Muchas son las publicidades que conocemos sobre el Yogur Activia
macuamorettiSíntesis17 de Noviembre de 2013
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Muchas son las publicidades que conocemos sobre el Yogur Activia. Ya hace algunos años con el lanzamiento de este novedoso producto nos llenamos de publicidades que hablaban sobre el “Tránsito Lento”. Habíamos escuchado hablar sobre el estreñimiento, sobre la constipación, entre otros términos, siempre para referirnos al tan conocido “¡no estoy yendo de cuerpo!”, pero Tránsito Lento sonaba bien.
Ya conocíamos al pequeño “Yacult” y su Lactobacillus Casei Shirota Activos que si bien venía en envase pequeño lo hacía súper poderoso aunque no entendíamos bien qué significaba todo eso. Su envase poco elaborado, su sabor algo extraño y su consistencia líquida lo hacían más parecido a un jarabe para la tos que iba directamente al foco del problema que a un yogur. No se disfrutaba mucho al tomarlo, no era un rico desayuno, sino algo que se debía tomar rápido, pasar el mal gusto y luego esperar los resultados casi al igual que un laxante.
La aparición del colorido Activia generaba algunas dudas. ¿Era de la misma familia del Yacult? Parecía, pero no. Activia decía ser un yogur que contenía Bifidus, entre otros fermentos. Los Bifidus son una familia de fermentos dentro de los que existen muchos tipos de Bifidus diferentes. Según lo anunciaban, La Serenísima había descubierto el Acti Regularis que es una combinación del Bifidus exclusivo y de una fibra alimentaria. Aseguraban que no había otro yogur que contenga el mismo combinado. Colores, rico sabor, distintas frutas, buena consistencia y diferentes presentaciones que iban desde el yogur firme, el para beber y con pulpa. Todo junto era la combinación perfecta para el consumo.
El mensaje era claro, “tomar para regularizar”. ¿Y quién no quiere regularizar? Nada más incómodo que no poder ir de cuerpo. El trabajo, el viaje, los estudios, el stress ayudan a que cada día más personas sufran de estreñimiento. No solo es desagradable para lo que se siente físicamente sino también porque se ve. Se ve en el cambio de ánimo y hasta se puede ver si el abdomen llega a estar distendido y, siendo sinceros, a nadie le gusta esa situación. ¿Pero podemos nosotros solos diagnosticar que sufrimos de tránsito lento? Lo que es tránsito lento para uno, puede no serlo para el otro. Hay personas que pueden tener una deposición cada 72 horas y ser normal para su cuerpo y para otros lo normal puede ser tres veces por día. Por lo tanto, los resultados no serían los mismos para todos.
Una encuesta realizada solo a diez personas de diferentes edades y sexos, desde adolescentes hasta adultos, arrojaron resultados interesantes. Los jóvenes que generalmente no tienen problemas de tránsito lento, probaron Activia y con solo una vez experimentaron diarrea con fuertes cólicos y aseguran que no volverán a tomarlo porque es evidente que su ritmo es normal y al sumarle un estimulante lo modifican con efectos no beneficiosos. Y por el contrario, aquellas personas que sí tenían tránsito lento como un problema habitual, luego de tomar Activia por varios días, notaron una inflamación de los intestinos que les generaba dolores abdominales y distensión pero sin evacuación, lo que empeoraba aun más su situación. Solo 3 personas de 10 respondieron que Activia los ayudó a regularizar el ritmo y a mantenerlo en los días.
El spot publicitario seleccionado muestra el ideal en el consumo. Consumo – Efecto. (http://www.youtube.com/watch?v=Nnvm_DteqpU) La actriz Carolina Chande contaba que “un día iba, el otro no”. Decía que cuando su intestino no funcionaba en forma regular, se sentía incómoda, hinchada y no sabía qué comer y eso influía en su estado de ánimo. La publicidad utiliza como recurso, además de la actuación bien lograda de una persona desganada y decaída por su estado, colores grises, oscuros y opacos, generando en el potencial consumidor una sensación
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