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Los Clorofluorocarbonados (CFCs)

KizimoritaEnsayo9 de Abril de 2015

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Los Clorofluorocarbonados (CFCs)

Los Clorofluorocarbonados (CFC) y sus derivados tienen como fuentes principales algunos productos industriales, y los óxidos de nitrógeno, que se producen por multitud de causas, principalmente por la quema de combustibles fósiles y la utilización de fertilizantes químicos.

La producción de cloro-fluoro-carbonos [CFCs] contribuye con aproximadamente el 14% del efecto invernadero. Los CFCs son sustancias químicas sintéticas, formadas por cloro, flúor y carbono. Las moléculas de CFC tienen una larga vida activa. El CFC-1 1 es activo durante unos 65 años y el CFC-12 durante unos 110 arios. Cada molécula de CFC-11 y de CFC-12 contribuye 3.500 y 7.300 veces más, respectivamente, al efecto invernadero que cada molécula de C02.

Los CFCs también destruyen la capa de ozono en la estratosfera, causando que una mayor proporción de rayos ultravioleta alcance la superficie de la tierra.

Una mayor incidencia de rayos ultravioleta tendría importantes efectos tanto en la agricultura como en la salud humana. E1 cáncer en la piel, los problemas oculares, y las afecciones al sistema inmunológico, son las amenazas más inminentes sobre la salud de la población humana. Podrían también presentarse efectos adversos sobre las algas y el plancton, bases de la cadena alimentaria en el mar

CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA >

Eliminación de los CFC de los inhaladores - dosificadores

1) OBJETIVO

Elaborar una estrategia comunitaria para la eliminación de los clorofluorocarbonos (CFC) de los inhaladores - dosificadores.

2) MEDIDA DE LA COMUNIDAD

Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo de 23 de octubre de 1998: Eliminación progresiva de los CFC de los inhaladores - dosificadores.

3) CONTENIDO

Los CFC forman parte de las sustancias que debilitan la capa de ozono y cuya producción y consumo se prohibieron en la Comunidad en 1995. No obstante, siguen utilizándose en los inhaladores - dosificadores destinados al tratamiento del asma y de las bronconeumopatías crónicas obstructivas (BPCO) en virtud de las excepciones previstas en el Protocolo de Montreal y en el Reglamento (CE) nº 3093/94 para sus usos esenciales.

En la decisión IX/19 del Protocolo de Montreal, la Comunidad Europea y las demás Partes del Protocolo acordaron presentar, antes del 31 de enero de 1999, una estrategia de transición para la eliminación de los CFC de los inhaladores - dosificadores. La Comisión cumple con tal compromiso mediante la adopción de esta Comunicación, que recomienda medidas que deberían adoptar los Estados miembros para facilitar la transición hacia tratamientos del asma sin CFC preservando la salud y la seguridad de los pacientes. Al mismo tiempo, explica el modo en que la Comisión tiene previsto ejercer su responsabilidad, de acuerdo con el Reglamento (CE) nº 3093/94, con el fin de determinar las cantidades de CFC que pueden autorizarse cada año para la utilización esencial en los inhaladores - dosificadores.

Tan pronto como se disponga de soluciones alternativas aceptables desde el punto de vista técnico y económico, los CFC dejarán de considerarse "esenciales" y deberán retirarse. Ya se ha introducido con éxito una serie de inhaladores sin CFC en el mercado comunitario. Se trata principalmente de inhaladores a partir de polvo seco (DPI) y de inhaladores con propulsores a partir de hidrofluorocarburos (HFC) en lugar de los CFC.

La estrategia establece criterios precisos que permiten determinar en qué momento se dispone de soluciones alternativas y cuándo pueden suprimirse las excepciones por usos esenciales para los distintos productos o categorías de productos propulsados por CFC. Estos criterios garantizarán que no se supriman los CFC de los productos hasta que no se disponga de un número suficiente de productos de sustitución adecuados.

Por lo general, los pacientes realizan la transición con facilidad, cuando va acompañada de la preparación, la coordinación y la enseñanza adecuadas. La comunicación contiene directrices destinadas a las autoridades competentes de los Estados miembros sobre la forma de organizar una transición armoniosa sin descuidar la salud de los pacientes. Sería necesario lanzar campañas de sensibilización dirigidas a los poderes públicos, los profesionales (médicos, enfermeras y farmacéuticos) y a los pacientes con el fin de facilitar la aceptación rápida de los medicamentos sin CFC.

