Reporte de Innovación: El Viagra

UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE CHILE[pic 1]

FACULTAD DE ADMINISTRACION Y ECONOMIA

INGENIERÍA COMERCIAL EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

PRIMER REPORTE DE INNOVACIÓN

¿CÓMO FUE DESCUBIERTO?

EL VIAGRA

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Alumno:        Rodrigo Espinoza Garay  

                                                Profesor:        Cristian Muñoz Canales

                                                Cátedra:        Capacidad Emprendedora

Santiago de Chile, 2015[pic 3]

INDICE

INDICE                                                                                        1

REPORTE DE INNOVACIÓN: “EL VIAGRA”                                                2

¿CÓMO FUE DESCUBIERTO?                                                                2

FUENTES DE CONSULTA                                                                        7

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Reporte de Innovación: El Viagra

Muchos grandes descubrimientos de la historia han nacido de meras casualidades, tratando de buscar soluciones para diferentes tipos de problemas y que sin embargo terminaron dando solución a problemas totalmente diferentes.  El caso más conocido es el de la Penicilina descubierta por accidente por Alexander Fleming mientras investigaba la gripe en 1928.

En este primer reporte de innovación se describe el proceso de descubrimiento de unos de los fármacos más revolucionarios y rentables del último siglo: el Viagra, el primer medicamento activo frente a la disfunción eréctil masculina.

¿Cómo fue Descubierto?

Corrían los años 90 y los Laboratorios Pfizer trataban de encontrar alguna solución a la hipertensión arterial sistémica y la angina de pecho en los hombres, quienes tienen una mayor predisposición a esta enfermedad. La hipertensión arterial es una enfermedad crónica caracterizada por un incremento continuo en las cifras de la presión sanguínea en las arterias, mientras que la angina de pecho es un dolor generalmente de carácter opresivo, localizado en el área retro-esternal, ocasionado por un insuficiente aporte de sangre (oxígeno) a las células del músculo del corazón.

En el año 1996, los Laboratorios Pfizer en busca de algún tipo de medicamento que solucionara estas dolencias crónicas en hombres se produjo el primer medicamento en fase de prueba, producto de la sintetización de moléculas con actividad antihipertensora y por medio de la farmacomodulación del antialérgico zaprinast, obtuvieron el primer sildenafilo. Se esperaba que este citrato de sildenafil pudiese aumentar el flujo sanguíneo al músculo del corazón y afectar de esta forma la presión arterial.

Los primeros ensayos clínicos fueron realizados en el Hospital de Morriston, en Swansea (Gales). Durante los estudios de fase I, realizados bajo la dirección de Ian Osterloh, se procedió a probar el citrato de sildenafil en hombres de diferentes edades que padecían de la enfermedad. Para llevar a cabo el periodo de prueba de este nuevo medicamento los hombres fueron citados junto a sus mujeres, pues es bien sabido que ellos no son muy apegados a los tratamientos médicos y que por lo tanto, serían sus esposas las que terminarían supervisando y garantizando el éxito del procedimiento. Durante el periodo de prueba los pacientes debían ingerir el medicamento a diario, y una vez que el procedimiento concluyó fueron citados juntos a sus respectivas señoras ante un auditorio para su respectivo examen médico junto al equipo de profesionales especialistas del laboratorio. Esta audiencia estaba enfocada principalmente a corroborar la funcionalidad del medicamento y detectar los efectos adversos o colaterales producidos durante el periodo de prueba, por medio de una encuesta y entrevista personal. Los estudios arrojaron que el medicamento era absolutamente ineficiente contra la hipertensión arterial sistémica y la angina de pecho, pero que sin embargo había provoca un “efecto colateral” inesperado e impensado.

Al preguntar a los pacientes, y sus respectivas esposas, si el medicamento había funcionado contra los síntomas de las dolencias que padecían la respuesta fue categórica, ninguno de los pacientes había experimentado mejoría alguna respecto de su enfermedad, sin embargo durante el proceso habían experimentado múltiples erecciones aparentemente provocadas por los efectos del citrato de sildenafil.

A modo de anécdota se cuenta que cuando el doctor hizo la pregunta a los pacientes para saber si habían sufrido efectos adversos al tratamiento, en el auditorio, desde las gradas, se escuchó la risa de una de las esposas la cual ante la insistencia del médico para saber lo que ocurría respondió que su marido y ella habían decidido abandonar el medicamento, ya que no les había funcionado en lo más mínimo, sin embargo habían decidido guardar las pastillas porque notaron que cuando su marido las ingería le provocaba fuertes erecciones, y que por lo tanto las estaban conservado para aquellas “noches especiales”. Además la mujer solicitó al médico si le podía proporcionar otra cajita de pastillas, lo que fue compartido y afirmado por el resto de las mujeres asistentes. Es más, muchos pacientes se negaron a abandonar el tratamiento, queriendo continuar el consumo del citrato costara lo que costara^[1].

Aparentemente el medicamento creado era completamente inútil para tratar la hipertensión arterial pero resultaba ser muy efectivo para tratar la disfunción eréctil, por lo que el laboratorio vio una oportunidad de negocio, sin embargo la pastilla debía seguir evaluándose pues toda la fase de prueba se realizó con hombres que no poseían disfunción eréctil alguna, sino más bien potenció el rendimiento de los pacientes. Es así que se da inicio a la segunda fase, donde fue probado en hombres con disfunciones y grande fue la sorpresa cuando se ratificó que el medicamento era altamente efectivo para tratar este tipo de anomalías.

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