PARADIGMA DE LA CONSTITUCION

En la obra El Paradigma de la Constitución describe los modelos a seguir que tiene la sociedad mexicana, como son la costumbre, religión y diferentes factores sociales que imponen paradigmas a beneficio de pocos, la nomologia-politeia como herramientas principales para el mejor desarrollo social y datos informativos y estadísticos que describen la cultura constitucional que a través de la historia hemos dejado en el olvido.

La comunidad y el ser político son entes naturales, el hombre se agrupa con fines de resolver sus necesidades colectivas y de aquí, inicia un proceso cultural de integración de valores, principios e intereses que preserva y proyecta en sus costumbres, con el fin de perfeccionarse como animal político o social. En base a dichas normas, se construyen las instituciones, los derechos fundamentales de las personas, las formas de gobierno, los poderes formales y el Estado, las cuales deben tener una armonía, para efectos de que el derecho sea eficaz.

Existen lazos inseparables entre el individuo e la sociedad; lo que es el animal con el animal político; lo que es el animal político con la cultura; las interrelaciones humanas se dan en hechos de contenidos integrales, su estudio y análisis, para comprender y tratar de resolver la problemática social, debe ser integrador no parcial, como hasta hoy ha evolucionado el conocimiento científico social. De aquí que existen equilibrios naturales que debemos guardar y observar, tanto el hombre, como la sociedad y el mundo, son entes vivos, todos requieren comportamientos conforme a “natura”, el desarrollo del animal político, de la comunidad, no en forma necesaria debe ir en contra de los entes naturales; si bien es cierto que el hombre se ha servido, se sirve y se seguirá sirviendo de ellos, también lo es el hecho de que los procesos sociales deben ser armónicos a él todo natural y cultural, lo cual debe ir en consonancia a las instituciones referidas.

El hecho, fenómeno o proceso social es un acontecimiento en el tiempo y en el espacio que contiene su complejidad, sus significados y donde el hombre, como ente cognoscente y cognoscible debe ser parte activa de él, no existe ciencia social neutra, la ciencia, el conocimiento, la cultura y todo lo que el hombre crea debe ser para su perfeccionamiento, engrandecimiento y desarrollo armónico como ente natural, luego social. El derecho y las normas, son objetos culturales, por tanto, de segundo orden, primero son los hechos. Por ello, dentro de la sociedad, no deben imperar uno sobre otros, ni el individuo sobre la sociedad o viceversa, de igual forma, una clase sobre otra, así como lo natural sobré lo cultural y en forma inversa; lo cual nos lleva a pensar en los equilibrios sociales naturales que nos dan por resultado una armonía, así, la sociedad debe ser el medio adecuado para el desarrollo armónico e integral del ser humano sin detrimento de nadie, lo cual se debe reflejar en las instituciones.

En su devenir histórico, la comunidad-sociedad ha sido dirigida por diversos gobernantes, los cuales no siempre han atendido a sus valores, principios, costumbres, religión y demás formas de ser y de pensar, cada comunidad cuenta con su propio proceso normativo, el cual debe estudiarse atreves de la Nomología particular; cuando el administrador de la “cosa pública” de la sociedad, es afín a el todo y a los intereses de todos, entonces el gobierno y los administrados guardan armonía, cuando es en otro sentido, viene la desarmonía y los conflictos, lo cual no es conforme a “natura”. El hombre no es bueno ni malo, no el lobo ni cordero, es lo que la necesidad le dicta que debe ser en el momento preciso, por ello, la sociedad es culpable de la obscuridad que produce. Así las instituciones deben ir en armonía a las normas de una comunidad, así, los derechos de las personas, formas de gobierno, poderes formales y el Estado.

Por ellos, el hecho, fenómeno o proceso social, debe estudiarse desde distintas ópticas multi, inter y en forma transdiciplinaria, a través de un concurso de métodos, metodologías y técnicas, que nos permitan un mayor y mejor esclarecimiento del hecho, donde seamos parte activa en la resolución del problema y aportemos elementos que faciliten la comprensión y el aprehender la problemática con la finalidad de resolverla. Sobre dichas bases, cada comunidad o Estado debe fincar sus propias instituciones.

Por tanto, el cerebro individual, la memoria colectica y su interrelación en aras del bienestar general, son la verdadera dialéctica del cambio; el cambio no es la manipulación, el quitar y poner o yuxtaponer; la verdadera transformación del hombre es cambiar un individuo y sin la sociedad o viceversa, lo cual acontece con las instituciones, el proceso social determinado, es el que debe marcar las pautas de cómo deben funcionar las instituciones. El caso de México es patético como nuestra sociedad es infantil, no hemos sido capaces de crear valores y principios comunes a todos los que integramos lo que se supone es parte del Estado Mexicano, lo cual facilita que nos cercenen neuronas, nuestras mujeres, el territorio, nuestros productos y todo, porque no existen formas comunitarias de proteger y preservar lo que es nuestro y conforme a nuestros intereses; no hemos sido capaces de creer nuestra Nomología. A partir de dicho proceso, se deben establecer las instituciones, los elementos paradigmáticos de la Constitución: derechos fundamentales, formas de gobierno, poderes formales y el propio Estado.

Una sociedad se convierte en comunidad, cuando la herencia cultural objetivada en valores, principios, intereses, costumbres y demás practicas y usos colectivos e individuales son armónicos; hay un interés común entre individuo y raza; desarrollo equilibrado entre la comunidad y la naturaleza; amor, identidad, respeto, confianza y preocupación reciproca entre administrados y administradores, son uno, de lo cual emerge el marco institucional, la Constitución misma y sus elementos paradigmáticos.

Cada pueblo, comunidad o sociedad, tiene sus valores, principios, intereses y elementos mas preciados que trata de preservar, conservar y proyectar hacia sus futuras generaciones como un legado valioso que pretende encerrar en sus costumbres, usos practicas y normas, conforme a un tiempo y espacio.

La costumbre fue el primer paradigma social jurídico, el segundo lo constituyo, la religión, en muchas comunidades, dicho proceso fue armónico, en el caso de México, no lo ha sido, por factores internos y externos. Las costumbres, religión y normas sociales, resultantes de un proceso

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