Tabaquismo en la tercera edad.Propuesta de tratamiento
aprodriguez2015Documentos de Investigación2 de Agosto de 2015
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ÍNDICE Pág. -Índice………………………………………………………………………….….1
-Introducción…………………………………………………..………………...2
-Capítulo I .Fundamento teórico y metodológico acerca de los factores que influyen en la salud relacionadas con el consumo de tabaco y estilo de vida en el adulto……………………………………………………………..17
-1.1. Antecedentes teóricos relacionados con el consumo de tabaco…17
-1.2 Consecuencias de la adicción al tabaquismo…………..………......19
-1.3Problemas de salud asociado al tabaquismo………………….……...22
-1.4 Causas de una reincidencia a la adicción al tabaquismo y las afecciones que provoca…………………………….……………………….. .27
-1.5 Fundamentación teórica de la vía de solución…………….…39 Capítulo II. Análisis y discusión de los resultados……………………...40
-2.1 Diagnóstico inicial. ……………………………………………………… .40
Capítulo III. Estrategia educativa dirigida a la modificación de estilos de vida en los adultos mayores con adicción al tabaco. …………………...46
-3.1. Estrategia educativa dirigida a la modificación de estilos de vida en los adultos mayores con adicción al tabaco y fundamentación…..46
-3.2 Validación de la estrategia educativa para la modificación de los estilos de vida de los pacientes mayores de 60 años que fuman, del CMF no. 4 del área Policlínico Olivos. …………………………….………..58
Conclusiones………………………………………………..……….……….….60Recomendaciones………………………………………………………………61Referencias Bibliográficas…………………………………………………… 62
Anexos……………………………………………………………………….…....68
INTRODUCCIÓN
Fumar es inhalar y exhalar los humos producidos al quemar tabaco. Las hojas secas de esta planta se fuman en pipa o en puro, pero la forma más extendida es el cigarro o cigarrillo. El abuso excesivo de esta acción conduce al tabaquismo. Hasta la década de 1940 el fumar se consideraba algo inofensivo, pero las investigaciones clínicas y de laboratorio han demostrado desde entonces que el consumo de tabaco representa un riesgo para la salud. El humo del tabaco contiene más de 4.000 sustancias, algunas de las cuales son tóxicas y al menos 60 se sabe o se sospecha que son carcinógenas. La nicotina, el principio activo del tabaco, es tóxica y altamente adictiva. En los países industrializados, el tabaquismo se ha convertido en la primera causa de mortalidad evitable. (1)
El Tabaquismo constituye un flagelo que alcanza en mayor o menor grado a todas las sociedades del mundo.
Los primeros europeos que llegaron al continente americano observaron que los indígenas fumaban en pipa las hojas del tabaco, e introdujeron esta práctica en Europa a mediados del siglo XVI.
Hace unos 2.000 años, los nativos americanos usaban el tabaco como medicina, como alucinógeno en las ceremonias religiosas y como ofrenda a los espíritus que adoraban. Cuando Cristóbal Colón llegó al continente americano en 1492, observó que los indígenas del Caribe fumaban hojas de tabaco enrolladas o valiéndose de una caña o tubo llamado tobago, de donde deriva el nombre común de la planta. La tripulación de Colón introdujo el cultivo y el consumo de tabaco en España. A mediados del siglo XVI, el diplomático Jean Nicot, al que la planta debe el nombre genérico (nicotina), introdujo el tabaco en Francia. En 1585 lo llevó a Inglaterra el navegante sir Francis Drake; el explorador inglés Walter Raleigh inició en la corte isabelina la costumbre de fumar el tabaco en pipa. El nuevo producto se difundió, rápidamente, por Europa y Rusia, y en el siglo XVII llegó a China, Japón y a la costa occidental de África. (2) (3)
España monopolizó el comercio del tabaco, para lo cual estableció en 1634 el estanco de este producto para Castilla y León, régimen que en 1707 se amplió a todos los territorios de la corona, acompañado de la prohibición de cultivar la planta en la península para facilitar el control aduanero. La extensión del estanco a Cuba, donde tenía lugar gran parte de la producción, provocó numerosas revueltas y, en 1735, España cedió la explotación a la Compañía de La Habana.
