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Temperamento


Enviado por   •  29 de Septiembre de 2014  •  8.244 Palabras (33 Páginas)  •  242 Visitas

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INTRODUCCIÓN

Es muy probable que la mayoría de las personas, en algún momento de su vida, se hayan preguntado porqué en determinadas circunstancias actuaron como lo hicieron, cuando otras personas, en circunstancias similares, lo hicieron de manera distinta. Quizás cuestionen o admiren la conducta desenvuelta o las actitudes de sus padres, hermanos, profesores, amigos o personalidades célebres de la historia o de la pantalla de cine y televisión. Reconocen en los demás actitudes naturales que ellos quisieran alcanzar pero que, por más que se esfuerzan no lo pueden lograr, o por lo menos no al mismo nivel. Así mismo, ven como ciertas cosas, para ellos fáciles de hacer, se les dificulta a otros de una manera inusitada. En ocasiones las personas quisieran ser distintas a como son, sienten que el trabajo que desempeñan no los motiva o que las actividades que para los demás son fabulosas, para ellos son aburridas o sin sentido. ¿A qué se debe esto?. ¿Pueden estas situaciones ser cambiadas?.

Desde los inicios de la humanidad estas cuestiones han tratado de ser explicadas y estudiadas. Para muchos la influencia de los astros en la forma de ser de las personas ha sido, y es, un factor decisivo en el comportamiento de los seres humanos. Otros, a través de han buscado explicaciones con mayores fundamentos lógicos y precisos. Tales son los casos de Hipócrates y Kretschmer.

Hoy por hoy, aún cuando se crea que el problema ya ha sido ampliamente estudiado y resuelto, existen muchos puntos de vista no muy claros e incluso antagónicos al respecto. Para algunos sectores de la psicología, los factores externos que afectan al individuo durante su formación son decisivos. Para otros, en cambio, la carga genética de la persona es la que marca en definitiva la conducta del individuo durante su vida.

En este trabajo se pretende mostrar en forma condensada una de las teorías que trata de explicar muchas de las tendencias humanas y de clasificar a los individuos por medio de sus características conductivas predominantes. Tal es el caso de la "Teoría de los cuatro temperamentos básicos", promulgada y publicada por el Doctor Tim Lahaye desde la década de los sesenta del recién pasado siglo.

CAPÍTULO I

ALGUNOS CONCEPTOS Y REFERENCIAS HISTÓRICAS SOBRE LA TEORÍA DE LOS TEMPERAMENTOS

REFERENCIAS HISTÓRICAS

Desde los Pitagóricos el número cuatro gozaba de gran prestigio místico. Empédocles, Aristóteles y otros filósofos enseñaron que los elementos de la tierra eran cuatro. En seguimiento de esta doctrina descubrieron los médicos hipocráticos (500 a 400 años antes de Cristo) cuatro líquidos orgánicos fundamentales a los cuales atribuían la génesis y el mantenimiento de la vida: sangre, bilis, flema o linfa, bilis negra o atrabilis. Estaban convencidos de que la vida bullía en estos líquidos o humores del cuerpo y sobre la base de esos humores los hombres podían ser distribuidos en cuatro grupos o tipos, según que en ellos predominara uno u otro de esos líquidos. Estos tipos eran:

Sanguíneo: Corresponde al predominio de la sangre: físicamente son individuos de estatura inferior a la media, buena musculatura, figura proporcionada. En sus manifestaciones de carácter presenta tendencia a la irreflexión, es sociable, poco tenaz y persistente.

Melancólico: Predomina en él lo que Hipócrates llamaba la "bilis negra", se conoce también como tipo nervioso. Físicamente es delgado, de estatura normal o superior a la media, con tendencia a la palidez.

Colérico: Predomina en su organismo la "bilis amarilla". De estatura normal o superior a la media; la piel presenta un tono amarillento.

Flemático: Físicamente tienen tendencia a la obesidad, aunque pueden existir tipos delgados. En él predomina la flema.

Esta teoría sobre los temperamentos fue aceptada prácticamente sin discusión ni modificación durante siglos. No es sino hasta finales del siglo IXX y principios del XX cuando aparecen nuevas clasificaciones en las cuales se relacionaba básicamente la constitución física del individuo con su temperamento. Una de ellas viene de la Escuela constitucionalista Italiana donde el psiquiatra De Giovanni estableció los conceptos de normotipo y ectipo. El normotipo determina ciertas proporciones que el organismo debe presentar para corresponder a un tipo definido; el ectipo se observa cuando el sujeto presenta dimensiones corporales en mayor o menor proporción que las fijadas para un tipo somático. El normotipo debía presentar ciertas proporciones somáticas, como la longitud abarcada por los brazos abiertos debe ser igual a la estatura y circunferencia torácica igual a la mitad de la estatura, además de otras medidas complejas.

En forma simultánea a las aportaciones de la escuela italiana, en Alemania Kretshmer desarrollaba una clasificación de tipos somáticos con la que intentó relacionar una estructura corporal determinada y las tendencias psicológicas correspondientes. Los tipos de propuestos por Kretshmer son el pícnico, el atlético y el leptosomático.

Cuando Kretshmer establece a clasificación de tipos psíquicos se basa en algunos rasgos de enfermedades mentales. En el desarrollo embrionario, el sistema digestivo se origina del endodermo; el sistema nervioso y los órganos sensoriales del ectodermo y el sistema muscular y óseo del mesodermo. Basándose en esos principios, Sheldon y su colaborador Stevens, establecen la siguiente clasificación:

• El endomorfo

• El ectomorfo

• El mesomorfo

A partir de entonces, la doctrina hipocrática de los cuatro temperamentos quedó al margen de la psicología científica siendo sustituida por las de Kretschmer y Sheldom que son verdaderas teorías del temperamento. Los términos de la vieja doctrina quedan relegados allenguaje coloquial. Para la gran mayoría de los especialistas de la psicología ya no tienen cabida.

Sin embargo, y a partir de 1966 un psicólogo cristiano de nombre Tim La Haye retoma la teoría hipocrática de los cuatro temperamentos básicos, ya no bajo una óptica "humoral", sino bajo una óptica genética o hereditaria, y le adiciona a la vieja teoría la premisa de que en una persona pueden estar contenidos por lo menos dos temperamentos simultáneamente y, en la mayoría de los casos, uno de esos temperamentos será el preponderante.

Si bien esta teoría tiene muchos retractores que la acusan de ocultista, retrógrada y falta de bases científicas, también es cierto que tiene un sin número de seguidores

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