Las Vitaminas

Las plantas y los organismos primitivos tienen la facultad de sintetizar las sustancias necesarias para su vida (con ayuda de las fuentes energéticas), a partir de los elementos carbono, nitrógeno, oxígeno, hidrógeno y sales minerales, en cambio los organismos superiores han perdido esa cualidad.

Como componentes esenciales del alimento que no pueden ser sintetizados en el organismo humano se consideran los ácidos grasos esenciales y los aminoácidos esenciales; algunas vitaminas pueden ser sintetizadas durante el metabolismo intermedio en cantidades mínimas o muy pequeñas frecuentemente en el orden de microgramos por 100 gramos de alimento; es común para todas las vitaminas, el efecto en pequeñísimas cantidades y por lo tanto; en este término deben considerarse sustancias orgánicas cuyo requerimiento diario está por debajo de los 10 mg.

Anteriormente se pensaba que las vitaminas eran unidades de compuestos que contenían nitrógeno y que eran necesarios para el mantenimiento, crecimiento y metabolismo del ser humano del ser humano (Vita=vida; amina=enlaces conteniendo nitrógeno), en la actualidad se sabe que las vitaminas tienen una composición química muy diferente y una estrecha relación con otros componentes alimenticios; la niacina, una vitamina del complejo B en el metabolismo intermedio, por ejemplo, puede sintetizarse a partir del triptófano. Otras vitaminas pueden ser sintetizadas a partir de sus precursores o provitaminas, la vitamina D3, por ejemplo puede sintetizarse en la piel bajo la influencia de los rayos ultravioletas del sol a partir de la provitamina Dehidrocolesterol (u producto del metabolismo intermedio).

Se han descubierto recientemente compuestos químicos que tienen efectos contrarios (antagónicos a las vitaminas por lo que se ha convenido en denominarlos como antivitaminas. Las vitaminas limitan esa facultad, por ejemplo en las vitaminas del complejo B, en las cuales forman con ellas enlaces inactivos. De esa manera es posible que se origine en el ser humano y en forma muy rápida enfermedades por deficiencia en vitaminas a pesar de existir una adecuada provisión. El metabolismo puede ser bloqueado por las antivitaminas pues manifiestan su efecto sobre el crecimiento y la nutrición celulares; a las antivitaminas pertenecen por ejemplo algunos antibióticos cuyo efecto medicinal radica en la disminución del crecimiento bacteriano; varía además la flora intestinal interrumpiendo la síntesis de algunas más importantes.

Se ingieren con el alimento cantidades insuficientes de vitaminas unitarias, en los organismos jóvenes se produce generalmente disminución del crecimiento, junto a ello la falta de algunas vitaminas pueden originar enfermedades por deficiencia; en una provisión insuficiente de vitaminas para el organismo humano se habla de una hipovitaminosis y en una completa falta de ellas, se habla de avitaminosis.

En 1912 el bioquímico inglés F. Hopkins descubrió que en el alimento se encontraban ciertas sustancias orgánicas indispensables para el desarrollo animal. Esto lo descubrió al hacer experimentos con ratas: sometió a alguna de ellas a una dieta en base de productos purificados contendiendo las sustancias consideradas hasta ese momento necesarias para la nutrición. Las ratas detenían su proceso de crecimiento, y solo se reiniciaba cuando se les suministraba a diario una pequeña cantidad de leche fresca. Este y otros hechos similares demostraron la presencia de las vitaminas, nombre propuesto en 1912 por el bioquímico Casimir Funk. En tan solo 20 años se identificaron todas las vitaminas, se determinó su estructura química, y se estableció su papel en los procesos nutritivos. Las vitaminas son sustancias imprescindibles en los procesos metabólicos de la nutrición de los seres vivos. No porque aporten energía ya que no se usan como combustible, sino porque el organismo solo no es capaz de aprovechar los elementos energéticos suministrados por la alimentación. Su descubrimiento surge a partir de estudios a enfermedades surgidas debido a una mala alimentación. La primera es el escorbuto, una enfermedad que afectaba más que nada a los marineros: no fue hasta los experimentos del médico de la marina inglesa James Lindt (1716-1794) cuando se descubrió el remedio del escorbuto. Solo los marineros sometidos a una dieta de jugo de naranja y limón mejoraban en su enfermedad. Si bien no habían reconocido la causa de la enfermedad, si tenían su remedio. Estudios subsiguientes demostraron que la sustancia (la vitamina C) que curaba el escorbuto también se encontraba presente en vegetales y frutos frescos. Sin embargo, fue recién en el año 1928 que Albert Szent Gvordyi, profesor de Química de la Universidad de Budapest aisló la vitamina C, descubrimiento por el cual fue merecedor de un premio Nobel. La vitamina B es en realidad un conjunto de muchas vitaminas diferentes llamado “complejo B” y compuesto por: vitamina B1 (tiamina), B2 (riboflavina o vitamina G), B3 (niacina o vitamina P), B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina), B8 (biotina o vitamina H), B9 (ácido fólico o vitamina 9), B12 (cianocobalamina). La vitamina B1 fue estudiada debido a su relación con la enfermedad de beriberi. En 1896 se descubrió la relación entre dicha enfermedad y la cáscara de arroz (arroz entero), que parecía curarla. Fue descubierta en 1910 por Umetaro Suzuki en Japón mientras investigaba como el salvado de arroz curaba a los pacientes del Beriberi. La vitamina A, por su parte, fue empezada a estudiar en 1908 debido a su relación con la salud de los animales, especialmente el ganado. El factor encontrado era liposoluble y fue llamado “A” en contraposición a otro factor recientemente encontrado (“B” de la vitamina B). Estas son algunos ejemplos de vitaminas y sus descubrimientos. Un punto a tener en cuenta es que hay factores que neutralizan y destruyen ciertas vitaminas, como las bebidas alcohólicas, el estrés, el tabaco y algunos medicamentos. Hoy en día, se han descubierto muchas más vitaminas (H, L, T, Q) y se han realizado muchos más estudios comprobando la importancia de estas en la salud de un individuo. Consecuentemente, la mayoría de las dietas balanceadas toma en cuenta a las vitaminas en una correcta dosis a la hora de elegir alimentos saludables para el organismo.

Las vitaminas (del latín vita “vida” con el sufijo latino ina "sustancia") son compuestos homogéneo porque no se ven los compuestos imprescindibles para la vida, que al ingerirlos de forma equilibrada y en dosis esenciales promueven el correcto funcionamiento fisiológico.

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