Riesgos del uso de la mascarilla N- 95 en el personal asistencial de salud de la Clínica Traumedical
panchocanalTrabajo10 de Diciembre de 2022
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Riesgos del uso de la mascarilla N- 95 en el personal asistencial de salud de la Clínica Traumedical
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Evaluación del riesgo del uso prolongado de la mascarilla n- 95 en el personal asistencial de salud de la Clínica de Ortopedia y Fracturas Traumedical
durante el periodo de marzo a julio de 2020
Ayda Milena Cadena Tengana Winy Jhajari Jurado
Ana Lilibeth Zambrano
Universidad ECCI
Pasto (Nariño)
Mayo de 2021
Evaluación del riesgo del uso prolongado de la mascarilla n- 95 en el personal asistencial de salud de la Clínica de Ortopedia y Fracturas Traumedical
durante el periodo de marzo a julio de 2020
Ayda Milena Cadena Tengana Winy Jhajari Jurado
Ana Lilibeth Zambrano
Seminario de Investigación
Asesor(a)
Carlos Linares Valentín
Universidad ECCI
Pasto (Nariño)
Programa Especialización en Gerencia de Proyectos
Mayo de 2021
Contenido
1. Descripcion del problema 5
1.1. Pregunta de investigación 9
2. Objetivos del estudio 10
2.1. Objetivo general 10
2.2. Objetivos específicos 10
3. Justificación 11
4. Marco de referencia 13
4.1. Estado del arte 13
4.2 Marco teorico 21
4.2.1 Uso de mascarilla N-95 21
4.2.2 Reutilización del uso de mascarilla N-95 23
4..2. 3 Riesgos de uso prologado de la mascarilla N95 23
4..3 Marco Contextual 25
4..3.1 Macrocontexto 25
4.3.2 Microcontexto 26
4.3. Marco legal 28
5. Hipotesis de investigación 34
6. Metodología……………………………………………………………………………..35
6.1 Enfoque………………………………………………………………………………….34
6.2 Método…………………………………………………………………………………..34
6.3 Población y muestra…………………………………………………………………...…34
6.4 Criterios de inclusión y exclusión………………………………………………………36
6.5 Técnicas e instrumentos de recolección de información……………………………… 36
6.6 Fases…………………………………………………………………………………….37
6.7 Consentimiento informado……………………………………………………………...39
6.8 Cronograma……………………………………………………………………….........39
7. Referencias 41
Descripción del Problema
De acuerdo con los datos científicos disponibles, el virus de la COVID-19 se transmite entre personas a través del contacto estrecho y de gotículas respiratorias. Además, podría haber transmisión aérea al efectuar procedimientos o administrar tratamientos que generen aerosoles (por ejemplo, intubación endotraqueal, ventilación no invasiva, traqueotomía, reanimación cardiopulmonar, ventilación manual antes de la intubación o broncoscopia (Tran, Cimon, Severn, Pessoa, & Conly. 2012).
El personal asistencial de salud debe adoptar precauciones adicionales para protegerse y evitar la transmisión durante la atención sanitaria. Todos los profesionales de la salud que atiendan a pacientes con COVID-19 deben aplicar en todo momento las precauciones necesarias para evitar el contagio por contacto o a través de gotículas. Además, se han de aplicar medidas para prevenir la transmisión aérea al practicar procedimientos o administrar tratamientos que generen aerosoles. (OMS. 2020)
Las personas de mayor riesgo de infección son aquellas que han tenido contacto cercano con un paciente con COVID-19 o han cuidado de él.
Las medidas de prevención y atenuación son la clave. Las medidas preventivas más eficaces en la comunidad incluyen:
- lavarse frecuentemente las manos con un gel hidroalcohólico si no hay suciedad visible en las manos o con jabón y agua si las manos están sucias;
- evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca;
- cumplir con las precauciones de la higiene respiratoria al toser o estornudar en la flexión del codo o en un pañuelo y desecharlo inmediatamente;
- ponerse la mascarilla médica si se presentan síntomas respiratorios y realizar higiene de manos tras desecharla;
- mantener distancia (de al menos 1 metro) de las personas con síntomas respiratorios (OMS, 2020).
