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Plan De Negocios Clinica De Terapias

victorhugosmb14 de Julio de 2012

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COLEGIO MILITAR INOCENCIA CHINCA

Grado 9- 2

Nombre Comercial. Clínica terapeuta naturista

Proyecto elaborado por: Erwin calderón Camacho

Ubicación: Departamento del Tolima

Zona urbana: si

Dirección:

Innovación: dedicarnos al tratamiento terapéutico y relajante de cualquier parte del cuerpo humano

OBJETIVOS: fundar la clínica de las terapias para cualquier afección o dolencia física o mental en el cuerpo humano, con el animo de estructurar las funciones del cuerpo humano, supervisado y mediante orden y aprobación de personal medico, medicina general, fitoterapeutas, fonoaudíologas

OBJETIVOS: fundar la clínica de las terapias para cualquier afección o dolencia física o mental en el cuerpo humano, con el animo de estructurar las funciones del cuerpo humano, supervisado y mediante orden y aprobación de personal medico, medicina general, fitoterapeutas, fonoaudíologas

Orígenes

La terapia de grupo comenzó a principios del siglo XX. En Europa, el primero en emplearla fue el rumano Jacob Levy Moreno, psiquiatra de formación psicoanalítica que llevaba a sus pacientes a exteriorizar sus problemas para hacerles conscientes de ellos. Su psicodrama se extendió rápidamente a otras partes del mundo y hoy es utilizado en el tratamiento de pacientes neuróticos y psicóticos, así como para formar a los profesionales que trabajan con enfermos mentales.

En la actualidad se practican numerosas formas de psicoterapia de grupo y la mayoría de las corrientes teóricas que defienden métodos de psicoterapia individual tienen sus variantes grupales. Muchos terapeutas atienden a sus pacientes simultáneamente de forma individual y grupal.

EL MUNDO ANTIGUO

Planta de las termas de Diocleciano En planta, casi todas las termas romanas repiten un esquema muy similar y suelen estar orientadas con un eje de 45º respecto a la línea meridiana con el fin de resguardarse de los vientos del Norte. Constaban, entre otras estancias, de un frigidarium (piscina de agua fría), seguida del tepidarium (piscina de agua templada) y el caldarium (piscina de agua caliente). También tenían un patio abierto o palestra, donde se podía hacer ejercicio.© Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Las estancias más antiguas dedicadas exclusivamente al baño halladas hasta el momento son las de la ciudad india de Mohenjo-Daro, cuya fecha es anterior al 2000 a.C. También han aparecido instalaciones de este tipo en el palacio de Cnosos, en la isla griega de Creta, construidas aproximadamente entre 1700 y 1400 a.C., y en la ciudad real de Egipto Tell el-Amarna, edificada hacia el año 1350 a.C. Las pinturas decorativas sobre ánforas de la antigua Grecia revelan la existencia de artefactos primitivos similares a las duchas, y Homero habla en la Iliada de tinas para bañarse. Las termas primitivas eran tan sólo dependencias de los gimnasios y disponían únicamente de agua fría, pero hacia finales del siglo V a.C. se empezaron a convertir en complejas instalaciones independientes, situadas por toda la ciudad, que ofrecían baños de vapor y piscinas (albercas) mixtas de agua caliente, templada y fría. En Grecia y Roma el baño se convertía a menudo en un complicado ritual de cuidados corporales, que incluía la práctica de ejercicio, masajes con aceites especiales, una sucesión de baños a diferentes temperaturas, la limpieza a fondo de la piel y al final un nuevo ungimiento con cremas u otros afeites.

Termas de Caracalla en Roma Las termas públicas eran una parte importante de la vida social durante el Imperio romano. Las termas de Caracalla, construidas hacia el año 217, podían alojar a unos 1.600 bañistas. Su inmenso interior abovedado constaba de termas, piscinas, bibliotecas, gimnasios y tiendas.Art Resource, NY/Scala

Las termas romanas más antiguas que se han conservado hasta nuestros días son las de Pompeya, construidas hacia el siglo II a.C. Su disposición es similar a la del resto de las que se conservan por todo el Imperio romano. Alrededor de un patio central, llamado palestra, donde se puede practicar ejercicio, se encuentra el apodyterium o vestuario; el caldarium o habitación que contiene el alveus, que es la piscina de agua caliente; el laconicum o baño de vapor; el tepidarium o piscina de agua templada, y el frigidarium o piscina fría. En algunas ocasiones todas estas instalaciones se duplican, a un tamaño más reducido, para las mujeres. El agua se traía desde las fuentes, a menudo lejanas, mediante acueductos. Para calentar el interior de todas las estancias se utilizaban una serie de conductos de agua caliente bajo los suelos, que se cubrían con mosaicos decorativos. Durante el periodo imperial, entre los siglos I y V, se construyeron en Roma numerosos baños públicos, entre los que destacan las inmensas termas de Caracalla y de Diocleciano. De las primeras se conservan importantes ruinas, mientras que el tepidarium de las segundas fue reformado por Miguel Ángel y se convirtió en la iglesia de Santa María de los Ángeles. Estos grandes complejos no sólo contaban con los elementos tradicionales, sino que además contenían bibliotecas, salas de lectura, gimnasios, tiendas, jardines y otras instalaciones.

