Teorias Del Conocimiento
vanne59 de Junio de 2014
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Teorías del conocimiento
Objetivismo
El objetivismo es un sistema filosófico desarrollado por la escritora y filósofa ruso-estadounidense Ayn Rand. Presenta posiciones propias en metafísica, epistemología, ética, política y estética.
El objetivismo sostiene que existe una realidad independiente de la mente del ser humano, que éste está en contacto con dicha realidad a través de la percepción de los sentidos y que adquiere conocimiento procesando los datos de dicha percepción por medio de la razón (o la «identificación no-contradictoria»). El objetivismo sostiene que a la realidad (naturaleza de las cosas) solo se le domina obedeciéndola, que el propósito moral de la vida es la búsqueda de la propia felicidad o el «interés propio racional», que el único sistema social acorde con este fin es el capitalismo puro (llamado también capitalismo laissez-faire) y que el rol del arte en la vida humana es la transformación de las ideas metafísicas en una forma física (obra de arte) que se pueda comprender y a la que se pueda responder emocionalmente.
Rand presenta su filosofía como una «para vivir en la Tierra», enraizada en la realidad y orientada al alcance del conocimiento del mundo natural, para lo cual se rechaza la religión y se busca una interacción armoniosa y mutuamente beneficiosa entre los seres humanos. Aunque poco conocido, el objetivismo es una influencia filosófica importante en el pensamiento moderno, a la vez que controvertido.
El objetivismo carece en filosofía de un único sentido, es más, en las diferentes disciplinas filosóficas no hay un único significado para objetivismo sino que tiene diversas denotaciones o enunciados.
Lo más genérico y lo más sencillo que podemos utilizar para definir el objetivismo es decir que éste trata de lo que existe externamente al sujeto. Y cuya existencia no depende de la visión u observación por parte del sujeto.
En metafísica se usa como sinónimo de “realismo”. Pero también del llamado “idealismo objetivo”, que identifica la naturaleza real y exterior de algo con el pensamiento o la actividad de un espíritu universal que no depende del espíritu subjetivo. Éste último solo puede descubrir conceptos universales pero no generarlos. Esos universales o ideas son existentes por sí mismos. En ese idealismo entrarían los universales de Platón y posiciones similares del pensamiento de Leibniz, Hegel y otros autores.
En epistemología, objetivismo es toda doctrina que dice que lo aprehendido es independiente del sujeto aprehensor. Es decir, que lo observado existe al margen del observador.
Sin embargo, en la epistemología, el término objetivismo también se aplica específicamente al neorrealismo americano, que considera al mundo como representación neutra de las cosas.
Las “apariencias” son las cosas en sí mismas con independencia de que se aparezcan o no a alguien. El mundo, aunque sea una “representación” o “apariencia”, lo es neutra y no depende del sujeto que la observe, como sí sucede en el idealismo subjetivo, en el cual lo “representado” no existe por sí mismo ni como representación sino que necesita a un sujeto, un observador, que lo observe para darle existencia.
El objetivismo en las disciplinas normativas
Hasta ahora hemos contemplado el objetivismo en la metafísica y en la epistemología. Si lo hacemos en las disciplinas filosóficas normativas, como la ética, la estética o la lógica formal en sus aspectos normativos, podemos ver que el objetivismo es la doctrina en la que se dice que las normas por las que se rige la mente humana tienen validez universal y, además, se imponen a todos con validez necesaria.
Esta noción significa que toda mente funciona a partir de los mismos patrones, por eso estos son universales y aplicables al funcionamiento de toda mente.
Pero, además, no puede haber excepciones a esta norma. Es decir, absolutamente toda mente funciona objetivamente de la misma manera.
Esa categoría absoluta es la que impone la validez necesaria. Es por ser un funcionamiento universal por lo que es absoluto y, en consecuencia, necesariamente valido al funcionamiento de toda mente. Es decir: se trata de un funcionamiento objetivo.