Según la OMS, se deben usar mascarillas N95 o FP2 al tratar a pacientes con COVID- 19 las que deben cubrir completamente la nariz, barbilla y ajustarse bien a la cara, no usar otra mascarilla en el interior y su uso continuo no debe exceder las 4 horas (Li et al.). Ver la Tabla I para recomendaciones de elementos de protección personal. (Guiñez, M. (2020)
Durante la pandemia, el personal asistencial de salud ha debido extremar sus medidas de prevención contra el contagio por COVID-19, al estar expuestos a este riesgo de forma permanente. Entre las medidas acogidas, además de las que corresponden al manejo y la atención de los pacientes, se encuentran el uso de elementos y dispositivos de protección personal, entre ellos mascarillas, gorros, guantes, gafas y visores.
Por su utilización prolongada, dadas las jornadas a las que se están enfrentando con la intensificación de la emergencia, los profesionales están padeciendo de lesiones en la piel, debido a las recomendaciones de uso de hasta doce horas seguidas según el turno y las características de los elementos, para evitar al máximo la filtración del virus en el organismo a través de cualquier espacio o fisura entre la piel y el objeto.
Esta situación, de todos modos, puede presentarse en cualquier persona, en especial por el uso inadecuado de los dispositivos, pero es más evidente en los profesionales de la salud porque en algunos casos deben usar todos los elementos mencionados al mismo tiempo.
Diana Bohórquez, enfermera especialista en heridas y ostomías de la Clínica Medellín, describió las lesiones más comunes que se pueden generar por esta situación (Clínica Medellín. (2020):
- Daños en la piel o en los tejidos blandos subyacentes, en especial sobre las prominencias óseas (como el tabique nasal), al ajustarse al patrón o la forma del dispositivo que se use.
- Lesiones por presión sobre la piel, al usar durante un tiempo prolongado los elementos con un ajuste muy severo. Esto provoca eritema (enrojecimiento de la piel por el aumento de la sangre), un edema leve (hinchazón) y marcación de los pliegues de contacto del elemento de protección. Las áreas más comprometidas son la frente, el arco cigomático (por las mejillas), la zona retroauricular (las orejas) y el puente nasal.
- Dermatitis por contacto: se evidencia en especial en las manos, por el uso de guantes de látex, que es la causa principal de irritación. También se presenta por la manipulación de detergentes, alcohol, limpiadores enzimáticos y sustancias con un pH alto.
- Xerosis y descamación: la consecuencia de lavar con frecuencia la piel. Su apariencia es craquelada, provocando una sensación áspera y síntomas de prurito o picazón.
- Acné: lo genera la presión permanente sobre la piel y la fricción permanente con los elementos de protección personal.
- Hiperhidrosis: aumento de la temperatura corporal, que incrementa la sudoración, predisponiendo al cuerpo a la humedad y la maceración (extenuación), un factor de riesgo para la colonización de bacterias y hongos.
- Alteraciones en el cabello y las uñas: por utilizar durante mucho tiempo el gorro, aumenta el calor y la humedad focalizados sobre la cabeza, favoreciendo la descamación. Y en las uñas, al lavarse las manos constantemente sus láminas pueden verse frágiles y habrá un desprendimiento de sus capas (conocido como onicosquisis).
Se encontró además en una encuesta realizada en Murcia España que demostró que el uso prolongado de estas mascarillas dentro del personal que labora en hospitales, presento aumento de dolores de cabeza con un 47,5%, problemas de concentración moderados un 54,3%, dificultades respiratorias moderadas 63,5% afectando la disminución en cuanto a la capacidad de trabajo obteniendo un porcentaje del 85,5%. (Banco de Preguntas Preevid, 2020). Con respecto a la mascarilla N-95, se conoce que, al contener formaldehído, el uso prolongado de esta se encuentra asociado a dermatitis de contacto facial; se identifica que poseen tres factores importantes para evitar efectos negativos por mascarilla N95, las cuales son: intensidad de la presión, la duración de la presión y la tolerancia individual. (NPIAO, 2020)
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