Vida saludable en etapa prenatal

Introducción

Para comprender lo que es tener una llamada “vida saludable” hay que entender que es aquella persona que logra mantener en balance entre su dieta alimenticia, la actividad física e intelectual, descanso, higiene, bienestar espiritual y recreación. A su vez, se debe de evitar cualquier tipo de acto negativo y toxico para la salud.

Una vida saludable puede brindar variados beneficios en cuanto a calidad de vida se habla. El hábito se define como “práctica habitual de una persona, animal o colectividad”. El ser humano es capaz de acostumbrarse a una acción fácil e inconscientemente. Cuando se siente cómodo con una acción que ejerce diariamente no verá la opción de salir de ese confortable lugar. Es por esta razón que cuesta tanto incorporar nuevos comportamientos y hábitos que pueden mejorar enormemente el bienestar de las personas.  

La vida saludable puede existir gracias al equilibrio entre una buena alimentación y actividad física. Especialmente, en la etapa prenatal, la mujer embarazada aumenta su nivel anabólico, determinado así una necesidad nutricional distinta a la que solía llevar.

Esto es un tema muy importante a la hora de hablar de la vida saludable en la etapa prenatal. Se requiere de un incremento de hasta un 50% de variados nutrientes y elementos para evitar futuras falencias en la madre y el feto.

La alimentación, el descanso, la actividad física y la salud emocional son puntos claves para llevar una calidad de vida favorable para la salud de la madre y el feto. Estos temas se desglosarán en detalle posteriormente en conjunto con la temática de la Terapeuta Ocupacional y sus beneficios.

Vida saludable en la etapa prenatal

Los diferentes estilos de vida saludable permiten a las mujeres embarazadas evitar futuros problemas de salud para ellas mismas y sus bebes que vienen en camino. Es por esta razón tan fundamental del porqué de la puesta en acción y el cambio de ciertos hábitos que puedan ser nocivos para los dos e incorporar estilos de vida que favorezcan a su bienestar. La vida saludable y los autocuidados son relevantes de poner en marcha en la etapa prenatal y de modificar alguno de los comportamientos anteriores para evitar que se generen riesgos, dolencias, afecciones, enfermedades, condiciones de salud, etc.

Algunos hábitos que se pueden incorporar en la etapa prenatal son los siguientes:

Medidas higiénicas:

Algunas mujeres pueden secretar un líquido desde las mamas, esto es normal ya que es el llamado calostro (la primera leche), no se debe de extraer ya que pueden causar contracciones tempranas.

Pueden preparar los músculos del periné para el parto, masajeando la zona con aceite diariamente. En cuclillas y con las piernas separadas, se ejerce una leve presión sin mover los dedos del lugar y de forma circular. Luego, se debería de realizar un baño de asiento con agua tibia, para mejorar la elasticidad.

Medidas nutricionales:

Las necesidades alimentarias van aumentando mientras crece el feto. Además, éste, requiere incrementar el consumo de calorías, entre 200 a 300 kilocalorias en el tercer trimestre, para asegurar la formación del feto en sí.

La alimentación será equilibrada, según los profesionales, indican que entre el 10% y 15% de las calorías deben de provenir de las proteínas, del 30% de las grasas, y del 60% de los hidratos de carbono. El yodo es de gran importancia ya que su deficiencia puede provocar alteraciones neurológicas en el feto. El calcio es necesario para la formación sólida del esqueleto. El ácido fólico se debe de complementar para evitar malformaciones en el feto.

Descanso:

Se debe de descansar lo suficiente para no hacerle daño ni al feto ni a la madre. El terapeuta ocupacional puede ser un rol fundamental a la hora de la adaptación del entorno de la mujer embarazada. Por ejemplo, puede velar por el cumplimiento del artículo 202 del Código del Trabajo que establece que “durante el período de embarazo, la trabajadora que esté ocupada habitualmente en trabajos considerados por la autoridad como perjudiciales para su salud, deberá ser trasladada, sin reducción de sus remuneraciones, a otro trabajo que no sea perjudicial para su estado”. Por otro lado, por medio de la ergonomía, se pueden modificar variados elementos, movimientos y posturas. El aumento de abdomen puede llegar a los 16 cm, reduciendo el alcance de los brazos  y debiendo de realizar movimientos del tronco; el aumento de peso, que puede llegar a 13kg en promedio, causa el desplazamiento del centro de gravedad. Aumenta también la presión sanguínea, produciendo finalmente edema en las extremidades inferiores. Regulando la altura de la mesa, silla y cambiando algunos objetos de lugar, podrían facilitar la ocupación a ejercer de la mujer embarazada. Se deben de evitar posturas prolongadas, no más de 2 horas. Se recomienda también que las mujeres embarazadas no realicen cargas de más de 5 kg diariamente. Finalmente, los horarios de trabajos no serán de más de 8 horas al día ni trabajos nocturnos.

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