La estrategia fomenta de forma decidida la transición rápida de todos los pacientes comunitarios a los tratamientos sin CFC, pero incorpora la flexibilidad necesaria para garantizar que se tengan debidamente en cuenta las necesidades específicas de los pacientes en todos los Estados miembros. Aunque preconiza el empleo de DPI en la medida de lo posible, prevé la sustitución de los inhaladores - dosificadores por inhaladores HFC en los Estados miembros en los que está más extendida la utilización de inhaladores - dosificadores.

La comunicación reconoce también la importancia de las exportaciones de inhaladores - dosificadores, tanto para los pacientes de fuera de la Comunidad que dependen de estos productos como para los productores comunitarios. La transición se hará más rápidamente en el interior de la Comunidad y, por consiguiente, se seguirá necesitando cierta cantidad de CFC de uso esencial para satisfacer las demandas de exportación. No obstante, la estrategia estipula claramente que, una vez que se disponga de soluciones alternativas, deberán promocionarse a escala mundial, sobre todo entre los fabricantes, para evitar a largo plazo una dependencia innecesaria de los CFC.

Para la estrategia de eliminación de los CFC de los inhaladores - dosificadores es necesario disponer de un procedimiento eficaz y racional de autorización de comercialización de los productos sin CFC en toda la Comunidad. La comunicación propone una cooperación entre los Estados miembros, la Comisión y los fabricantes con objeto de racionalizar y acelerar este procedimiento. Por otra parte, las autoridades competentes no deberían extender más licencias de comercialización para inhaladores que contengan CFC.

La aceleración de los procedimientos de examen no debe poner en peligro la salud o la seguridad de los pacientes. La Comisión subraya que el primer objetivo de los procedimientos de evaluación y de autorización es garantizar que los medicamentos para los que se presenta una solicitud satisfacen todos los criterios de calidad, inocuidad y eficacia.

La composición básica de la atmósfera se ha mantenido relativamente estable durante millones de años, determinando las condiciones climáticas favorables para la vida en el planeta. Sin embargo, existen ciertas variaciones normales en algunos de sus compuestos, como en le bióxido de carbono y el ozono.

A pesar de que el ozono es constantemente producido mediante procesos fotoquimicos, este se destruye mediante reacciones químicas que involucran gases como el nitrógeno, hidrogeno y cloro. Además, la concentración de ozono atmosférico varia según las estaciones y el patrón de vientos dominantes que actúa como agente dispersor.

Las moléculas de ozono alcanzan su máxima concentración entre los 19 y 23 kilómetros de altura en la estratosfera, conformando una capa que ha salvaguardado la vida sobre el planeta, al absorber la radiación ultravioleta nociva que proviene de la luz solar.

Desde mediados del siglo pasado, el ser humano ha puesto en peligro el equilibrio que de manera natural se había mantenido constante durante siglos. Inconscientemente se ha liberado productos químicos a la atmósfera en cantidades tales que cada vez resulta mas evidente una alteración. Un ejemplo claro son los halocarbonos, que incluyen un gran numero de gases producidos por el hombre, estos gases contienen átomos de carbono y halógenos (flúor, cloro, bromo).

Los halocarbonos incluyen a los clorofluorocarbonos (CFC's) y los halones. Los clorofluorocarbonos son compuestos químicos sintéticos utilizados como refrigerantes, solventes, propelentes para atomizadores, espumas, etcétera. Los dos tipos más importantes son los CFC-11 y CFC-12. En la troposfera son inertes, no tóxicos, no combustibles, inodoros e incoloros. Sin embargo, cuando alcanzan la estratosfera, a la misma altura y hasta por encima de la capa de ozono (19-23 km.), la radiación ultravioleta ocasiona una fotodisociación que libera radicales libres de cloro. Estos átomos separan catalíticamente un átomo de oxigeno de una molécula de ozono y la convierten así, en oxígeno molecular.

Cada uno de los radicales libres de cloro es capaz de destruir cerca de 100 mil moléculas de ozono antes de finalizar la reacción en cadena. Además, se espera que las concentraciones de CFC's y halones se incrementen en la estratosfera, inclusive si el nivel de emisiones se mantiene o bien disminuye durante las próximas décadas. Y es que los compuestos que se ha ido acumulado a través de los años se desplazan lentamente de la troposfera hacia la estratosfera debido a que tienen un promedio de vida de decenas de años. Durante el decenio de 1920 ya se apreciaban algunas concentraciones aisladas de ozono, pero las medidas sistemáticas para controlarlas comenzaron a aplicarse hace unos 40 años.

En la actualidad cerca de 60 países conforman el Sistema mundial de Observación del Ozono (SMOO) perteneciente a la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los cuales suministran datos sobre el estado y los cambios en la capa de ozono. Esta información comenzó a ser cuidadosamente analizada cuando se descubrió

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