El problema de la participación ciudadana en el pais
luzvaniaEnsayo20 de Junio de 2023
4.663 Palabras (19 Páginas)105 Visitas
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS – GESTION PUBLICA Y SISTEMAS ADMINISTRATIVOS
[pic 1]
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”[pic 2]
UNIVERSIDAD NACIONAL AMAZONICA DE MADRE DE DIOS[pic 3]
Escuela Profesional de Derecho y
Ciencias Políticas
EL PROBLEMA DE LA PARTICIPACION CIUDADANA EN EL PAIS
TRABAJO DE INVESTIGACION
PRESENTADA POR:
LIZ VANEZA QUISPE GUTIERREZ
Asignatura:
GESTIÓN PÚBLICA Y SISTEMAS ADMINISTRATIVOS
MADRE DE DIOS – PERÚ
2023
[pic 4]
INDICE
INTRODUCCIÓN 3
CAPITULO I 4
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 4
1.1. DESCRIPCION DEL PROBLEMA 4
1.2. FORMULACION DEL PROBLEMA 6
1.2.1. Interrogante general 6
1.2.2. Interrogantes secundarias 6
1.3. JUSTIFICACION 6
1.4. FORMULACION DE OBJETIVOS 7
1.4.1. Objetivo general 7
1.4.2. Objetivos específicos 7
1.5. FORMULACION DE HIPOTESIS 7
1.5.1. Hipótesis general 7
CAPITULO II 7
MARCO TEORICO 7
2.1. ANTECEDENTES 7
2.2. BASES TEORICAS 8
2.2.1. LA PARTICIPACION CIUDADANA 8
2.2.1.1. Definición 8
2.2.1.2. La participación ciudadana en el Perú 9
2.2.1.3. Base legal de la participación ciudadana 10
2.2.1.4. Mecanismos de participación ciudadana en todos los niveles de gobierno 10
2.2.1.5. Iniciativa legislativa ciudadana: participación ciudadana y gestión publica 11
Vigilancia y Control de la Gestión Pública 13
CAPITULO III 14
MARCO METODOLOGICO 14
3.1. TIPO Y DISEÑO 14
3.1.1. Tipo de investigación 14
3.1.2. Diseño de investigación 14
3.1.3. Indicadores de participación ciudadana 14
3.1.4. Métodos empleados en la investigación 15
CONCLUSIONES 16
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS. 16
INTRODUCCIÓN
Nuestro país, vive una relativa tensión política y social, con un escenario caracterizado por una corrupción generalizada entre autoridades regionales y locales, por acciones de parte de las instancias de gobierno de acallar las manifestaciones de reivindicación de la población, por un escenario de cercanía electoral y por una creciente actividad social y ciudadana.
Se trata de un escenario en donde la población y las circunstancias del hecho público reclaman un severo cambio de dirección en la lógica que ha dominado a nuestra patria, en la que se espera que las acciones de política, de gobierno y de participación se inscriban en un marco ético que apunte a un futuro promisorio y diferente para el país y sus ciudades.
En ese marco, este trabajo hace eco de una percepción común en el sentido de que las personas tienden a mantener un perfil donde la ética y los valores tradicionales priman, y que este perfil puede ser necesario para imprimir una lógica más sólida a los mecanismos y recursos de participación ciudadana que se dan a nivel nacional, regional y local.
La conclusión de este trabajo de investigación plantea la necesidad de fomentar y alentar entre las personas el cultivo de un espíritu ciudadano de compromiso con las acciones y visión de futuro de la ciudad, provincia y región, sobre la base de la práctica continua de valores éticos.
Para la presentación del presente trabajo, se ha organizado de la siguiente manera:
Capítulo I, destinado a la presentación y fundamentación del problema de investigación, la formulación de objetivos e hipótesis del estudio.
Capítulo II, en el que se expone el marco teórico que sustenta el estudio.
Capítulo III, Marco Metodológico, en el que se describe los aspectos metodológicos que se realizaron para concretar el estudio. Y un apartado final donde se sintetizan las conclusiones.
