Pedagogia E Historia
15 de Noviembre de 2013
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EL TRABAJO HISTÓRICO Y LA RECUPERACIÓN DE LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA*
(Notas metodológicas)
Desde hacía mucho tiempo el concepto de práctica peda- gógica había sido desterrado del ámbito de la enseñanza por el alud de las ciencias de la educación. Dos pedagogos nota- bles, Herbart y Claparéde, hicieron uso de tal concepto indi- cando el ejercicio de la enseñanza. He recogido esa tradición para reivindicar la enseñanza como lo sustancial de la Peda- gogía.
Y para indicar el contexto de la recuperación de la prácti- ca pedagógica, como su rescate, quiero traer a cuento unas ideas acerca de la Pedagogía y del maestro, en sus condicio- nes institucionales de existencia, que han estado presentes
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en el trabajo que emprendí desde 1975 y que en la actuali-
dad encuentra nuevos desarrollos en el proyecto "La práctica
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Este documento fue presentado al Seminario sobre Educación y Pedagogía orga- nizado por el Foro Nacional por Colombia en Medellin y Manizales en agosto y octubre de 1984: al Seminario Latinoamericano sobre Alternativas para la Ense- ñanza de la Historia de las Ciencias y la Tecnología. Cali, noviembre de 1984. Imbricado en el Boletín de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. No. 17 (diciembre de 1984) y en Educación y Cultura, revista, de Eccode. No. 3 (marzo de 1985). Finalmente, en el desarrollo del trabajo metodo- lógico se han hecho modilicaciones. ampliaciones y aclaraciones.
En el Proyecto Filosofía y Pedagogía. Centro de Investigaciones Educativas, Facultad de Educación. Universidad de Antioquia.
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pedagógica del siglo XIX en Colombia" . El maestro es el de-
signado en la historia como soporte del saber pedagógico. Sin embargo, otros le han hurtado su palabra y las institu- ciones actuales del saber pedagógico no sólo han reducido la Pedagogía a un saber instrumental sino que también al des- conocer la historicidad de la Pedagogía han atomizado a tal punto su discurso que otros sujetos de las ciencias humanas se han repartido, a la manera de un botín, el complejo saber de la Pedagogía. Queda como secuela que el maestro sigue siendo un peregrino de su saber y que su destino de peregri- no es aprendido paradójicamente en las propias institucio- nes del saber pedagógico. Como si los conocimientos estuvie- ran hechos de una sustancia maleable y fuese preciso mode- larlos, como si el lenguaje de los conocimientos tuviera que ser mirado y enunciado a través de una rejilla, al maestro se le provee de un método para transformar el discurso del co- nocimiento en contenidos para la enseñanza.
La Pedagogía no es sólo un discurso acerca de la ense- ñanza, sino también una práctica cuyo campo de aplicación es el discurso. El médico, por ejemplo, enfrenta los conoci- mientos médicos a la enfermedad y los instrumentos de in- dagación de la misma se aplican al cuerpo. El maestro en- frenta sus conocimientos pedagógicos al discurso de las "teo- rías" o de las "ciencias" y el instrumento que utiliza para ellos es el método de enseñanza.
En nuestra sociedad se ha destinado al maestro la adecua- ción del discurso de los manuales de ciencias, según la edad de los sujetos que aprenden, para hacerlo asequible, graduarlo y calificarlo y desde estas formas de trabajo cotidiano en la enseñanza, se ha instituido para el maestro, una forma de relación con los discursos de las ciencias o de los saberes. Esta situación hace que el vínculo de los maestros con los conocimientos sea a través de la práctica pedagógica. Hablo de adecuación del discurso de los manuales, por parte del maes- tro, porque en nuestras prácticas pedagógicas los manuales de ciencias son el recurso didáctico más usado. Aun para la tecnología educativa, los manuales son los contenidos que se
procesan en objetivos instruccionales, reduciendo la enseñan- za de las ciencias a procesos de aprendizaje.
Mientras más inferior sea la situación cultural del maes- tro le es confiado en mayor medida su oficio metodológico. Entre otros sujetos que de una u otra manera se relacionan con el discurso de las ciencias o de los conocimientos, hay uno de ellos cuya forma de relación designa una opresión cultural y se establece a través del método: ese es el maestro. Esta situación del maestro es reforzada por el estatuto de saber instrumental que difunden las Facultades de Educa- ción para el saber pedagógico.