Las termas públicas romanas respondían a una función social y política.

Las termas públicas romanas también respondían a una función social y política. Se convirtieron en lugares ideales para el recreo y la relación social y, en consecuencia, los emperadores compitieron por legar al pueblo de Roma las obras más fastuosas. Entre sus ruinas se han descubierto numerosas obras de arte.

LA EDAD MEDIA

Baños árabes de Girona Durante los años de ocupación musulmana, que se extienden entre el 711 y 1492, la península Ibérica experimentó la influencia de la cultura árabe, que se manifestó tanto en las manifestaciones artísticas y culturales como en los usos y costumbres. La proliferación de baños como el de la imagen, situado en Girona, es una de las consecuencias de este fenómeno.Corbis/Vanni Archive

La iglesia cristiana siempre consideró la limpieza espiritual un hecho más importante que la limpieza corporal, e incluso generó el mito de que las termas romanas fueran un lugar de perversión. De hecho, aunque las ciudades medievales contaban con baños públicos, la iglesia siempre los consideró como lugares de mala reputación. En la Europa septentrional, de clima frío, se llegó a considerar la excesiva limpieza como algo insano, además de un acto propio de la frivolidad más reprobable. Los constructores medievales prestaron mucha más atención a la experimentación sobre fortificaciones o sobre los sistemas de evacuación de humos, mientras la mayoría de las ciudades medievales no tenían agua corriente ni alcantarillado. El aseo personal, por tanto, se convirtió en algo poco frecuente para la mayor parte de la población.

En Escandinavia, donde no llegó la romanización pero el cristianismo tardó en imponerse, se generalizaron una especie de baños de vapor, cuyo origen se remonta a los pueblos de las estepas euroasiáticas. Para ello cada hogar contaba con una instalación, llamada sauna, que consistía en una pequeña habitación de madera con un banco a lo largo de las paredes. En ella se podía lavar toda la familia, tonificar la piel mediante suaves golpes con ramas de abedul, aclararse en agua templada y terminar con un baño de agua helada para activar la circulación sanguínea.

El islam añadió a las razones higiénicas y sociales otras de tipo religioso.

En el sur de Europa la invasión musulmana se dejó notar incluso en las zonas reconquistadas por reinos cristianos. El islam no sólo permitió los baños públicos, sino que añadió a las razones higiénicas y sociales otras de tipo religioso, que sirvieron para continuar con la tradición clásica. Todas las ciudades importantes tuvieron al menos un baño público; en España esta tradición se mantuvo incluso en las ciudades cristianizadas donde había una cierta población musulmana (moriscos). El reinado de los Reyes Católicos, y en concreto la expulsión en 1492 de musulmanes y hebreos, acabó en gran medida con estas costumbres, que a partir de entonces se asociaron a herejes, moriscos o judeoconversos. Entre los baños de la época islámica española cabe destacar los del palacio de la Alhambra de Granada, que contaban con tres habitaciones para las diferentes temperaturas, así como los del palacio de Medinat al-Zahara, en la Córdoba califal.

En Constantinopla se mantuvieron las costumbres romanas durante la época bizantina, perfeccionadas por la llegada de los turcos. Tanto es así que los baños de vapor, de tradición romana, se conocen a menudo como baños turcos. Los edificios propios de esta cultura consisten en una gran sala cupulada, calentada por vapor y rodeada de pequeñas habitaciones, cuyas paredes se recubren con mármoles y mosaicos. En Turquía el baño llegó a convertirse en una ocupación social que podía prolongarse todo el día.

También en Japón existe una costumbre milenaria con respecto al aseo. Cada casa tiene su propio baño privado, que unas veces consiste en una tina dispuesta en el interior de la casa y otras en una piscina exterior. La limpieza allí es un acto íntimo, aunque después toda la familia comparte el placer de la inmersión. Por otra parte, los establecimientos públicos se suelen situar en una fuente de aguas termales o medicinales, donde se socializa con otras familias. Esta costumbre aún se mantiene en el Japón actual.

EL MUNDO MODERNO OCCIDENTAL

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