Starbucks

Un día cualquiera caminaba apresuradamente por las señoriales y angostas calles del centro histórico de Cartagena, iba descifrando a toda prisa una dirección que parecía imaginaria, cuando por casualidad sitúo el lugar, detengo mi paso ásperamente y me tropiezo con un perfecto prototipo de belleza Europea, esta chica que enmascara defectos con su finura al hablar me pregunta en un español suficiente, donde podía encontrar un Starbucks?, en medio de insinuaciones descaradas de un inglés mal hablado, le respondí diciendo: En Cartagena no hay ninguno y en el resto del país, la verdad, creo que tampoco; pero existe un Juan Valdez cerca. Ella de inmediato balanceó su cabeza hacia los lados de una manera tan agitada que de momento lo entendí como una señal de que no le interesaba. Supuse luego que, o no lo conocía o le salía más barato o efectivamente no le interesaba. Aquel día se me hizo aún más complicado entender a las mujeres.

Estamos en el país productor por excelencia de café suave en el mundo, porque preguntar dónde queda Starbucks?

Starbucks es una marca que se dedica a la misma actividad de Juan Valdez, la venta de café elaborado, siendo esta última su principal competidor en el mercado mundial, parecía muy insignificante la pregunta pero, cuál era el problema de nuestro café para aquella chica? Que le impedía la idea de disfrutar un exquisito café de alta montaña Colombiana en una tienda 100% Colombiana, Tal vez se sentía mucho más identificada con Starbucks por el cumulo de buenas experiencias, todas integrales que el uso habitual había generado en ella o más que eso, podría ser por tradición o cultura ya que este suele ser un patrón muy fuerte a la hora de decidirse por una marca, podría también ser una distinción particular de su producto que le genera un toque de exclusividad en el mercado en cuanto al sabor, a la textura y al aroma del café que venden. Lo cierto es que todas estas son suposiciones subjetivas que a la hora de la verdad pierden valor en el caso.

Riardo BARRIOS MoNTES

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