Pero a pesar de esa existencia instrumental de la Pedago- gía en nuestra sociedad hay que empezar a arriesgarse, en la investigación y en este largo proceso de diálogo, a una con- ceptualización aproximada de Pedagogía. Entiendo por Peda- gogía la disciplina que conceptualiza, aplica y experimenta los conocimientos referentes a la enseñanza de los saberes específicos, en las diferentes culturas.
Esta definición comporta cuatro características:
1. Es una herramienta para la polémica cuya intención es criticar la apropiación que reduce la Pedagogía a una con- cepción instrumental del método de enseñanza.
2. Busca responder, inicialmente, a las acertadas deman- das que la historia de las ciencias le hace hoy a la Pedagogía para plantear pluralidad de métodos de enseñanza de acuer- do con las particularidades históricas de formación de cada saber. Está impregnada de un deber ser más que de una realidad actual.
3. Se ha formulado con base en la historicidad de la Pe- dagogía: en la permanente presencia práctica o conceptual de la enseñanza en las diferentes opciones de Pedagogía o de Educación.
4. Reconoce la adecuación social de los saberes en las diferentes culturas.
Ahora bien, en este contexto amplio de Pedagogía y de su horizonte conceptual, ¿qué significa rescatar la práctica peda- gógica, teniendo presente que partimos de una consideración de la Pedagogía como saber y como disciplina en formación?
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Los antecedentes de este proyecto de investigación, que hace parte del pro- yecto interuniversitario Hacia una historia cíe la práctica pedagógica en Colom- bia, se encuentran en los siguientes documentos: Olga L. Zuluaga: Filosofía y
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Pedagogía, 1 9 7 6 ; Didáctica y conocimiento, 1 9 7 7 ; Colombia: dos su práctica pedagógica durante el siglo XIX, 1978.
modelos
de
RESCATAR LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA
Rescatar la práctica pedagógica significa en su sentido más amplio: recuperar la historicidad de la Pedagogía, tanto para analizarla como saber, como para analizar sus procesos de formación como disciplina, trabajar con la discursividad de la Pedagogía y analizar la práctica del saber pedagógico en nuestra sociedad. Entiendo por historicidad de la Pedagogía, el carácter positivo tanto de las fuentes como de la discursi- vidad acerca de la enseñanza. Discursividad que registra no sólo objetos de saber sino también nociones, conceptos y modelos que dan cuenta de la búsqueda de sistematicidad de la Pedagogía.
Distingo entre el análisis de la Pedagogía como saber y el análisis de sus procesos de formación como disciplina, para indicar que el saber no está referido solamente al pasado sino también al presente; en este sentido cubre la cotidiani- dad de la enseñanza, del maestro y de la escuela, en la ac- tualidad. El análisis de la Pedagogía como disciplina designa el estudio histórico de las modificaciones que han dado lugar a los procesos de epistemologización de la Pedagogía. "Así, la consideración histórica es la que rectifica las perspectivas restringentes propias de la consideración sistemática abs- tracta; ella libera las formas actuales de la educación del aislamiento consistente en la mera toma de datos y las resti-
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tuye al contexto operante de pasado y futuro". En los mo-
mentos que vive la Pedagogía, el trabajo histórico de orienta- ción epistemológica debe ser parte constitutiva de sus con- ceptualizaciones permitiendo que la vuelta al pasado la colo- que en una apertura hacia nuevas posibilidades.
Definir la Pedagogía como saber y como disciplina la ca- pacita, la potencia para vivir la crisis en que está imbuida, porque le da mayor polivalencia y le permite establecer múl- tiples interdisciplinariedades sin perder mínimos principios de agrupamiento, ni dejar de llevar a cabo, en determinadas regiones, nuevas reconceptualizaciones.
El proyecto actual de la historia de la práctica pedagógica que tiene sus raíces en el Proyecto Filosofía y Pedagogía, se inscribe en esta tarea de rescate, en un sentido más restrin- gido, pero hace parte de aquel sentido más amplio. Significa
3 F. Nicolin. Historia de la Pedagogía, p. 359.
en su proyección social una lucha por rescatar, para el maestro y a través del trabajo histórico, la práctica pedagógi- ca. Es historia de un saber en nuestra formación social y como historia de un saber tiene su nexo conceptual y meto- dológico con la Pedagogía como saber historizado en su prác- tica. Es una investigación histórica acerca de la práctica pe- dagógica, pero no está realizada al margen de la Pedagogía, ya que ella es su condición fundamental, pues al abordar el análisis de un discurso y de su práctica (práctica pedagógi- ca), en su condición de saber (modalidad del análisis), la delimitación del sujeto de saber (el maestro) y del saber apro- piado, no se puede plantear por fuera del saber (¡a Pedago- gía), porque ella
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