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TEMPERAMENTOS

caterineld19 de Agosto de 2014

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El temperamento colérico

Caracterización general

El colérico reacciona de inmediato y con vehemencia ante las influencias que recibe. La impresión queda en él por mucho tiempo. El colérico siente y se entusiasma por lo grande, no busca lo común y ordinario, sino lo grandioso y sobresaliente. Tiende a lo alto, ambicionando un puesto destacado, montar una gran industria, cumplir una gran misión, llegar a la cumbre de la perfección, etc. Es un hombre de grandes ideales y de acción, que realiza aquello que se propone. Gusta de lo que encierra heroísmo.

Defectos

Orgullo: El colérico es pagado de sí mismo, tiende a despreciar a los demás por incapaces, rechazando la ayuda de otros y haciendo él mismo lo que podrían o deberían hacer los demás. Es difícil trabajar con él en equipo, puede ser mandón. No pocas veces se deja dominar por la ambición: en todo quiere ser el primero y ser reconocido como tal.

Dureza: Puede ser violento, pasa por encima de los otros de modo que estos no se sienten tomados en cuenta o se consideran “utilizados”. Fácilmente se deja llevar por la ira y profiere palabras duras que hieren. Llevado por su idea o la tarea que tiene entre manos no considera la realidad de las otras personas ni las circunstancias. Impersonalismo: Todo esto hace que el colérico aparezca como alguien impersonal, más aún, si se considera que no tiene muy desarrollada su afectividad. No repara en detalles de delicadeza y atención. Más bien es exigente y atropella con facilidad.

Testarudez: Puede ser terco y obstinado, no sufre que se le contradiga, pues “quiere salirse con la suya”, no cede y puede cegarse ante la realidad. Si se da cuenta que ha fallado le cuesta reconocerlo y tenderá a justificarse. Cree tener siempre la razón.

Susceptibilidad: El colérico es muy sensible ante todo aquello que lo desacredite o que disminuya su valor ante la vista de los demás, le teme a todo tipo de humillación. De ahí que fácilmente oculte inauténticamente lo menos bueno que hay en él, disimule y hasta llegue a la mentira y a la hipocresía. Si alguien lo pone al descubierto, se defiende, ataca con ironía y sarcasmo, guarda rencor, no lo olvida y se venga.

Cualidades positivas

Entendimiento: La mayoría de las veces, aunque no siempre, el colérico posee un entendimiento agudo, gusta de la claridad de ideas tendiendo a la objetividad. Esto le facilita el ser calculador, le gusta planificar tomando en cuenta todos los detalles. Su entendimiento agudo le lleva, además, a ser hombre de principios claros.

Voluntad: Es una persona combativa, fuerte, enérgica. Nació para ser luchador, le gusta probar su voluntad enfrentando las dificultades y superando los obstáculos; es seguro de sí mismo y ama el riesgo. Su voluntad lo lleva a perseguir las grandes metas que se ha propuesto, con perseverancia; sabe decidir y decidirse.

Afecto: No es una persona que se caracterice por una emotividad sentimental, pero puede albergar en su corazón un gran afecto, aunque le cueste demostrarlo, pues piensa que ello es signo de debilidad. Es extraordinariamente apasionado y desprecia las cosas bajas.

Ante los demás: Le gusta mandar y ponerse a la cabeza de las empresas. Toma iniciativas, es activo y trabajador, desconoce el “respeto humano”. No tiene temor de presentarse en ambientes desconocidos. Es abierto y franco.

El temperamento sanguíneo

Caracterización general

El sanguíneo reacciona rápida y vehementemente ante las influencias e impresiones que recibe, pero la impresión queda por poco tiempo en su alma. Se le ha llamado al sanguíneo la “alegría de la casa”debido a que es un temperamento afable, optimista y liviano. El sanguíneo se caracteriza por no complicarse con las cosas ni apesadumbrarse por las dificultades. Es una persona de trato fácil y por ello contribuye mucho a la vida comunitaria. Es, sin embargo, inconstante y tiende a la superficialidad.

Defectos

Superficialidad: Uno de los mayores problemas del sanguíneo es la superficialidad. Suele ser superficial en su manera de pensar y de juzgar las cosas. Le cuesta mucho concentrarse para estudiar seriamente o en su trabajo. Esta superficialidad se manifiesta también en la dispersión, es “picaflor”, emprende una y mil cosas, sin terminar ninguna bien. Se distrae fácilmente de lo que está pensando o haciendo. También sus relaciones personales suelen ser poco profundas: es “muy amigo” de todos, pero no siempre cultiva sus amistades con hondura.