El objetivismo es una tesis filosófica relativa a la verdad, y, por lo tanto, al modo de conocer el mundo. Considera que la verdad es independiente de las personas que la piensan, que el hecho de que una proposición, teoría o creencia relativa al mundo sea verdadera no depende ni de los motivos psicológicos que pueda tener la persona o el grupo que la proponga, ni de los mecanismos o procesos que puedan estar presentes en nuestro cuerpo o nuestra mente cuando la alcanzamos, ni de los factores culturales, sociales o históricos que hayan podido influir para que alguien pueda pensar dicha proposición, teoría o creencia. El objetivismo considera que la verdad es una y la misma para todos. Esto no quiere decir que quienes defiendan este punto de vista tengan que considerar que ya de hecho hemos alcanzado dicha verdad. Se puede defender el objetivismo y a continuación mantener que el hombre aún no ha alcanzado el conocimiento. El objetivismo o absolutismo epistemológico es la tesis opuesta al relativismo. En la filosofía griega el representante más importante de esta teoría es Platón.
La esencia del objetivismo
Epistemología: razón. No puedes comerte tu pastel y conservarlo.
Ética: interés propio.
Política: capitalismo.
Principales representantes
Platon
Husserl
Subjetivismo
El subjetivismo es la postura filosófica que toma como factor primario para toda verdad y moralidad a la individualidad psíquica y material del sujeto particular, siempre variable e imposible de trascender hacia una verdad absoluta y universal.
El subjetivismo limita la validez de la verdad al sujeto que conoce y juzga principalmente según su entendimiento y en consideración a su realidad específica (entorno e interacción social) entendida no como un hecho "externo" sino como parte constitutiva del sujeto, es decir, afirma que el conocimiento solo es posible de manera limitada.
No debe confundirse el subjetivismo con el relativismo. El relativismo, que se asemeja mucho al escepticismo filosófico, tampoco admite ninguna verdad absoluta que tenga validez universal, pero mientras el subjetivismo hace depender el conocimiento humano de factores que residen en el sujeto cognoscente, el relativismo subraya la dependencia casi exclusiva de factores externos. Como tales considera la influencia del medio, del espíritu, del tiempo, de la pertenencia a un determinado círculo cultural o clase social, y los factores determinantes contenidos en ellos.
Una variante del subjetivismo es el subjetivismo ético, el cual afirma que lo bueno o lo malo en la moral depende de las actitudes morales individuales. Por lo tanto cuando alguien siente que "P" es bueno de manera sincera entonces "P" es bueno por lo tanto, de acuerdo con los subjetivistas, no puede estar equivocado moralmente.
El subjetivismo es toda aquella tendencia que en filosofía valore al sujeto observador como lo fundamental en cualquier proceso de pensamiento y haga depender de él, en mayor o menor medida, la ontología -el ser- de las cosas.
Dentro de una definición por opuestos puede decirse también que el subjetivismo es lo contrario del objetivismo, si el objetivismoentiende que las cosas son externamente validas o reales por sí mismas con independencia del observador o su experiencia el subjetivismo niega esto.
Formas de subjetivismo
Un subjetivismo “débil” -en el sentido de no radical- puede entender que existan las cosas externamente al sujeto pero, en cualquier caso, hasta que no son percibidas por experimentadas por éste no pueden ser conocidas o existentes en la práctica.
Un subjetivismo “fuerte” -radical- dirá que las cosas carecen de realidad externa al sujeto, que incluso existen externamente no existen hasta que no solo son observadas sino categorizadas, definidas y nombradas por el sujeto -eso haría depender también la existencia de algo del lenguaje-, por lo cual, tengan ontología propia o no para el observador no tendrá ontología hasta el momento en que éste se la dé -en la práctica es el sujeto quién le da validez y existencia a esa ontología, que será la que él define-.
La forma más extrema de subjetivismo es el solipsismo, el cual postulará directamente que nada existe hasta que es conocido y experimentado por el sujeto, y que es éste quién al hacer eso crea las cosas en sí -o, cuando menos, que confirma su existencia, dicho de otra manera, nada existe hasta que es comprobado por el sujeto que existe-. Con lo cual el solipsismo viene a decir que lo único que existe realmente es el propio yo -del sujeto-, obviamente, desde este punto de vista cada “yo” -cada sujeto- solo tendrá constancia de la real existencia de sí mismo, ni siquiera será válida teóricamente la existencia de otras personas por sí mismas.
En cierta medida se entiende que, nuevamente, en la práctica cobran realidad solo por la experiencia personal e intransferible del sujeto. Esto tendría conexión con la idea de “qualia” -que son cada una de las vivencias del sujeto, solo que el concepto de qualia no entra a valorar el otorgamiento o no de ontologías a través de eso, solo entra a valorar la singularidad intrínseca de la experiencia de cada individuo-.
A partir de lo anterior se entiende que el subjetivismo
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