Ser Medico Y Ser Humano

La medicina es, sin duda alguna, la profesión que está más en contacto con nuestro ser, y no solamente de nuestro ser del yo, sino de nuestra naturaleza como seres humanos.

Los que eligen ejercer medicina como su profesión, tienen que tomar en cuenta, lo que el ser un ser humano con lleva, ya que aun que hemos vividos tantos años en este mundo; la sociedad, el dinero, las comodidades, el renombre y el orgullo nos alejan de lo que la naturaleza tenia predestinado que fuéramos al momento de haber sido creados.

Uno de los personajes de Sófocles dijo, “Muchos son los misterios pero el mayor enigma es el hombre” y bien lo dijo Sófocles, ya que no es fácil comprender el ser humano.

Asi que ¿Qué es el ser humano?

Todos debemos de hacernos esta pregunta, ya que por nuestra naturaleza social, interactiva y de dependencia a diario estamos en contacto con seres iguales a nosotros, pero es el médico, el que no tiene que apartase de ese concepto en ningún momento de su vida y a diario hacerse esa pregunta ya que la razón de ser de la medicina es el ser humano y el concepto que tengamos de esta, dependerá de nosotros y del mundo que nos rodea. Si el medico no tiene una amplia y profunda concepción del ser humano, ejercerá una medicina deshumanizada; y una medicina deshumanizada, no es posible que sea llamada medicina.

Para un médico que se aleja del concepto que las palabras “ser humano” abarcan los pacientes son enfermos y/o números (no se mezcle); el señor Pedro, de la cama 25, se transforma en la hernia del 25; doña María de la cama 30 es tan sólo el cáncer gástrico de la 30; en nuestro lenguaje diario, decimos: - ¿Qué tenemos en la cama 2? A lo que el residente responde: - Tenemos un cáncer de esófago.

Cambiamos al enfermo por la enfermedad de tal forma que el enfermo pasa a “incomodar” cuando se expone su “humanidad”, sus debilidades, sus complejidades. Usamos el pensamiento Cartesiano, de forma equivocada, “descuartizando” al paciente, que se transforma en un órgano o en un número: - ¿Qué hiciste hoy? - ¡Hice dos hernias y dos vesículas!

¿Estaría eso bien? ¿Estamos siguiendo el mejor camino? ¿Debe el médico apartarse de su paciente con el argumento de que no puede envolverse emocionalmente, para que ello no interfiera en sus decisiones técnicas?

¿Ser “frío” para no errar en el juicio? ¿Es eso?

Decio Iandoli Jr, dijo en su obra –Ser Medico y Ser Humano- estas magnificas palabras, “Ser médico es ser socio. Es estar al lado y no por encima. Es auxiliar con amor y no con prepotencia. Es estar consciente de que la curación es atributo del enfermo y no del terapeuta. Es ser solidario. Pero, por encima de todo, es Ser Humano.” Y es que al momento de nacer, ningún hombre o mujer nace siendo astronauta, ingeniero, chef, economista o médico, todos nacemos de la misma manera, como iguales, porque antes de obtener estos títulos, primeramente somos seres humanos y es por eso que es inconcebible que se utilice la palabra “deshumanizada” como adjetivo que describa a una profesión, una forma de vida tan pura como lo es la medicina.

El concepto de “ser humano” depende de la percepción de nuestro yo y del mundo que nos rodea, siendo esta resultado de la ciencia, la filosofía y la creencia adquirida por nosotros. Podemos ver que la ciencia nos explica el mundo exterior e interior que son percibidos por los sentidos, la filosofía nos muestra las cosas remotas y las creencias adquiridas nos hacen ver y darle el sentido a la vida. Sin todo esto es imposible tener una idea del ser humano como tal.

Volviendo a la pregunta primeramente planteada, ¿Qué es el ser humano? Podemos decir que “la definición del ser humano comprende 3 elementos que son: el yo, el otro y el universo” según lo expresa el libro Ética Médica, pero antes que todo, tenemos que tener en cuenta que el ser humano está integrado por dos cosas importantes que son: la vida y la salud.

Ambos términos se complementan el uno al otro, ya que sin vida es imposible tener salud y no se puede tener salud sin vida.

La vida, por el simple hecho de existir, de tener instintos, y de hacer actos y acciones, pero también hay que tener en cuenta que como personas tenemos inteligencia, conciencia, voluntad etc. que nos caracterizan como seres con dignidad ya que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios.

La salud, es más que nada un concepto psico-biologico observable y medible por la ciencia médica, la exploración clínica y las ayudas diagnosticas; por ellas podemos decir si una persona está enferma o sana según unos parámetros o rangos que la experiencia ha establecido, pero por ser la salud algo que experimenta y percibe el sujeto dentro de sí, no puede expresarse en palabras y conceptos.

Profundizando un poco más acerca de la vida, y específicamente de la vida de uno mismo; o sea, el yo, podemos decir que es la experiencia más profunda y existencial. La realidad de cada sujeto está dada por el “yo”, que es la evidencia de que existo. Por la “conciencia”, que es la certeza sensible de mí mismo y de mis actos. Y por el “entorno”, el mundo que me rodea y en el cual vivo.

Pensar en quién soy, darme cuenta de todo lo que me concierne, y sentir y reconocer que sobre mi persona inciden otros individuos, la sociedad, el tiempo, el espacio y la historia, son los problemas con los que nos enfrentamos. Problemas que no podemos evitar.

Debemos empatizar con los demás de alguna manera y tenemos, como seres humanos, ciertas características que nos diferencia de otros seres de la naturaleza como:

Poder exceder los instintos, ya que somos capaces, como seres humanos de controlarlos teniendo libertad y conciencia, analizando que ciertas decisiones que tomamos puedan afectarnos o beneficiarnos respectivamente, a nuestro yo. De esta capacidad de violar los instintos nace la necesidad de establecer normas de conducta , es decir una ética, que no solo nos enseña a apreciar nuestro yo como seres humanos, si no que más nos enseña a normalizar el instinto, siendo este siempre bueno y buscar el bien de todo lo que nos rodea.

Paul Ricoeur afirma que “el ‘yo’ se pone, o es depuesto”.Luhmann, Habermas y en Odo Marquard,muy claramente lo exponen, que no puedo desconocer las instituciones, los derechos y los principios de la modernidad. Mi conciencia está obligada a conocer y a pensar para decidir y actuar, no solo para un yo, sino para todos.

También, al ser hechos seres humanos, se nos dio la capacidad de tener una conciencia del pasado, ya que formamos recuerdos y tenemos conocimientos adquiridos por otros.

Asi como también es de humanos el inquietarse

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