CAPITULO I
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.1. DESCRIPCION DEL PROBLEMA
El Perú vive últimamente momentos de relativa tensión política y social, con un escenario caracterizado por los siguientes aspectos:
Corrupción generalizada entre autoridades regionales y locales, lo que supuso una férrea intervención de la fiscalía y la policía, que condujo a la captura y prisión de estas autoridades; aparición de candidatos de diferentes facciones y orientaciones, que demostraron estar dispuestos a actuar sin mayores escrúpulos para alcanzar los gobiernos locales y regionales; una marcada injerencia en los asuntos de Gobierno por parte de miembros de la familia presidencial; y hoy, el destape de vínculos del entorno presidencial con elementos posiblemente vinculados a acciones delictivas (lavado de activos, narcotráfico, entre otros).
Se percibe, entonces, un clima indeciso, falto de voluntad y de iniciativa para superar las limitaciones de orden económico que ha dejado como secuela la crisis financiera internacional de los últimos años; con un clima social de insatisfacción casi generalizada, donde las huelgas de instituciones como el Poder Judicial, el Ministerio Público, el sector Salud, y en la actualidad, la oposición a transnacionales mineras, marcan la pauta de las tirantes relaciones del Gobierno con las instituciones del país.
Se identifica, asimismo, un escenario donde la violencia delincuencial recorre las calles de las ciudades más importantes del país, creando una sensación de zozobra y de impotencia ante una evidente impunidad de hecho que en la práctica protege al delincuente y al transgresor.
El término participación ciudadana refiere, entonces, el conjunto de acciones o iniciativas que pretenden impulsar el desarrollo local y la democracia participativa a través de la integración de la comunidad al ejercicio de la política (Guerra, 2013). Está basada en varios mecanismos para que la población tenga acceso a las decisiones del gobierno de manera independiente sin necesidad de formar parte de la administración pública o de un partido político.
Lo cierto es que hasta hace poco la participación ciudadana en espacios de concertación entre autoridades y funcionarios del Estado, era considerada por la mayoría de los analistas una innovación política positiva, orientada a mejorar la calidad de las políticas públicas y la gobernabilidad del frágil sistema democrático peruano (Panfichi, 2007). Sin embargo, aun cuando en esencia puede contemplarse la participación ciudadana desde una mirada siempre auspiciosa, el aparente consenso en su favor parece haberse debilitado debido, fundamentalmente a los modestos resultados alcanzados en términos de mejora del funcionamiento del sistema político (Panfichi, 2007).
Si bien las razones de este desgaste perceptivo en torno a la participación ciudadana pueden deberse a muchas razones, desde estructurales hasta coyunturales, aquí se considera que entre esas razones destaca la debilidad de la representación de ciertos grupos poblaciones, que tradicionalmente han cedido las iniciativas de participación a grupos considerados más idóneos para cumplir esas funciones. Entre esos grupos que han visto sus iniciativas de participación ciudadana en actividades que se podrían calificar más de orden atencional, que decisorio, está los jóvenes, los discapacitados, las minorías étnicas,
En el caso de éstas, sus actividades de participación se vieron comúnmente relacionadas con la constitución de organizaciones sociales de base, como vasos de leche, comedores populares, iniciativas financieras de microcrédito, etc.; pero sólo en la actualidad 8 se empieza a ver presencia creciente de la mujer en asunto de gobierno local y gestión social desde una esfera de influencia externa a las instituciones municipales o regionales. En ese sentido, es importante conocer en qué medida la mujer accede a los mecanismos de participación ciudadana que la Ley establece y hace uso de este derecho que le faculta.
Por otro lado, se considera que, así como la ausencia de innovación en el ámbito del marketing y la economía, lleva a un desgaste progresivo de los productos y servicios que se ofrecen (Arellano, 2003), también las figuras que cumplen roles políticos y ejercicios ciudadanos tienden a desgastarse con el tiempo, y a desgastar e incluso viciar los mecanismos de representación que les permitía trasladar las iniciativas de su comunidad a los gobiernos.
En ese sentido, se considera que el hecho de que en los espacios destinados a ejercer la participación ciudadana predomine todavía una mayoría masculina, sin que haya presencia cada vez mayor de otros grupos poblacionales, tiende a debilitar su capacidad para trasladar adecuadamente las expectativas e inquietudes ciudadanas a las instancias de gobierno; es más, tiende a deslegitimar la representación popular e incluso a propiciar la aparición de la 9 corrupción en la medida que resulta más fácil, para propios y extraños, negociar con quienes ya conocen cómo se hacen las cosas.
...