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Círculo de diálogos de saberes


Enviado por   •  1 de Mayo de 2023  •  Apuntes  •  3.315 Palabras (14 Páginas)  •  35 Visitas

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Circulo de diálogos de saberes

2. SOBRE EL DIALOGO

David Bohm (1997). Sobre el diálogo. Barcelona: Kairós.

Sugiere el autor que al iniciar un circulo de diálogo o, si se pienza organizar un grupo de este tipo, deberá iniciarse hablando sobre la naturaleza del diálogo, con las personas que se muestren interesadas en el tema.

El término «diálogo» proviene de la palabra griega diálogos, una palabra compuesta de la raíz lagos, que significa «palabra» (o, en nuestro caso, «el significado de la palabra») y el prefijo día, que no significa «dos» sino «a través de».

En el diálogo no se trata de obtener más puntos ni de hacer prevalecer una determinada perspectiva porque, cuando se descubre un error, todo el mundo sale ganando. El diálogo es un juego al que podríamos calificar como «ganar-o-ganar».

¿Por qué es necesario el diálogo?

Cada persona tiene una forma diferente de pensar y ponerse de acuerdo resulta complicado, ya que las personas tienen creencias profundas y suelen defenderla con gran carga emocional. El hecho es que el diálogo no sólo está sometido a la presión de nuestras creencias sino también de todo lo que se encuentra atrás de ellas.

También se puede decir que una creencia es una opinión yen este sentido una opinión es fundamentalmente, una suposición.

El diálogo y el pensamiento.

Nuestras opiniones son el resultado de pensamientos pasados y de experiencias y muchas veces se convierten en verdades las cuales defendemos a capa y espada. El verdadero objetivo del diálogo es el de penetrar en el proceso del pensamiento y transformar el proceso de pensamiento colectivo.

Es importante prestar atención en el proceso de pensamiento, ya que el pensamiento es un proceso y exige toda nuestra atención.

Dificultades del pensamiento, una de las dificultades del pensamiento es la fragmentación es decir todas las divisiones que hacemos Se originan en el pensamiento ya que todo el mundo le hecho de una sola pieza.

Casi todo lo que podemos mencionar a sido creado por el pensamiento (Casa coche Edificio, nación,,etc.). El pensamiento ha creado noción de nación, religión. Creemos que nuestro pensamiento es el correcto intentaremos que todos piensen igual y eso interfiere con la libertad de pensamiento.

Los tipos de pensamiento individual y el colectivo.

Es cierto que, individualmente, puedo pensar en varias cosas, pero la mayor parte de nuestro pensamiento procede de nuestro sustrato colectivo. El lenguaje es colectivo y también lo son la mayoría de nuestras creencias básicas (comportamiento social) se basa en una serie de creencias y opiniones.

Debemos, por tanto, prestar atención tanto al pensamiento individual como al pensamiento colectivo. En el diálogo, las personas procedentes de sustratos distintos suelen sostener creencias y opiniones fundamentalmente diferentes

Se trata, en suma, de una cuestión cultural, porque toda cultura se basa en una serie de creencias y opiniones. Es comprensible, pues, que las personas procedentes de culturas, o subculturas, diferentes sostengan opiniones y creencias también distintas, y que, aunque no las comprendan plenamente, tiendan a reaccionar defensivamente ante cualquier evidencia de que son erróneas o simplemente a defenderlas ante cualquier opinión adversa.

Pero si defendemos de ese modo nuestras opiniones, el diálogo resultará imposible. Ya que cada quien defenderá a ultranza su creencia. El problema se presenta cuando las personas se agrupan para dialogar o cuando los legisladores, los hombres de negocios o quien fuere, tratan de hacer algo en común. Y si la empresa no es eficaz, comienza a perder dinero y a venirse abajo. Hay personas que intentan formar grupos para que los altos ejecutivos puedan trabajar en equipo,

Los científicos también se encuentran en la misma situación. Cada uno puede mantener un punto de vista diferente sobre la verdad, pero no pueden alcanzar esa misma perspectiva en conjunto.

Se supone que la ciencia se ocupa de la verdad y de los hechos y que la religión se dedica a otro tipo de verdad y al amor.

Es posible tener un diálogo con otra persona -o con dos, tres o cuatro-, o incluso dialogar con uno mismo, sopesando todas las opiniones sin decidirse por ninguna de ellas. Un grupo demasiado pequeño, sin embargo, no funciona muy bien porque, cuando cinco o seis personas se reúnen, suelen evitar todo aquello que pudiera molestar a los demás y, de este modo, conseguir un «ajuste cómodo». . Un grupo mayor, por su parte, puede comenzar muy comedidamente pero, al cabo de un tiempo, no resulta tan fácil seguir esquivando los temas conflictivos

Como ya hemos visto, el pensamiento individual es, en gran medida, el resultado del pensamiento colectivo y de nuestra interacción con los demás. Así pues, cuando el grupo supera las veinte personas comienzan a ocurrir cosas muy interesantes. Cuarenta personas son muchas para disponerlas adecuadamente en círculo, pero pueden agruparse en dos círculos concéntricos.

El poder de un grupo es muy superior al de las personas que lo componen. Así podríamos decir también que funciona el pensamiento ordinario de nuestra sociedad, un pensamiento «incoherente» porque se dirige en todas direcciones y los pensamientos contradictorios terminan anulándose entre sí. Si las personas pensaran en conjunto de un modo «coherente», ese pensamiento tendría un poder inmenso, si lograra concentrarse los pensamientos en una misma dirección.

Lo «tácito» es lo inexpresable, lo que no puede ser descrito. El pensamiento emerge de un sustrato tácito. El proceso tácito es común y compartido. Si nos damos cuenta de lo que sucede en el diálogo de un grupo comprenderemos la esencia de lo que ocurre en nuestra sociedad. Y esto es algo que no podemos apreciar a solas ni tampoco en el contexto de un diálogo con otra persona.

Cómo dialogar

Es fundamental que, para dialogar, la gente se siente en círculo, una disposición geométrica que, sin favorecer a nadie, permite, sin embargo, la comunicación directa entre todos los participantes.

En principio, el diálogo debería funcionar sin la presencia de ningún líder y sin recurrir a ningún tipo de agenda. Tal vez resulte útil tener un moderador que mantenga el curso del encuentro, vigile el tiempo y resuma, de tanto en tanto, lo que está ocurriendo.

Al comienzo de un diálogo no convendría prestar atención a los problemas y las cuestiones personales. Es importante comprender que el diálogo grupal no es una terapia de grupo y que no estamos intentando curar a nadie, aunque tal cosa pueda llegar a ocurrir como una especie de efecto secundario.

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