Carita y Tirifilo
Enviado por José Iñape Donayre • 13 de Julio de 2023 • Resúmenes • 1.000 Palabras (4 Páginas) • 39 Visitas
Introducción
La sensibilidad y cultura de una lima del sigo XX, ha causado conmoción en los artistas de la prosa, por la inmiscución en el mundo del hampa limeña, y sus faites. Así, el plano axiológico y etnográfico, es motivo de ejemplo de la vivencia urbanística marginal.
La aprisión de Ciro Alegría, célebre literario, generó un deslumbre en su magistral prosa luego de conocer la funesta historia del duelo a cuchizallos, protagonizado por Emilio Wilman, “Carita” y Cipriano Moreno “Tirifilo”, dos delincuentes residentes de la penitenciaría de Lima (el panóptico), terminada con la muerte de Tirifilo, el 2 de mayo de 1915.
Alegría apuntó descripciones y pormenores en notas que fueron perdidas en una requisada de las autoridades, apelando así a la memoria, para finalmente escribir: Duelo de caballeros, 1953 – publicado en Cuba.
Definición de faite
Pelea de faites (personas al margen de la ley), cuyas destrezas para la pelea, valientes y guapos (como se hacían llamar), mostraban un apego a la moral antes los ojos de las autoridades y personas decentes. Reinaban el submundo de la prostitución, alcohol y juegos; también era soplones y torturadores.
José Gálvez: eran degenerados y vulgares, una perversión de la palomilla; mozo de familia de clase media o aristocrática con afanes pleitistas y ordinario, tirándose de donaire y gracioso.
Abelardo Gamarra: un guapo sin miedo, un jefe que se impone a pulso.
José Díaz Canseco: Andrades, Rubios, Espinoza. Son Guapos de abajo del puente.
La controversia en los periodistas, radicaba en la admiración hacia estas personas, como en el caso de Ciro Alegría.
Luis Alberto Sánchez, sentía simpatía por un negro soplón: Changa, por su valentía, prosado en su libro: Valdelomar o la Belle Epoque.
Malambo
Reinaban barrios bajos, en especial el bajopontino de Malambo (lugar de indios, negros y españoles pobres), donde se vendían negros en la Casa de Negro Bozales. Se conocía como un nido de delincuentes, jaraneros y otros personajes del submundo.
La crónica policial para los malambinos era: la rutinada página social del vecindario, cual lenguaje inferiorizaba el callejón.
Hugo Marquina Ríos, sobre la vivencia diaria: ahí se hacía derroche de aguardiente, vino, cerveza, y a veces guarapo y chinchivi.
Educio Carrera Vergara, describió sus jaranas como: alegres y revoltosos, siendo foco y mansión de los más endiantrados negros, que sentaron cultura criolla.
Estos eran fanáticos de Piérola, por la creencia de tener parentesco racial con aquel, por el cabello ensortijado.
Luis Tejada pronosticó una posible conversión a un foco de organización y agitación obrera. Por lo que los anarquistas movilizaron sus doctrinas, fundando una biblioteca obrera. Malambo se había convertido en un centro del movimiento obrero anarcosindicalista.
La imagen de faite, tenía favor por la mala reputación del barrio de Malambo, cual ventaja era la característica de valiente y temible para las peleas y el delito.
En las cárceles, eran respetados por presidiarios y autoridades, quienes ejercían cargos de control y disciplina. Manejaban privilegios en la cotidiana vida carcelaria.
Carita:
Luis Jochamowitz, explica: hijo de marinero extranjero y una lavandera negra, de apellido Wilmant. Bailarín, guitarrista y cantos, de trato agradable y atractivo, en su adolescencia. Se hizo muy popular por su sociabilidad.
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