La América colonial anglófona se convirtió en el primer productor mundial de tabaco; el cultivo se inició en el asentamiento de Jamestown, donde ya en 1615 la planta crecía en jardines, campos y hasta en las calles; en poco tiempo se convirtió en el producto agrícola básico y en el principal medio de cambio de la colonia. En 1776, el cultivo se extendió hacia Carolina del Norte y llegó por el oeste hasta Missouri. Hacia 1864, un agricultor de Ohio obtuvo por casualidad una cepa deficiente en clorofila que recibió el nombre de burley blanco y acabó por convertirse en el ingrediente principal de las mezclas de picadura americana, sobre todo a partir de la invención, en 1881, de la máquina de elaborar cigarrillos. (4)
Casi todo el tabaco se consumía en pipas, puros o como rapé, un polvo que se aspira por la nariz. Este modelo cambió a comienzos del siglo XX, cuando cada fumador venía consumiendo más de 1.000 cigarrillos al año. La actitud general de la sociedad era que el tabaco aliviaba tensiones y no tenía efectos nocivos. Durante la II Guerra Mundial los médicos recomendaban enviar cigarrillos a los soldados, por lo que se incluyeron en los lotes de raciones.
Sin embargo, los epidemiólogos no tardaron en observar que el cáncer de pulmón, poco frecuente antes del siglo XX, había aumentado de forma considerable desde comienzos de la década de 1930. Algunas organizaciones iniciaron estudios comparando las muertes de fumadores con las de no fumadores durante un periodo de varios años. Todos estos tratados encontraron que la mortalidad, tanto por cáncer como por otras causas, era mayor entre los fumadores. Por otro lado, las pruebas experimentales con animales demostraron que muchas de las sustancias químicas contenidas en el humo de los cigarrillos son carcinógenas. (5) (6)
En mayo de 2003, la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó el primer tratado mundial contra el tabaco, que tiene como objetivo reducir la mortalidad y las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco en todo el mundo.
El consumo de tabaco se ha relacionado con más de 25 enfermedades y es responsable del 90% de las muertes que se producen en todo el mundo por cáncer de pulmón. Además, los fumadores tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de la cavidad oral (labios, boca, lengua y garganta), de laringe, de esófago, de vejiga, de riñones y de páncreas.
El tabaquismo es responsable del 75% de los casos de bronquitis crónica y enfisema, y del 25% de los casos de isquemia coronaria. El enfisema, que disminuye y obstruye el calibre de los bronquios, es la enfermedad pulmonar crónica más frecuente. Sus víctimas son casi, exclusivamente, fumadores; rara vez aparece en los no fumadores. Aunque, no todos los fumadores desarrollan esta enfermedad
El consumo de tabaco también incrementa, en un 50%, el riesgo de sufrir un accidente cerebro vascular o apoplejía. Otras investigaciones han asociado el hábito de fumar durante el embarazo con un mayor riesgo de aborto espontáneo, partos prematuros o bajo peso en los recién nacidos debido, probablemente, a la menor afluencia de sangre a la placenta.
El consumo de tabaco es responsable del 90% de los cánceres de pulmón. El humo inhalado, proveniente de puros, pipas y cigarrillos, entra en contacto con los tejidos de la boca, la garganta, la laringe y las cuerdas vocales. Numerosos estudios han estimado que los fumadores son, entre cuatro o cinco veces, más susceptibles de desarrollar cáncer oral y laríngeo que los no fumadores. Otros estudios han relacionado el hábito de fumar con la aparición de cáncer en órganos más alejados, que no están, directamente, expuestos al humo, como la vejiga, el páncreas, los riñones, el estómago, el hígado y el útero. El humo del tabaco también repercute en la salud de los no fumadores o ‘fumadores pasivos’ que tienen un riesgo mayor de padecer cáncer de pulmón que las personas que no respiran el humo de los fumadores. (7) (8) (9)
Se han realizado numerosos estudios destinados a conocer cómo el humo del tabaco afecta a la salud humana. Resultados recientes permiten explicar por qué los cigarrillos causan adición. Un componente del tabaco actúa destruyendo una importante enzima cerebral, la monoaminooxidasa B (MAO-B). Esta enzima resulta esencial para eliminar las cantidades excesivas de dopamina, un neurotransmisor que produce una sensación de placer. Los fumadores tienen niveles bajos de la enzima MAO-B y niveles, más altos de lo normal, de dopamina, lo que parece estimular al fumador a buscar esa sensación agradable que provoca el humo del tabaco.
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