Modelo de regresion lineal simple.
MCHC1415Informe16 de Febrero de 2016
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Introducción
La innovación siendo un cambio que introduce alguna novedad a un proceso o producto se ha declarado como herramienta esencial para el mundo empresarial actual. De acuerdo con Andrés Oppenheimmer, hay cinco claves para impulsar la innovación en Latinoamérica: Crear una cultura de la innovación, fomentar la educación, derogar leyes, estimular la inversión y globalizar la innovación.
Países como EE.UU, Corea del Sur y Shangai son ejemplos claros de como la innovación juega un papel importante en el desarrollo intelectual, cultural y económico de los países. Es fácil reconocer que empresas como Apple y Samsung se han basado en crear o añadir valor agregado novedoso a cada producto que presentan. La innovación ha servido para competir, exactamente para sobresalir en el mercado y crear mayor competitividad en las industrias y empresas.
Colombia, ha venido experimentando un incremento en los niveles de generación de nuevas empresas, producto de emprendimientos individuales, sin embargo, dicho incremento no se ve reflejado en el incremento del crecimiento económico, esto llama la atención, y nos lleva a la tarea de realizar un análisis de las condiciones en que se están dando en el país estas iniciativas, y poder determinar qué es lo que está haciendo falta para lograrlo.
Con este trabajo se pretende reconocer la relación existente con el crecimiento económico, presentar un análisis del caso colombiano, determinando las características específicas que tiene la región en el tema de generación de nuevas empresas, para finalmente poder determinar, por qué a pesar de que cada vez son más los que se arriesgan a desarrollar sus propias ideas de negocio, no ha sido suficiente para que la economía colombiana experimente un mayor nivel de crecimiento ¿Qué le está haciendo falta a nuestro país fortalecer el emprendimiento innovador?
Tesis
Latinoamérica en su conjunto, aunque se considere una economía emergente, sigue con un gran rezago científico evidenciado con menos de 2000 solicitudes de patentes ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
La creación del internet ha permitido que grandes mentes sigan reinventándose en el área científica y tecnológica, las grandes modificaciones a los productos ha revolucionado el mundo. Y es que cada año sale al mercado un nuevo Iphone, un nuevo Samsung con versiones mejoradas. Las personas se han acostumbrado a buscar y tener lo más novedoso, lo que más llame la atención y por supuesto, lo que pocos pueden conseguir.
Tal y como lo cuenta Oppenheimer en su libro, EE.UU es un país lleno de emprendimiento que no se queda quieto. Que mejor muestra de esto que Silicon Valley, un territorio de mentes que todo el tiempo andan con nuevas ideas, construyendo prototipos, compartiendo conocimiento, creando diseños y fallando una y otra vez hasta llegar a lo deseado. En su recorrido por el lugar, Oppenheimer describe que se respira innovación, y más que eso, una mentalidad abierta que permite que entre diferentes ingenieros de todo el mundo se evidencien los mayores avances tecnológicos.
Es que las empresas de tecnología se instalan allí por varias razones: su cercanía a universidades como la de Stanford, privilegios con el Estado y la más importante, las personas. Sí, son las personas creativas que llegan de todas partes del mundo para desarrollar sus ideas, sus diseños y trabajar en proyectos que solo podrían ser desarrollados rápidamente allí.
Al enfocarse en Latinoamérica se sabe casi que inmediatamente, que hace falta la cultura innovadora, el desarrollo de ideas, la mentalidad abierta y lo más importante la inversión en educación para todos los latinos. Aunque, los países latinoamericanos han surgido rápidamente en los últimos años, la inversión en innovación es un bajo porcentaje del PIB de cada país. ‘’Mientras que Israel gasta 4.2 de su PIB en investigación y desarrollo, Corea del Sur, 4.1 por ciento; Japón y Finlandia, 3.5 por ciento, y Alemania, el 3 por ciento, la mayoría de los países latinoamericanos invierten un promedio de 0.5 por ciento, según datos de la UNESCO’’. (Oppenheimer, 2015)
Y es que es contradictorio, aunque en Latinoamérica, las personas son emprendedoras empíricamente, hasta ahí se quedan. No siguen una ruta para llegar al objetivo. Según el Banco Mundial, en los países latinoamericanos se destacan las pequeñas empresas, puesto que más del 50% de personas trabajan en empresas con empleados de menos de 6 personas. Aunque los latinos crean empresa, lo difícil es que las empresas sobrevivan más de 5 años. Esto debido a que en Latinoamérica no se ha permitido un ambiente en que se pueda desarrollar del todo, la innovación, la creatividad y el emprendimiento. La falta de estas herramientas lleva a frenar el crecimiento económico y la competitividad de las economías de estos países.
