mientras se es alguien o algo no se puede ser otro, de lo que resulta que todas las cosas y los hombres son partes, y por lo tanto, el juez también lo es, por tanto el juez al ser parte se le dificulta su labor debido a que este debe tomar cierta postura estricta y correcto que lo conlleve a ser una persona digna limpia de su conciencia conforme a las decisiones que tome respecto del caso.
La ley en todos los casos ha procurado velar por los intereses y justicia del imputado para que se de justicia respecto de su situación razón por la cual tenemos de presente un juicio colegiado en el que se da la unión de varios jueces que verifiquen el caso, situación que conlleva a que la ineficiencia o injusticias causadas por parte de un solo juez se reduzca, esto es necesario en la medida que se tenga en cuenta una jerarquía en cuanto a los jueces debido a que puede pasar que el juez de inferior rango cometa yerros judiciales sea por alguna u otra razón, y que el juez que superior a este que revisa el caso pueda determinar cuáles fueron los yerros que se cometieron y los corrija de manera adecuada para que no se presenten injusticias a la hora de tomar la decisión.
Un juez al ser de mayor jerarquía que otro primero tiene que pasar por un proceso pues primero tiene que ser inferior para poder hacerse superior, esto en la medida que el juez necesita una serie de requisitos tales como experiencia y estudios previos de distintas materias que sean necesarias para poder ejercer sus funciones de manera adecuada, tomando en cuenta ciencias auxiliares del derecho que le son útiles, todo esto para llegar a una conclusión que le permita al juez conocer al hombre en su sentido espiritual, pues se trata de un acto de fe en el que el hombre debe creer en el hombre, esto llevara a que el juez pueda distinguir entre el hombre más bueno y al peor, solo así aprenderá a distinguirlos.
Carnelutti manifiesta que el juez tiene que ser más que solo un hombre para poder juzgar justamente, para esto es necesario que las partes sean concretas en sus actuaciones pues la manifestación de estos puede ayudar al juez a acercarse a la verdad es decir las partes de cierta manera funcionan como medio, como una luz para acercar al juez a esa verdad, pues las personas no siempre perciben las cosas de manera exacta siempre hay discrepancias entre las cosas por más mínimas que sean , por lo que solo se alcanza a razonar una o varias facetas de la verdad o realidad y debido a esto a el juez le surge una pregunta que es: ¿es culpable o es inocente? Para poder responder a esta pregunta el juez es quien asimila todos estos supuestos y decide en base a los razonamientos aportados por las partes para determinar quién tiene la razón y quien estaba equivocado. Es menester tener en cuenta al acusador y el defensor quienes son personas parciales y que en últimas son razonadores que exponen y construyen una base de situaciones fundamentadas, de las cuales surgen unas premisas que son útiles para sacar unas conclusiones, en este punto hay que tener en cuenta que el acusador y el defensor se encuentran en extremos distintos, y tenemos al juez en la mitad, esto dicho dado que cada extremo (acusador o defensor) tratara de jalar al juez a su extremo en base a sus razonamientos para que este en el juicio penal falle a favor de uno o de otro teniendo en cuenta las herramientas que se utilizaron para su convencimiento, todo esto es importante para el proceso debido a que el juez no puede tomar una decisión solo escuchando cualquier cosa sin fundamento que le manifieste una de las partes.
El autor enfatiza que la finalidad del proceso penal es saber si el imputado es inocente o culpable, es decir, si ha incurrido o no en determinado hecho, para lo que se conceptualiza al hecho como un trozo de camino que se ha recorrido, para cuya comprobación se requiere volver atrás, esto es, hacer la historia (la historia individual). Y para tal efecto, las pruebas son el medio a través del cual se reconstruye la historia. Las pruebas que se tienen en cuenta son los documentos y los testigos, los primeros son simplemente una cosa, mientras que los segundos son personas, son hombres y poseen un cuerpo, un alma, tentaciones, intereses, valentías, cultura, miedo etc. Un hombre que en el proceso se coloca en una posición incómoda y peligrosa. Ya que, aquella persona como carácter de prueba testimonial es requerida por utilidad pública y debe ser tratado con la dignidad que merece pero como bien es conocido muchos critican que tal persona es susceptible de muchas cosas, testificar falsamente es una de ellas, ya sea, por un soborno, coacción, u otras y puede suceder que se afecte la dignidad del imputado, dañando a su familia, su trabajo, su casa, como sucede con los testigos, que expone “la verdad”.
Hay que tener en cuenta que el juez en el proceso debe investigar no solo los aspectos externos de la conducta del imputado, también debe acudir al espíritu del mismo para evaluar su intención. Y si bien es cierto, que solo a través de su conducta se puede juzgar su intención, también lo es, que esta conducta no solo se refiere a la acción que le otorgo la calidad de imputado, sino a la conducta de su historia individual, y así lo confirma la legislación penal que impone la obligación al juez de evaluar la conducta previa al delito y la vida del reo, la conducta posterior, sus condiciones de vida individual, social y familiar. Esto es, el juzgador debe entrevistarse con el imputado, a efecto de que él mismo le cuente al juez su historia para que posteriormente éste verifique tal relato y evalué.
El juez, como ya lo hemos mencionado es parte del proceso, es también un historiador porque de las pequeñas narraciones que le hacen las partes el juez tiene como trabajo hacer de esas narrativas una versión grande de lo sucedido en el caso y no quedándose solo con esto sino haciendo también una investigación exhaustiva, debido a que el juez debe observar todo lo que el imputado hizo antes y debe brindarle confianza para que este le cuente cuales fueron las razones para su actuación y así al final formar un todo que le permita tomar una decisión ajustada a derecho y conforme a las reglas de la ley.
Finalmente el juez dictara sentencia penal una vez haya logrado rehacer la historia y comprobando los hechos por medio de las pruebas, o en caso contrario si considera que no es suficiente el material probatorio este procederá a absolverlo y dará un veredicto en el cual establece cual fue la razón por la cual fallo a favor o en contra de uno o el otro. En este punto es importante mencionar que si el imputado se le absuelve el juez da a entender que fue un error, que el imputado nunca fue quien cometió dicho delito, pero, su fama ya quedó marcada, es algo que se le conoce como error judicial. Por lo cual, el error judicial es un hecho que este terrible mecanismo, imperfecto e imperfectible, expone a un pobre hombre a ser llevado ante el juez, investigado, arrestado, apartado de la familia y de los negocios, perjudicado por no decir arruinado ante la opinión pública, para después ni siquiera oír que se le dan las excusas por quien aunque sea sin culpa, ha perturbado y en ocasiones ha destrozado su vida, es un error que puede ser cometido por jueces de cualquier jerarquía sea superior o inferior.
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