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Reseña crítica "PORMENORES TERRESTRES"


Enviado por   •  8 de Febrero de 2016  •  Reseñas  •  2.011 Palabras (9 Páginas)  •  1.759 Visitas

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PORMENORES TERRESTRES

Continuando con la aceptación de su primer libro, El veleidoso clima, René Garduño nos  presenta en su nueva obra Pormenores terrestres, “cosas interesantes y divertidas, fáciles de notar, frecuentemente platicadas, a veces sin explicación, otras explicadas a medias o de plano erróneamente, puesto que en general es mas difícil comprenderlas que detectarlas”, dice el autor al principio de esta obra, la cual pertenece a la editorial Fondo De Cultura Económica, número 183 de la colección la ciencia para todos.

El creador de Pormenores terrestres tiene licenciatura en física y postgrado en geofísica por la facultad de ciencias de la UNAM, donde ha dado cátedra desde 1976. De esta misma universidad, René Garduño es investigador titular y secretario académico del Centro de Ciencias de la Atmósfera.

Gracias a todos estos títulos, certificaciones, diplomas, pero sobre todo experiencia, el profesor de la máxima casa de estudios en México ha presentado trabajos en muchos congresos tanto nacionales, como internacionales, además de publicar artículos en revistas diversas de calidad internacional. Pero no solo es eso, si no que también es editor asociado de la revista especializada Atmósfera.

Esta obra fue publicada en el mes de febrero del 2001 en la capital de la república mexicana, pero no hubiera sido terminada sin la ayuda voluntaria o involuntaria de la gente de la cual hace referencia René Garduño en los agradecimientos que cita al principio de su obra, entre los cuales se encuentran Daniel Flores, Adalberto Tejeda, Consuelo Pérez, Álex Aguilar, entre otros.

¿Qué es una olimpiada?, seguramente la mayoría responderíamos que es un evento deportivo que se lleva a cabo cada cuatro años donde participan muchos países buscando ser el mejor de todos. En fin, tal es la lógica de la palabra que no sabemos que una olimpiada “es el periodo de cuatro años comprendido entre dos celebraciones consecutivas de juegos olímpicos, celebrados en la antigua Grecia”. Esta referencia nos la hace René Garduño, tratando de explicarnos la historia del calendario, la cual abarca el protagonismo de los primeros capítulos del libro.

El autor de esta obra Pormenores terrestres,  hace que nos adentremos un poco en la compleja regularización del calendario, el cual ha pasado por modificaciones debido a nuevas investigaciones, caprichos, revoluciones o creencias, entre las cuales se encuentran el nombramiento de los doce meses del año, de los que podemos hacer que digamos que: “este nombre tiene que ver con algo que conozco”, se encuentran septiembre que suena como a siete, octubre a ocho, noviembre a nueve y diciembre a diez, y los que nos hacen referencia a nombres de personas son julio y agosto, en honor a Julio César y César Augusto respectivamente, grandes precursores de la historia romana.

Un dato también interesante internado en el segundo hijo de René Garduño (Pormenores Terrestres), es el que el calendario en la antigüedad no era totalmente exacto, difería unas horas respecto a la perfección (qué lógicamente nadie sabe cual es). Pero estas horas, al parecer insignificantes por ser relativamente un poco de tiempo, se fueron juntando a los largo de los siglos hasta llegar a los días de diferencia entre una fecha solar (fecha real) y otra establecida en el calendario, por lo cual, el solsticio de primavera llego días antes al 21 de marzo.

Debido a este problema, según René Garduño, el papa Gregorio XIII exhortó a sus hombres más preparados y ricos en conocimientos sobre astrología, matemáticas, etc., entre los cuales se encontraba Christopher Clavius.

Con el nuevo calendario ya hecho, solo era cuestión de tiempo echarlo a andar, y para 1582, con el fin de recuperar los días perdidos debido a que el calendario anterior no era totalmente exacto, el 4 de octubre pasaría a ser 15 de octubre al siguiente día. Otro decreto de esta nueva bula papal fue que: “un año es bisiesto si sus dos últimas cifras se pueden dividir entre cuatro, pero no lo es cuando ambas son cero, a no ser que el número completo sea divisible entre 400”, algo que sigue vigente hoy en día, y que rige a la mayoría de los países en el planeta, nos dice el maestro de la UNAM, por lo que  se llama calendario gregoriano, en honor al papa Gregorio XIII, que es el que nos rige a nosotros.

“¡Los océanos están desnivelados!”, es un mito que el autor de Pormenores terrestres nos hace entender mediante una explicación dentro de lo que cabe lógica, que este mito no pasa de solo ser un cuento totalmente mexicano a una realidad, lo cual es imposible, ya que se cuenta que las personas que regresan de Panamá, llegan con la novedad de que el canal sube del Pacífico al Atlántico, a los barcos que lo intentan cruzar mediante unas esclusas que se llenan de agua y lo van subiendo o bajando, dependiendo de a que océano quiera cruzar el buque.

Pero esto es solo una “mexicanada” nos dice René Garduño al tratar de explicarnos mediante la lógica, de la cual puedo hacer referencia al mencionar que estos es imposible, debido a que suponiendo que los océanos estás más altos uno que el otro, entonces quiere decir que en el estrecho de Magallanes, al sur del continente americano, los dos mares se unirían en forma de pendiente, haciendo imposible la navegación al ir de bajada o subida en los barcos.

 Así de sencillas son las explicaciones que nos hace el maestro de la UNAM lo cual hace que entendamos fácilmente.

Viajar de México a Inglaterra, de Inglaterra a China y de China volver a México, habiendo adelantando el reloj horas y horas y así hasta haberlo adelantado 24 horas y llegar a México digamos un 11 de febrero mientras que en el  calendario que se uso para viajar es 12 de febrero, “no nos hace viajar en el tiempo hacia el pasado” nos trata de decir René Garduño, no exactamente con esas palabras, si no con hechos y evidencias mostradas en el libro de Pormenores terrestres.

Por consiguiente, “el buen uso de los husos”, es un capítulo de esta obra de Garduño que nos conlleva a ser informados sobre como esta conformado por líneas imaginarias nuestro planeta, el cual se separa en dos hemisferios, norte y sur, divididos por el paralelo del Ecuador, el cual es atravesado por los meridianos que van de polo a polo, y que son utilizados para diferenciar las zonas horarias que rigen a los países.

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