En los últimos años, las economías latinas se favorecieron considerablemente del boom petrolero, de las exportaciones de commodities o materias primas hacia países como EE.UU, Europa y Asia, lo que directamente aumentó los productos internos brutos de cada país. Y a su vez, permitió que se disminuyera la pobreza extrema y otros problemas como los conflictos armados.
Por eso, el reto para Latinoamérica es empezar a llevar a cabo políticas que favorezcan la innovación y el crecimiento interno. No se puede seguir exportando banano, flores, granos, café y petróleo. Las mayores ganancias se están quedando en productos con valor agregado, productos tecnológicos y de diseños. Y para llegar a ello se debe aprender de países como Corea del Sur, que después de la guerra, se enfocaron en invertir en educación, innovación y en crear ambientes apropiados para los niños, jóvenes y adultos. Hoy en día Corea del Sur se destaca a nivel mundial por sus avances en casi todos los sectores e industrias como los automóviles, la construcción naval, telecomunicaciones y el acero. (Al tablero, 2009)
Ahora, los gobiernos deberían repensar sus presupuestos y comenzar a invertir en educación acompañada de innovación. Se poder emprendedor, pero también se necesita unas condiciones del entorno económico e institucional favorables que ayuden al florecimiento de las ideas propuestas.
Ocupémonos ahora en dar respuesta al interrogante que nos planteamos al iniciar este documento, ya se ha hecho una revisión de los factores que influyen en la generación de emprendimiento innovador en Colombia, y se ha determinado el papel que tiene cada una de las entidades en el mismo. Como se ha visto hasta el momento en el país se han ido estableciendo paulatinamente mecanismos que fomentan el desarrollo de emprendimientos innovadores, se han creado programas tanto en entidades públicas y privadas que vienen sensibilizando al sector empresarial, de la importancia que tiene la Innovación para sus empresas como para la economía nacional, también hemos visto como desde las universidades se ha venido fortaleciendo las cátedras de emprendimiento e innovación, y se han creado consultorios empresariales, laboratorios de emprendimiento, redes de emprendimiento entre otras, que han hecho que la población estudiantil se familiarice con el sector empresarial y piense desde su formación, como puede aportar de manera activa a la economía del país, generando beneficios particulares y sociales.
Muestra del buen resultado de este tipo de acciones, es que sea más común iniciar un emprendimiento por oportunidad y no por necesidad, lo que indica que las personas estarán dispuestas a realizar una inversión de recursos para aprovechar un nuevo mercado, sin depender totalmente de la economía o ingresos que esta le genere. A pesar de lo anterior, una de las características que llama la atención es que los emprendimientos que se producen están en su gran mayoría no contienen innovación, es decir, se crean empresas para la comercialización de bienes y servicios sin ningún tipo de transformación, y tampoco se apunta a incursionar en mercados internacionales, lo cual refleja, la falta de visión de nuestro emprendedores, y por ende, muchos de los negocios que se crean, no logran consolidarse y llegar a una etapa de expansión, que permita la generación de nuevos empleos, y por ende mejoramiento de las condiciones de vida de la población.
Esto se debe en gran medida, a la falta de cultura innovadora que se presenta, ya que a pesar de que como hemos visto, existen infinidad de programas que incentivan los procesos de invención, son muy pocas las personas que aprovechan dichas oportunidades, y en muchos de los casos, los recursos asignados para proyectos de esta naturaleza, no se alcanzan a ejecutar por falta de proyectos presentados. Lo que esto nos refleja es que estamos frente a falencias en la formación que han recibido nuestros emprendedores, o que en muchos de los casos no se ha recibido ningún tipo de formación, la mayoría de proyectos
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