Inconstancia: Este defecto está muy unido al anterior. Por sus superficialidad y extroversión el sanguíneo peca de inconstante. Depende mucho de los estados de ánimo y del ambiente. Esto hace que cambie sus opiniones con demasiada facilidad, que deje sus trabajos porque “encontró algo más interesante”. Es versátil, emite juicios apresurados y emprende acciones que no ha pensado mucho; esto hace que luego cambie también sin mayores problemas. La inconstancia se debe también a su tendencia a evitar el trabajo muy duro o cuando éste ha perdido el atractivo del inicio.

Exagerada extroversión: Al sanguíneo le cuesta el cultivo de la profundidad interior, todo lo tiene que ver y oír, de todo tiene que hablar, está pendiente de las cosas exteriores, de la ropa, de lo que agrada a los sentidos, es galantero y a veces dado a los “amoríos”. Esta extroversión hace también que no pueda guardar los secretos con facilidad y esté a la caza de noticias; es curioso y sensual.

Vanidad: El sanguíneo no conoce el orgullo del colérico, pero sí la vanidad que le hace experimentar una alegría casi infantil de sí mismo, de sus trabajos, de su apariencia; se mira de buena gana en el espejo o en el vidrio de puertas y ventanas; al ser alabado se

siente feliz. Puede ser un tanto fanfarrón y snob.

Cualidades positivas

Intelecto: El sanguíneo, por lo general, posee un intelecto vivo, es ocurrente e ingenioso. Cuando lee o escucha algo lo capta fácilmente, aunque no siempre en profundidad y muchas veces, incluso, cree que ha captado, pero no ha entendido el asunto a fondo. Le ayuda en esto su gran imaginación. El intelecto vivo, la imaginación fecunda y la capacidad de captar las situaciones hacen que el sanguíneo posea la cualidad de improvisar fácilmente y, con ello, salir del paso. En ciertos casos pareciera que el sanguíneo piensa “a saltos”, debido a que su vivacidad e imaginación le lleva a adelantarse a un raciocinio lento y progresivo.

Voluntad: Es propio del sanguíneo tener una disposición positiva, una actitud de disponibilidad para emprender cosas. Es el hombre de la “buena voluntad”, abierto a lo que se le pide. Es también, en el mismo sentido, adaptable, se adecua a las circunstancias y sabe darse cuenta qué es lo que más conviene en el momento. Esta disposición abierta de su voluntad se ve reafirmada por el hecho de confiar siempre en el éxito, difícilmente piensa que algo no le va a resultar y si algo fracasa no se aflige por demasiado tiempo.

Afecto: El sanguíneo posee un estado de alma alegre y optimista. Es el hombre que no se complica innecesariamente. Goza con la vida, con las cosas pequeñas. No es la persona ensimismada y meditativa; él tiene su “filosofía”, es extrovertido y se ríe un poco de todo, muchas veces incluso de las cosas más serias. Por esta extroversión dice también todo lo que piensa o siente, sin reparar en ciertas ocasiones en la oportunidad; pero es sincero y sin mayores dobleces en su interior.

Ante los demás: Bien pronto se hace conocido en todas partes, es confiado y locuaz y se comunica fácilmente con personas conocidas y desconocidas. Es afable y alegre en sus palabras, sabe entretener y contar interesantes narraciones poniéndoles mucho “color”. Se hace querido por los demás ya que es atento y generoso, presta ayuda de un modo alegre y sereno. Tiene también sensibilidad para las desgracias de los otros, es sumamente compasivo. Sabe corregir sin que las personas se sientan heridas. Si se lo ofende o se enoja “explota” y se desahoga con facilidad, luego olvida todo y no guarda rencor. No le cuesta mucho “sintonizar” con el medio y ser sociable. Ante los superiores es sumiso y abierto.

El temperamento melancólico

Características generales

El melancólico se caracteriza por reaccionar lentamente ante los estímulos exteriores, pero su reacción es profunda y duradera. El melancólico es el hombre de la interioridad, del pensar profundo y de la honda afectividad. Se caracteriza por cierta “melancolía” o tristeza; es más bien lento y reflexivo; no es fácil empujarlo a acciones rápidas. Se desanima rápidamente y cae con frecuencia en el pesimismo.

Defectos

Ensimismamiento: El melancólico cae fácilmente en la excesiva

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